Un hombre que circulaba a toda velocidad perdió el control de su vehículo y se incrustó en un kiosco. La mujer que atendía y un menor que se encontraba comprando murieron. Tras el hecho, el responsable intentó huir con el auto, al no poder hacerlo, se fue corriendo.
Una mujer de 42 años y un nene de 7 perdieron la vida en la tarde de ayer, cuando un hombre que circulaba a toda velocidad perdió el control de su auto y se subió a la vereda incrustándose en un kiosco en el que se encontraban las víctimas fatales.
El hecho ocurrió en la tarde de ayer en la intersección de las calles Llerena y Andonaegui del barrio Talita en González Catán. Los vecinos denunciaron que hasta el momento no se realizaron las pericias correspondientes y partes del auto aún están en la calle. Las víctimas fueron identificadas como María Llanon y Leandro Cubas.
El conductor de vehículo intento huir del lugar con el auto, pero al no poder hacerlo, se fue corriendo junto a una mujer que lo acompañaba. Unas horas después, el mismo sujeto volvió al lugar para llevarse el auto. Un grupo de vecinos capturó al hombre y lo entregó a la policía, pero fue liberado a las pocas horas.
Otra de las denuncias que realizaron los vecinos, es que la ambulancia tardó una hora en llegar y que en la zona es común que se corra picadas. El autor del hecho tiene antecedentes penales y era conocido en la zona. De hecho, vecinos aseguraron que el conductor del auto hace 10 años mató en ocasión de robo, a un primo de la mujer que atropelló.
“El auto venía a 150 km por hora. Ahí atropelló a mi hijo que estaba en el kiosco”, dijo el papá del nene de 7 años.