Milagros Gómez Romero tiene 16 años y es no vidente. Hace un año, comenzó a sufrir intensos dolores en sus ojos, por lo que debió ser sometida al vaciamiento de ambos globos oculares. De origen humilde y sin la posibilidad de acceder a las prótesis que necesita, su mamá inició una intensa campaña solidaria a la que se acopló todo el barrio San Alberto. Ahora necesita ayuda para mejorar las condiciones edilicias de la habitación de la adolescente, para evitar infecciones.
Milagros Gómez Romero tiene 16 años y aunque vive en Gregorio de Laferrere, su vida transcurre en el barrio San Alberto de Isidro Casanova. Es no vidente desde que nació, con apenas 6 meses de gestación. “Pesó sólo 900 gramos, pero hoy es una nena que hace su vida normal, solo que no puede ver”, dijo Alicia Vargas, mamá de la adolescente.
Hace poco más de un año, Milagros comenzó a sufrir intensos dolores en sus ojos, por lo que fue sometida a diversos tratamientos que no toleró, ni funcionaron. Por lo que los profesionales debieron realizar un procedimiento llamado evisceración, que consiste en el vaciamiento del contenido del globo ocular y que se llevó a cabo en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Este tipo de intervención se lleva a cabo en casos en los que el paciente presenta ceguera y además dolor constante y suficientemente frecuente como para llegar a afectar la vida cotidiana de quien lo sufre. Este era el caso de Mili.
Luego del procedimiento, se coloca una prótesis con aspecto casi idéntico al ojo manteniendo el volumen y cierto grado de movilidad lo que brinda un mejor resultado estético. De esta manera se consigue eliminar el dolor causado por el ojo ciego y además dar una apariencia natural y simétrica.
Milagros fue sometida a la primera cirugía el 20 de julio y a la segunda el 28 de septiembre. Según contó su mamá, no había sido informada sobre la necesidad de comprar las prótesis inmediatamente realizada la segunda intervención. En la actualidad, la adolescente tiene colocados en ambas cavidades oculares, un conformador, que es como un lente de contacto grueso, cuya función es formar el contorno para colocar la prótesis.
Con una situación económica complicada, Alicia Vargas inició una intensa campaña solidaria a la que se acopló todo el barrio San Alberto de Isidro Casanova y que consistió en la realización de rifas, bingos y un campeonato de futbol organizado por el Equipo de la Amistad SP que se llevó a cabo en la Colonia Mi Esperanza de ese barrio. “La verdad es que nos dieron una mano enorme, y todo se hizo con donaciones de los vecinos”, contó Alicia Vargas.
Finalmente y gracias a la ayuda de vecinos, familiares y amigos, se logro reunir los 20 mil pesos que cuestan ambas prótesis. “Ahora solo falta que la especialista la vea y tome las medidas”, contó la mamá de Milagros.
Si bien la adolescente percibe una pensión por discapacidad y tiene la cobertura social de PROFE Salud, Alicia Vargas explicó que “no tenía el tiempo para realizar todos los trámites necesarios. Las prótesis tenían que estar ya, porque la cavidad ocular comienza a cerrarse y después ya no se puede hacer nada. Ella es muy joven, tiene una vida por delante, y si no se colocan las prótesis se le comenzará a hundir esa parte de la cara”.
Una vez realizada la colocación de las prótesis, hay que esperar al menos 6 meses para evaluar cómo se acoplan a la cavidad ocular. Puede suceder que deban comprarse nuevamente, ya de manera definitiva. “Dependerá de cómo se adapten las prótesis, pero pueden quedar chicas y habría que comprarlas nuevamente”, explicó Vargas.
Nada es imposible
Alicia vive con sus 4 hijos en una humilde casa en el barrio Villa Scasso de Gregorio de Laferrere, aunque en lo cotidiano, sus vidas transcurre en el barrio San Alberto, lugar en el que vivieron hasta hace 3 años. Si bien percibe una pensión por discapacidad, todo se hace cuesta arriba para la familia.
Hace 8 años, Milagros necesitaba una máquina de escribir Braile y para conseguirla, Alicia también recurrió a la solidaridad. “Hicimos rifas y compramos la máquina que en ese momento salió 1200 dólares”, contó la mujer que aseguró: “para mi nada es imposible”. Habitación en buen estado para evitar infecciones.
La habitación de Milagros actualmente no le ofrece las mejores condiciones para su recuperación, una vez colocadas las prótesis oculares. “Necesitamos chapas y materiales, la habitación está, pero se llueve adentro”, contó Alicia Vargas. La mujer contó que realizó el pedido en la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de La Matanza en agosto de 2015.
“Una asistente social vino a casa, pero no estábamos porque fue en los días en los que Milagros estaba internada. Desde entonces no tuve novedades y con la urgencia de conseguir el dinero para las prótesis, no pude reiterar el pedido”, explicó Vargas.