Durante la sesión que tendrá lugar este jueves el cuerpo Legislativo local, rendirá homenaje al poeta, periodista, escritor y concejal del P.J La Matanza secuestrado y desaparecido por la dictadura cívico militar el 21 de agosto de 1976.
El Concejo Deliberante de La Matanza declarará el 21 de agosto como Día del Escritor Matancero, en homenaje al poeta, periodista, escritor y concejal del P.J La Matanza secuestrado y desaparecido por la dictadura cívico militar el 21 de agosto de 1976.
Nacido en San Justo el 29 de agosto de 1935, desde adolescente Delfor Soto manifestó su interés por la literatura y el periodismo, al tiempo que su compromiso político y social comenzaba a formar parte importante de su vida.
Militó en el Partido Justicialista local y fue electo concejal en 1973, pero renunció a su banca en 1975 por las amenazas de muerte que recibía. Se vio obligado al exilio, pero también a regresar para ver nacer a su hijo Julián en 1976.
En la madrugada del 21 de agosto de ese año, fue arrancado de su hogar por un grupo de tareas. Su casa fue saqueada; se robaron objetos de valor, libros, escritos de su autoría y su máquina de escribir.
El destino del escritor no estuvo claro hasta hace 33 años, cuando por testimonio de una sobreviviente, supo que estuvo secuestrado y torturado en el Centro Clandestino de Detención “El Campito”, en Campo de Mayo, durante los últimos meses de 1976, que fue juzgado por un tribunal militar que determinó su “traslado” como destino final. Hoy sabemos que los famosos traslados eran hacia un “vuelo de la muerte”.
“Delfor Soto fue un revolucionario de inalterables convicciones, que dedicó su vida a la lucha por la dignidad del pueblo, que sólo entendía posible con igualdad social, con la participación de los todos los sectores de la sociedad y con justicia. Por ello encaró un arduo trabajo militante en todas las barriadas de La Matanza dando a conocer el pensamiento y la doctrina del Gral. Perón y de Evita”, señalaron a través de un comunicado desde H.I.J.O.S La Matanza.
En el escrito, destacan que “Delfor Santos Soto ha dejado como legado una gran pasión por lo que hacía, sus convicciones, su decorosa honestidad y su lealtad en la tarea que desempeñó como parlamentario, de la cual dan testimonio los libros de sesiones de la época, además de sus libros de poemas y cuentos testimoniales”.