Este año el Intendente se jugó completo por la Presidenta, dándole la espalda a Daniel Scioli. Va por la presidencia del PJ bonaerense y una diputación. Las elecciones de 2013 como prueba de fuego para el oficialismo local.
Si de fotos políticas se habla, el 2013 encontró al Intendente de La Matanza en varias imágenes que lo colocaron más cerca que nunca de Cristina Fernández de Kirchner, y con fuertes desaires hacia el gobernador bonaerense Daniel Scioli. Se pudo ver a un Fernando Espinoza jugado el todo por el todo, en una apuesta que puede catapultarlo a las más altas esferas del poder, o arrebatarle el territorio que su sector comanda desde 1999.
El primer paso fuerte del jefe comunal fue reunir en un salón del Municipio a una veintena de intendentes provinciales. En ese encuentro no solo fue notoria la ausencia del Gobernador bonaerense, sino que la presencia casi fugaz de Julio de Vido prometiendo obras habló a las claras de la idea central: delinear el posicionamiento político del mayor número de caciques posible a favor de CFK.
Las cámaras del canal oficial tomando primeros planos del Intendente de La Matanza en varios actos encabezados por la Presidenta también fueron signo del nuevo escenario. Y, a contramano, el grupo Clarín -el mayor enemigo mediático del Gobierno Nacional- se viene ocupando de Fernando Espinoza hace ya varios meses con fuertes críticas hacia su gestión en el Distrito.
En este nuevo compás de espera hacia las elecciones legislativas de 2013, el Intendente local sobresalió cuando se puso en defensa de Cristina Fernández luego de una frase que daba de lleno en el corazón de su distrito. Fue el día en que la primera mandataria nombró a la Universidad Nacional de La Matanza en una charla con estudiantes de Harvard y desde varios sectores se la castigó por considerar que fue despectiva con la casa de estudios que encabeza Daniel Martínez.
“Me siento dolido, fue una frase desafortunada”, dijo el rector de la UNLaM. La respuesta de Espinoza no se hizo esperar; esa misma tarde y en una improvisada y repentina conferencia de prensa salió a cruzarlo: “Es una universidad por la que Néstor (Kirchner) y Cristina han hecho muchísimo y, por eso, ahora es un ejemplo en todo el mundo gracias al modelo de país que refundó Néstor y continúa Cristina. Los medios hegemónicos buscaron distorsionar y montar una realidad que no existe”, retrucó.
Cerrando un año que dividió las aguas entre Daniel Scioli y el Intendente del distrito con mayor peso electoral de la Provincia, el Gobernador estuvo en noviembre último jugando un partido de fútbol en la Universidad de La Matanza. Hasta ahí una actividad más de las que suele realizar Scioli; el dato fue la ausencia absoluta de autoridades municipales.
El nuevo esquema
Fernando Espinoza está jugando al ajedrez, casi a los tumbos y obligado por la ausencia de Alberto Balestrini -no pudo regresar a la actividad política debido a su estado de salud tras sufrir un ACV-, pero jugando al fin.
Mucho se dudó adentro y fuera del peronismo matancero de la capacidad de construcción del sucesor del exvicegobernador. Y fue la última elección, la de 2011, la que lo validó como líder del PJ en el Distrito tras sacar más votos que la propia Cristina Kirchner en su distrito.
Ese empujón de las urnas le sirvió a Espinoza para negociar desde el poder que le dieron los votos. De hecho, poco tiempo después del triunfo, ya comenzó a hablarse de un intendente que perfilaba para dejar el Distrito y escalar otros terrenos.
Este año el diputado Julián Domínguez visitó en más de una oportunidad La Matanza. Las especulaciones sobre una posible fórmula compartida con el Intendente local no se hicieron esperar.
Hoy los objetivos del jefe comunal serían dos: llegar a comandar el PJ en la provincia de Buenos Aires y convertirse en diputado en 2013. La duda está en si lo pondrán como cabeza de lista en la Provincia para presidir la Cámara, o si será la nómina de candidatos a legisladores nacionales su lugar a ocupar.
Cualquiera fuere la candidatura final, Fernando Espinoza se jugó en un todo por el kirchnerismo. Del otro lado, se especula, podría tener como máximos adversarios al trío Daniel Scioli, Sergio Massa y Francisco De Narváez.
El arma tiene entonces doble filo: si esa es la batalla y el Intendente la gana en su distrito, ya no habrían dudas de lo que ocurrirá dos años después. Empero si 2013 se complica más de lo previsto, lo que está en juego es más de una década de poder ininterrumpido en La Matanza.