A pesar de los diferentes nombres que venían surgiendo como posibles candidatos, el ministro de Educación se largó y dijo que es el único que irá por la intendencia. De esta manera el radicalismo local quedó afuera de cualquier discusión, mientras que a Miguel Saredi lo corrieron de escena. Por qué Cambiemos ya no quiere al hombre de Trenque Lauquen en sus filas.
Lejos quedaron aquellos días en los que Cambiemos creyó que podría lograr la hazaña de ganar en un distrito como La Matanza, donde el peronismo se presenta invencible y hoy se ve ayudado por las política de exclusión encaradas desde el Gobierno Nacional. El tener un total de ocho concejales a favor y ser la segunda fuerza local los envalentonó entre 2015 y 2017, pero la burbuja se fue disipando a medida que el Distrito se vio impelido hacia abajo por las medidas económicas que derribaron la imagen de Mauricio Macri, remontando la figura de Cristina Kirchner quien siempre se mostró fuerte en este lado del conurbano.
Apenas finalizadas las elecciones legislativas de 2017, el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro comenzó su propia carrera como posible candidato a intendente. No hubo campaña hacia afuera, sólo la tarea de hacer correr el rumor por todos los pasillos internos para que las diversas fuerzas se alinearan detrás de su nombre y lo consiguió.
Mientras tanto Miguel Saredi, el otro dirigente con posibilidades, se abrió del bloque de concejales de Cambiemos y creó su propio bando denominado Nueva Dirigencia. De esa manera las bancas se repartieron con cuatro concejales para cada lado.
El plan de gobierno macrista fue enfriando aquella euforia y en paralelo el propio Finocchiaro comenzó a correrse de escena. Ya se decía que no quería ser candidato por temor a una evidente derrota y tiraron como probable a Josefina Mendoza, la nueva presidenta del radicalismo matancero.
El juego de Cambiemos en La Matanza es muy complejo y se autolesiona en traiciones, dudas, egoísmos y puja de poder. Ocurre que la alianza de Mauricio Macri no encuentra en estas tierras ninguna certeza, ninguna figura que le proporcione tranquilidad.
Por el lado de la UCR, se sabe que muchos de sus dirigentes son aliados al peronismo. El caso más visible en este sentido es el de Manuel Atencio, quien en los últimos años se enfrentó a su propio Partido cuando lo acusaban de tejer lazos individuales con el Gobierno local.
En cuanto a Alejandro Finocchiaro se sabe que no es un hombre conocido en la zona y deberá remar desde abajo como un ignoto candidato que apostará a los nombres de la gobernadora María Eugenia Vidal y el Presidente en toda su campaña. Ya no hay tiempo para “hacerlo conocido”.
Entonces por qué no elegir a Miguel Saredi, un dirigente que ya está reconocido como oposición al gobierno municipal, tiene efectiva publicidad en La Matanza y ya fue candidato de ese espacio. Lo único que podría contrarrestar al hombre de Trenque Lauquen sería una figura pública archiconocida, una emulación de 1999 cuando Pinky fue a la cabeza.
No hace falta consultar ninguna fuente del Partido amarrillo para responder la pregunta anterior: Saredi no es el elegido porque se puso el sello de traidor, no se puede confiar en él y su ideología es “saredista”.
Ocurre que el hombre, desde Carlos Menem a esta parte, estuvo con todos los presidentes y en La Matanza fue candidato a varios espacios. El 2015 lo encontró en offside cuando se lo acusó de haber vendido la elección, esto es no jugar a último momento. A todo esto hay que sumarle el ya mencionado armado de un bloque de concejales aparte y su acercamiento con el gobernador Juan Manuel Urtubey. En septiembre de 2018 mandó a Abraham “Toto” Delgado -su marioneta por estos tiempos- a intentar sellar un acuerdo con el salteño.
¿Y entonces?
“Por lo que tengo entendido (Miguel) Saredi ya no está en nuestro espacio, trabaja para la candidatura de (Juan Manuel) Urtubey”, disparó Finocchiaro hace algunos días cuando se presentó como el candidato del sector.
En conferencia de prensa, el ministro de Educación aseguró que “hay un consenso muy fuerte” para que él sea el candidato, al tiempo que inició su campaña con una mentira: “Soy de La Matanza, he transcurrido la mayor parte de mi vida allí y hace un montón de tiempo que trabajamos con un montón de gente”. En La Matanza a Finocchiaro no se lo conoce, mucho menos en la zona sur del Distrito, donde el voto popular impone al peronismo por sobre cualquier fuerza.
Se sabe que el flamante candidato es el elegido desde un primer momento por parte de la gobernadora Vidal. Ahora, sólo bastará una señal desde arriba para que todos los sectores aliados al PRO en el Distrito se alineen otra vez detrás de la figura del ministro. Miguel Saredi empezará a quedarse sólo otra vez, situación a la que el hombre ya está acostumbrado, hasta tanto acuerdo con el nuevo Partido gobernante manteniendo así su relación de dependencia con el Estado.
Volvió Calvete
El empresario concejal Miguel Calvete se fue en abril del bloque de Cambiemos para unirse al espacio de Miguel Saredi. Al saber de la decisión de tener a Alejandro Finocchiaro como candidato, el edil regresó a la bancada que lo vio jurar.
“Hay otros que se fueron”, dijo Calvete sin dar nombres pero refiriéndose de manera obvia a Miguel Saredi. “Macri y Vidal eligieron a Finocchiaro como el candidato por la intendencia”, afirmó el concejal para defender su regreso.
Miguel Calvete es otro de los dirigentes que Cambiemos prefirió “guardar” luego de que, en 2017, fuera vinculado a una investigación por el funcionamiento de una red de prostíbulos.