El crudo testimonio pertenece a Ángela Ledesma, responsable del comedor Los Pibes de Catán. Allí, con un cupo para 70 personas, brinda alimentos a más de 100. “La demanda ha aumentado muchísimo, y a veces no damos abasto”, dijo.
La crisis social y económica viene golpeando duro a la clase media y a los sectores más vulnerables que en el último año y medio han visto decaer sus estándares de vida. Los aumentos en la canasta básica, en los servicios, trasporte, la caída del empleo y del consumo, que se suma a la significantes bajas en la mayoría de las industrias, generan un cóctel que se traduce en una nueva realidad que deben afrontar miles de familias: salir a buscar un plato de comida.
El merendero Los Pibes de Catán nació en 2006 en el barrio Santa Rita, uno de los más humildes de González Catán y que se construyó sobre el arroyo Las Víboras, una zona inundable. Su creadora, Ángela Ledesma, abrió su casa para concretar el proyecto solidario y asistir a los chicos cuyas familias perdían todo luego de cada tormenta.
La mujer comenzó como “manzanera”, repartiendo la Copa de Leche otorgada por la Secretaría de Desarrollo Social a los menores de entre 6 y 14 años. Luego, con la colaboración de organizaciones no gubernamentales y vecinos, la actividad solidaria se fue extendiendo a más de 60 chicos en situación de riesgo.
La ONG suele utilizar las redes sociales para difundir la tarea solidaria que llevan adelante y también desahogarse cuando la comida no alcanza. “Otra vez quedó gente sin comer”, es un lamento que suele repetirse.
“La demanda ha aumentado muchísimo, y a veces no damos abasto”, contó Ángela Ledesma, que además explicó que “el espacio que tenemos es pequeño, nos entran cinco mesas solamente, por lo que tuvimos que empezar a dar viandas”.
El panorama suele complicarse, y la mujer lamentó que “la gente hasta se agarra a los golpes por un poco de comida, pero en mi caso ya no puedo agregar más, con cupo para 70 personas le doy de comer a más de 100”.
La entidad cuenta con el cupo para 70 personas, otorgado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia y recibe la colaboración de otras instituciones, pero ya no es suficiente. “La verdad es que me da pena, aún con la colaboración de otras entidades, no se puede cumplir con la necesidad de la gente”, lamentó Ledesma.
La mujer contó que en el barrio “se ve mucha desocupación, muchas familias que uno no pensaba que iba a necesitar venir al comedor y sin embargo se acercan a pedir un cupo, y te dicen ‘aunque sea para los chicos’”. Los Pibes de Catán abre sus puertas de lunes a viernes.
Buscando pequeñas sonrisas
Hace pocos días, Pequeñas Sonrisas de Centenario abrió sus puertas en Isidro Casanova el 28 de abril último. Su creadora es Laly Villalba, una vecina del barrio San Alberto que comenzó organizando el festejo por el día del niño y murgas solidarias. Ahora, que la necesidad golpea más fuerte, transformó el comedor de su casa, en el lugar al que los más pequeños van a alimentarse.
“Tengo mucho contacto con mis vecinos y veo las necesidades muy de adentro. Por ahora vienen sólo 20 chicos, porque no tengo más espacio en mi casa. Quiero cerrar un patio que tengo para que puedan venir más”, contó la mujer que hasta el momento recibe ayuda de una iglesia de la zona y de su propia familia y de amigos.
Según contó Laly Villalba y en coincidencia con Ángela Ledesma, el principal problema es la falta de trabajo. “Pequeñas Sonrisas” abre sus puertas los días miércoles y viernes al mediodía, mientras que los lunes y martes se brinda la merienda. “Mi sueño es que los chicos no sufran más necesidad de falta de comida”, dijo la mujer, que pide la colaboración de la comunidad, ya que necesitan ollas, utensilios de cocina, sillas y mesas.
Cómo solicitar ayuda
Frente al aumento en la demanda de asistencia alimentaria, la secretaria de Desarrollo Social de La Matanza, estableció un área específica en la que se atienden todas las consultas de comedores, y merenderos, tanto lo que ya funcionan y reciben asistencia de la cartera local, como aquellos que se han abierto recientemente y la solicitan por primera vez.
Para sumarse al registro de comedores y me-renderos, deben acercarse a la sede de la cartera local, ubicada en la Avenida Juan Manuel de Rosas 4358, localidad de San Justo, de lunes a viernes de 8 a 16. Para más in-formación, los interesados deben comunicarse al 4484-2858 / 7898 / 7899.
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