Tiene un hijo electrodependiente y le llegó una factura de luz de $2.350

A mediados del mes de julio, Perla Herrera se dirigió a las oficinas comerciales de Edenor, ya que debía renovar la tarifa social que le fue otorgada por tener un hijo electrodependiente.  Allí le informaron que el monto a pagar de su era superior a los 2 mil pesos. Realizó los reclamos correspondientes y, con la factura ya vencida, espera que no le corten el servicio. “La plata no alcanza y siempre hay imprevistos que empeoran nuestra economía, con honestidad y vergüenza, digo que no puedo pagar ese importe de luz.

A mediados de julio, Perla Herrera se dirigió a las oficinas comerciales de Edenor, para realizar el trámite de renovación de cuenta electrodependiente, ya que su hijo Enzo, de 6 años vive conectado a un respirador. Una vez en el lugar, la mujer presentó la documentación correspondiente y consultó por su última factura, que no había llegado a su hogar.

En ese momento se enteró que el monto que debía pagar era de $2350. “Me quedé sorprendida, porque el año pasado, con todo el lío que se armó con el tarifazo y que después se dio marcha atrás, a mi me había quedado saldo a favor, porque preferimos primero pagar y luego hacer el reclamo”, explicó Perla.

En la  última factura, la mujer todavía tenía cerca de $500 a favor en su cuenta. “Pregunté si podían corroborar y me dijeron que ese monto ya tenía el descuento del saldo a mi favor, que la factura original llegaba casi a los $3.000”. Y es que por el “alto consumo”, el beneficio social fue suspendido.

“El problema que tuve, es que por el frio tuve que comprar un caloventor y según me dijeron después, consume mucho. Además ellos hacen la comparación con el periodo anterior y para mantener el beneficio tenes que haber consumido entre un 10 y un 20 por ciento menos, lo cual es imposible”, explicó Herrera.

“Mi marido tiene un sueldo de operario de limpieza y sabemos que todo aumentó mucho este año. Tengo otro hijo de 16 años y a mi mamá de 80. Tenemos la construcción de la habitación, porque todas promesas de ayuda se esfumaron. Así que en resumen, no llego al 10 de cada mes”, explicó Herrera.

En la misma línea, la mujer agregó: “la plata no alcanza y siempre hay imprevistos que empeoran nuestra economía, con honestidad y vergüenza, digo que no puedo pagar ese importe de luz. Vivimos con la angustia de conservar el trabajo, que nada se rompa y que ninguno de nosotros se enferme, porque no sé cómo haríamos”.

Enzo padece una encefalopatía crónica no evolutiva y se encuentra en internación domiciliaria desde los 9 meses. Está conectado a un respirador y necesita estrictos cuidados por su delicado estado de salud.

Además de respirador, el pequeño utiliza una bomba de alimentación, un oxímetro, un concentrador de oxígeno, un saturómetro, un cardidesfifrilador, un  aspirador de secreciones y un colchón anti escaras.

Perla Herrera realizó el reclamo correspondiente ante el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), y desde el organismo le explicaron que un registro nacional de electrodependientes, de lo cual se ocupa el Ministerio de Salud, pero en la cartera no supieron darle una respuesta.

Además desde el ENRE  aseguraron que Edenor no debería haber suspendido la tarifa social, por tratarse de una cuenta electrodependiente. Si bien la mujer ya realizó los reclamos correspondientes, aún no tuvo una respuesta.

Con la factura vencida desde el 26 de julio, Perla Herrera sólo espera que no le corten el suministro. La mujer forma parte de un grupo de padres que viene luchando por la Ley de Electrdependientes, y  desde la organización le entregaron un adhesivo que se coloca en el medidor, indicando que se trata de un domicilio en el que hay una persona que necesita la energía eléctrica para vivir y que el servicio no puede ser cortado.

 

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