Los trabajadores iniciaron un plan de lucha por“suspensiones injustificadas”. A pesar de la medida, los 40 empleados tenían bloqueadas las tarjetas de ingreso a la planta, aún no están autorizados a ingresar a la misma.
Luego de una semana de acampe y bloqueo llevado a cabo por los trabajadores, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en la empresa Clorox de Aldo Bonzi. La planta cuenta con 240 empleados que iniciaron un plan de lucha por “suspensiones injustificadas”.
Y es que, según los trabajadores, “las causas que motivaron las suspensión son todas armadas” y denunciaron que “lo hacen para amedrentar a los trabajadores”.
El martes 16 de enero la empresa, frente a la medida tomada por los trabajadores, realizó una denuncia con el objetivo de lograr el desalojo. Esta consistía en que los trabajadores al impedir el transporte de aerosoles ponían en riesgo de explosión a la fábrica. Dicha denuncia no prosperó porque los trabajadores permitieron el transporte de estas sustancias.
Los trabajadores suspendidos aseguran que “estos ataques a las condiciones laborales, no son aislados, se dan en un contexto en el quieren avanzar con la reforma laboral y las suspensiones son la antesala de los despidos, y al atemorizar a los trabajadores piensan que van a lograr una flexibilización laboral.
“La empresa intento judicializar el tema, en vez de discutirlo en el ámbito que corresponde, que es el Ministerio de Trabajo. Estamos contentos porque junto a nuestros compañeros que tenían la tarjeta de ingreso a la fábrica bloqueada, podremos volver a nuestra naturaleza que es trabajar”, manifestaron los trabajadores una vez conocida la noticia.
Sin embargo, horas después se encontraron con que las tarjetas de ingreso no habían sido desbloqueadas, por lo que continuarán las medidas de fuerza por parte de los trabajadores.