Los trabajos para la construcción del carril exclusivo para el transporte público y las respectivas plataformas avanzan desde el kilómetro 29 hasta Isidro Casanova. Para ello debieron removerse puentes peatonales, lo que dificulta cruzar arteria. Además, por un lapso de más casi dos semanas, no funcionaron los semáforos de importantes cruces.
Cruzar la Ruta Nacional N° 3 se ha convertido en una misión, más que imposible, bastante peligrosa, ya que por el avance de las obras del Metrobus, se han removido los puentes peatonales que se encontraban desde el kilómetro 28, hasta Marconi. Pero además, desde el aproximadamente el 20 de junio y hasta el 7 de julio, la mayoría de los semáforos de ese tramo, no funcionaron.
De manera que los transeúntes para cruzar la ruta, debieron aventurarse, sin siquiera la asistencia de un agente de tránsito. Cruces como el de la Ruta Nacional N°3 y la Avenida Federico Russo, a la altura del kilómetro 28, se convirtieron en caos. Entre los vehículos que provienen de la ruta provincial N°21, de la Ruta 3, aquellos que intentaban cruzar la arteria de lado a lado, girar hacia la ruta o hacia la avenida, quedaban los peatones.
A 100 metros se allí, se encuentra la Escuela 28, donde se encuentra el único puente peatonal que fue reubicado. La situación del Colegio Privado Gregorio de Laferrere fue diferente y los alumnos que provienen del otro lado de la arteria, deben cruzar la intersección de la ruta y la calle Salvigni, a la altura del kilometro 26,700, acudiendo solo a la buena suerte.
Suerte, que no tuvo Yohanna Ponce, una joven de 19 años que el sábado 25 de junio alrededor de las 19.00 horas, intentó cruzar la Ruta Nacional N° 3 a la altura del kilómetro 24,700. El semáforo no funcionaba y el puente peatonal ya no estaba en su lugar. Fue embestida por un automovilista que venía a alta velocidad y quedo gravemente herida. Aún se encuentra internada en terapia intensiva.