Magario manda al HCD un proyecto para declarar la emergencia tarifaria


Lo anunció en la apertura de sesiones de este año. Pequeñas y medianas empresas, y usuarios en general, se ven afectados por una feroz suma en las tarifas de servicios. “Estamos en una situación crítica”, dijo la intendenta.

El inicio de sesiones ordinarias de este año fue distinto. A lo largo de los últimos años se asistió a largos y casi tediosos discursos de Fernando Espinoza en los que el por entonces intendente detallaba lo que se realizaba en las diferentes áreas comunales. Y la mayor parte de esas rendiciones de gestión se ajustaban a las obras que se realizaban en La Matanza, contando también con apoyo de los Gobiernos provincial y nacional. Se notó días atrás que el eje cambió: las palabras crisis, ajuste y hambre se hicieron presentes en boca de la actual jefa comunal, pintando un contexto de difícil situación social. Verónica Magario inició su discurso aclarando que no sólo hablaría de lo que ocurre en La Matanza sino también de los efectos causados por la economía nacional. En ese sentido mencionó “la apertura comercial indiscriminada, más la inflación, más la deuda generada en estos últimos dos años” como un cóctel explosivo para la clase trabajadora.

“Las pequeñas y medianas industrias ya no pueden producir porque el valor de las importaciones los supera y sus productos ya no son vendibles; además el consumo baja porque la gente debe cubrir sus necesidades básicas, este es un camino que encierra al conjunto de los trabajadores, esta es la realidad de La Matanza”, contextualizó. Magario calificó al aumento de tarifas como “el golpe mortal” de una “política económica que se siente en cada uno de nuestros barrios, en cada textil que cierra, en cada club que no se puede sostener, en cada hogar que cada vez se ahoga más”.

En un hecho inédito en el inicio de un período de sesiones en el Distrito, fueron personas afectadas por la suba de impuestos las encargadas de dar testimonio, como ejemplos de lo que ocurre en todo el territorio. Alcira, una jubilada que fue obrera textil, no pudo exponer por problemas auditivos, pero sí lo hizo su hija, quien mencionó que las últimas boletas de gas variaron entre $2000 y $4000, el agua subió de $200 a $1800, y encima la mujer debe ser operada de cataratas y el PAMI no le cubre los costos de esa cirugía. “Mi mamá pone una vela en el baño para no tener que prender la luz”, contó la mujer.

Gervasio, del Club de rugby Beromama, de González Catán, relató que el costo del servicio de luz subió un 900 por ciento. “Nos vino una boleta de $30.000 y no la podemos pagar –dijo-, el casero se puso adelante del medidor para que no nos corten el servicio y vino hasta la policía”. “Nuestro club tiene 80 años y tiene 450 chicos de González Catán y alrededores que practican rugby y hokey. Hacemos un trabajo social porque menos de la mitad de esos chicos puede pagar una cuota de $200”, describió. La intendenta Verónica Magario puso entonces otros cinco ejemplos en lo que denominó una “desproporcionalidad” en los aumentos de tarifas de servicios públicos. Así mencionó a la fábrica de juguetes Dimare S.A., situada en Lomas del Mirador, que tuvo un aumento del agua de más del 2600 por ciento. La firma Floyd, que fabrica medias en Ramos Mejía, en tanto, “pagaba una boleta de luz, hasta hace poco, de $32.000 y ahora le llegaron $320.000”. Helados Marpe, de Gregorio de Laferrere pasó de $50.000 a $200.000 en sus facturas de luz. La Cooperativa La Baskonia, de Isidro Casanova, tuvo un incremento en el mismo impuesto y sus boletas pasaron de $12.000 a $388.000, mientras que su producción cayó a la mitad.

La cooperativa Palmar, de Gregorio de Laferrere, recibió una factura de gas de $500.000, el doble de lo que paga en sueldos. “Es evidente que el ajuste está dado sobre la clase media, la clase trabajadora, los jubilados y los que menos tienen”, apuntó Magario luego de advertir que la textil Iberoamericana -la más importante del Distrito- está camino al cierre. La intendenta remarcó además que la recaudación por tasas municipales cayó en un 20 por ciento en las zonas más humildes de La Matanza como Gregorio de Laferrere, González Catan y Rafael Castillo, pero lo mismo ocurrió en sectores más pudientes como Ramos Mejía y San Justo. “Somos una zona sumamente industrial por la cantidad de Pymes y comercios que tenemos, pero esa rueda no circula y el ingreso de cada vecino es cada vez menor y hay menos consumo, la trampa mortal terminan siendo las tarifas”, dijo Magario asegurando que “los vecinos tienen desesperanza y desesperación” porque “el sueldo no alcanza”.

“Hay hambre en este Distrito y hay trabajadores que ya no pueden, estamos en una situación crítica, es momento de declarar la emergencia tarifaria en La Matanza para proteger a los hogares, a las industrias, a los comercios, para proteger a los clubes y a todos los habitantes de este Distrito; el compromiso tiene que salir de este Concejo Deliberante porque esta situación no se aguanta más”, disparó la intendenta anticipando el proyecto que enviaría al legislativo local. Lo mismo hará el diputado nacional Fernando Espinoza, quien adelantó que llevará la iniciativa a la Cámara porque “hay que frenar esta locura de la suba de las tarifas de los servicio

Deja una respuesta