Asociación Civil San Jorge: tejiendo lazos solidarios en La Matanza

SanJorgeLa ONG fue creada por un matrimonio y un grupo de amigos a comienzos del año 2014. Colaboran con diversas entidades del Distrito. Recolectan alimentos, ropa, calzados, útiles, juguetes, materiales y “todo lo que pueda servir en una casa”. Luego hacen llegar las donaciones a las zonas más necesitadas.   

La Asociación Civil San Jorge nació hace poco menos de dos años, a principios de 2014 en Gregorio de Laferrere, creada por Carlos Inoue y su esposa Karina De Brito. A ellos se sumaron un grupo de personas provenientes de diversas actividades. El objetivo que los unió fue la solidaridad.
Fue luego de un viaje a Paso de los Libres, en la provincia de Corrientes que había sido azotada por inundaciones, que las tareas solidarias comenzaron a propagarse en el Distrito. “Comenzamos asistiendo a personas en situación de calle, atendiendo a familias con serios problemas de salud, proveyendo de ropa, calzado, medicamentos, alimentos y herramientas, todo gracias al apoyo de entidades y particulares que compartían nuestra visión”, contó Carlos Inoue, fundador de la ONG.
En agosto del año pasado, el ma-trimonio adquirió una propiedad en el KM 47,700 de la Ruta Nacional N°3 de la localidad de Virrey del Pino, más precisamente en el Barrio Sarmiento. “Nos gusta decir que estamos en la entrada de La Matanza, y no en la salida”, dijo Inoue. La Asociación Civil San Jorge sentó sus bases allí y trabaja con chicos en edad escolar primaria en su sede, pero asiste a 400 familias, no solo del barrio Parque Sarmiento, sino de otros aledaños.
“La idea es ir tejiendo lazos, ir conociendo a otras entidades y ayudándonos. Colaboramos con un merendero en el barrio Villa Unión de Laferrere y en Villa Borgward, por ejemplo. Y otras instituciones colaboran con nosotros y así el trabajo es más efectivo. Todo lo hacemos a pulmón y a través del ‘mangazo’, trabajando juntos”, explicó el fundador de la Asociación Civil San Jorge.
Sur Solidario, Flores Solidario, Fundación Sí, Fundación Tzedaká, Corazones Descalzos, son algunas de las entidades que participan de la red solidaria, a lo que se suma el aportes de particulares y comerciantes de la zona, con vestimenta, calzado, alimentos, artículos de limpieza, medicamentos, pañales para niños y adultos.
Todas las donaciones son publicadas en el perfil que la entidad tiene en la red social Facebook, Asociación Civil San Jorge, tanto al momento de ser recibidas como en el de ser entregadas. “El fin es dotar de la mayor transparencia posible nuestro accionar”, explicó Carlos Inoue.
Más allá de la labor asistencial, la ONG tiene un objetivo más profundo: mejorar las condiciones de vida de los habitantes del barrio, a través del desarrollo de un Plan de Infraestructura de Servicios en la zona. Como miembros de la comunidad y de la Asociación Civil San Jorge, presentaron ante las autoridades municipales los reclamos por problemas de iluminación, estado de las calles, zanjeos y seguridad.
El asfalto es una de las necesidades más urgentes, ya que la dificultad en los accesos a las arterias impiden el tránsito, en especial los días de lluvia, la entrada y salida de vehículos particulares, ambulancias, patrulleros, autobombas, como así también, la concurrencia a la escuela y a los locales comerciales ubicados en la calle San Carlos, el asfalto más cercano a la zona.
Desde la entidad, abogan por un fuerte crecimiento del barrio, con la creación de un playón polideportivo, el asentamiento de un destacamento policial, la continuación de las obras de construcción de una nueva escuela y jardín de infantes, la ampliación y mejoramiento de los servicios de la Sala de Salud. “La interacción con entidades sociales de nuestra localidad son solo algunos puntos de una agenda que en forma autogestionada y solidaria nos hemos propuesto”, dijo Carlos Inoue.

Roperitos Solidarios

Una de las actividades que lleva adelante son los Roperitos Solidarios. “Una de las necesidades que vemos, es la falta de vestimenta. Las familias que pierden todo en las inundaciones se quedan sin nada, el barro arruina la ropa y realmente no tienen acceso a comprarse nuevas prendas. Entonces armamos estos roperitos y los llevamos a distintas zonas”, contó Inoue.
En ese sentido, el creador de la ONG añadió: “Nosotros aspiramos a que las familias puedan vestirse dignamente. Creemos en la colaboración, más que en la donación, porque hay una diferencia; donar es dar lo que te sobra. En cambio, colaborar, es compartir”.

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