Camila Cabrera fue asesinada de una puñalada al corazón por su cuñado. La mujer había acompañado a su hermana a buscar sus pertenencias, ya que había decidido dejar el hogar que compartía con su pareja por las continuas situaciones de violencia que padecía.
El hombre está preso y la familia teme que la defensa consiga algún tipo de morigeración de la pena, ya que al momento del crimen, el acusado estaba ebrio. “Dicen que no sabía lo que hacía. Nosotros queremos que sea condenado con la pena máxima”, pidió Sofía, hermana de la víctima.
Camila Cabrera tenía 20 años, una hija de 4 y un bebé de 9 meses. El 9 de febrero último estaba en su casa, cuando su hermana Noelia, que vivía a una cuadra, vino a pedirle ayuda. Había tenido una fuerte discusión con su esposo, que la había golpeado y ella quería sacar sus pertenencias de la casa que compartían en el barrio 22 de Enero de Ciudad Evita.
La joven respondió al pedido de su hermana y la acompañó. Cuando llegaron, Víctor Illia estaba esperando con dos cuchillas. “¿Qué vas hacer?”, preguntó él. “Yo voy a defender a mi hermana”, respondió Camila. “Ni bien terminó de decir eso, se le fue encima, la apuñaló en el corazón”, contó Sofía, hermana de la víctima y de Noelia, exesposa del asesino.
Sofía relató que durante la jornada del 9 de febrero, Camila había ido a la localidad de San Justo con una prima y sus dos pequeños. Hizo unos trámites, unas compras y paseó con sus hijos. Llegó a su casa por la tarde y compartió unos mates con ella.
“Nosotras vivíamos en la misma casa y cocinábamos un día cada una. Cuando se hizo de noche, me dijo ‘cocino yo’”, recordó Sofía Cabrera. “Había sido un día normal. Ella me ofreció que comamos juntas, pero yo me fui a la casa de un familiar”, agregó.
Alrededor de las 22 recibió el llamado desesperado de su papá. “Víctor acuchilló a tu hermana”, le dijo el hombre. Sofía creyó que la víctima había sido Noelia, su pareja. “Cuando llegué a mi casa, encontré a mi sobrina en la bañadera y mi sobrino en brazos de mi papá. Mi papa me da al bebé y se va corriendo. Yo voy atrás de él, y de re pente veo mucha sangre y no entendía nada. Ahí los vecinos me dijeron: ‘Tu hermana Camila’”.
La casa que Noelia Cabrera compartía con Víctor Illia estaba a una cuadra del domicilio en el que vivía su familia. Sin embargo, no había podido escapar del la violencia a la que era sometida desde hacía seis años.
Esa noche, el acusado había llegado al domicilio de Camila en estado de ebriedad, buscando a su esposa, Noelia. La mujer accedió a irse con el hombre y una vez en su casa se desató una fuerte discusión. Una vez más, Víctor Illia golpeó a Noelia y ella decidió ir a buscar ayuda a la casa de su familia. “Camila fue y no volvió más”, lamentó Sofía.
Una vez que consumó el hecho, el agresor se quedó sentado, esperando que llegue la policía. “En ningún momento atinó a escaparse. Los vecinos le gritaban que era un asesino y él se reía de nosotros”, contó Sofía Cabrera.
Camila fue trasladada por un vecino al Hospital Alberto Balestrini de Ciudad Evita, pero la joven murió antes de llegar. La causa se encuentra en la UFI Homicidios de La Matanza, bajo la carátula “Asesinato de una mujer por un hombre con violencia de género, agravado por el vínculo”.
“Voy a acuchillar a
cualquiera que se meta”
“Una vez, llamamos a la policía porque él la estaba golpeando. A la casa llegaron siete patrulleros, pero mi hermana no quiso hacer la denuncia porque la tenía amenazada y tenía mucho miedo. A mí me amenazó estando yo embarazada y también a mi hermano de 18 años”, contó Cabrera sobre las continuas situaciones de violencia y amenazas que sufría la familia.
De hecho, en una oportunidad, el acusado advirtió: “Voy a acuchillar a cualquiera que se meta a defender a Noelia”, según contó Sofía, que junto a su familia pide apoyo para dar difusión al caso y evitar que el asesino obtenga algún tipo de beneficio. “Como estaba totalmente borracho, la defensa alega que o sabía lo que hacía. Nosotros queremos que se le aplique la pena máxima”, explicó la joven.
Sin medios para afrontar el pago de un asesor letrado, la familia de la joven llegó a la Secretaría de la Mujer y Género del SUTEBA La Matanza. “Tomamos conocimiento de este femicidio cuando familiares y amigas se acercaron a una actividad en recuerdo de los dos años del femicidio de nuestra alumna Karen Arias, también de Ciudad Evita”, señalaron desde el gremio, que además hicieron de nexo entre la familia y la Asociación Permanente por los Derechos Humanos, para que puedan acceder a un abogado.
Víctimas del desamparo
Desde el sindicato docente, denunciaron que “desde el Centro de Atención a la Víctima aún no ha brindado ninguna respuesta a los pedidos de la familia” y que “se hace cada vez más necesario el reclamo por los Centros Integrales de La Mujer por localidad, con atención las 24hs, y personal estable”.
En esa línea, desde el gremio señalaron que la Justicia interviene en una situación límite o, en la mayoría de los casos, cuando el hecho ya está consumado. Noelia no logró salir del círculo de violencia al que era sometida por su pareja y luego del asesinato de su hermana, se fue a vivir a Paraguay, ya que la familia del marido de su hermana, la culpó por lo sucedido. “Ella se alejó de todos”, contó Sofía.
Además, la familia sufrió otra pérdida. El hijo más pequeño de Camila que en el momento del asesinato de su mamá tenía 9 meses, fue llevado por su papá, y no permite a los Cabrera ver al menor. “Mi sobrina de 4 años, era hija solo de mi hermana, con su nueva paraja tuvo a este bebé y su papá nos culpa de lo que pasó”, explicó Sofía.
“Mi sobrina tenía una vida armada con su mamá, su hermanito y su papá, porque aunque no era su padre biológico, la relación era de padre e hija. Y de un día para el otro se quedó sin nada. Ella sufre mucho. Mi familia quiere poder acordar un régimen de visitas, porque tenemos derecho a verlo. Entendemos que es su papá, pero no puede alejarlo así”, manifestó la hermana de la víctima.
Una más en Ni Una Menos
El próximo 3 de junio se llevará a cabo una nueva convocatoria bajo el lema “Ni Una Menos” y este año, Camila será una más que se suma a la lista de víctimas que no para de crecer. En Argentina hubo un femicidio por día desde enero de 2017 y según la estadística, una mujer es asesinada cada 18 horas.
Para difundir el caso y pedir la colaboración de la comunidad, la familia de la víctima creó la página “Justicia por Camila Cabrera” en la red social Facebook. Allí realizan sorteos para juntar dinero con el objetivo de hacer los carteles que llevarán a la marcha del 3 de junio.
“Vamos a movilizarnos junto a la familia de Karen (Arias) y de Camila. Basta de femicidios y crímenes de odio”, manifestaron desde la página. El objetivo es que el asesino sea condenado con la pena máxima y que ningún medio haga que sea menor la condena o tenga privilegios. Solicitamos el apoyo de todos familiares, amigos, conocidos para esta lucha”, pidieron.