El empresario inmobiliario tenía 76 años y en abril de 2016 fue abordado por delincuentes que habrían intentado secuestrarlo. Intentó escapar y los sujetos efectuaron tres disparos, uno de los cuales perforó la arteria femoral. “Nunca hubo detenidos, ni sospechosos”, lamentó el hijo de la víctima.
reconocido empresario inmobiliario de González Catán. El 19 de abril de 2016, llegaba a su domicilio y fue abordado por al menos dos delincuentes que lo amenazaron con armas. El hombre intentó escapar en su vehículo, pero recibió tres disparos, uno de ellos le perforó la arteria femoral. Murió apenas llegó al nosocomio más cercano. A dos años del brutal crimen, no hay detenidos, ni sospechoso alguno. “En el expediente hay muchos datos, información, pero están ahí. No se mueven”, dijo Sebastián Sosa, hijo del empresario asesinado. Los ladrones escaparon sin robar nada en una camioneta Volkswagen Amarok., que según se supo después, había sido robada en Villa Luzuriaga.
El caso quedó a cargo del fiscal Carlos Arribas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios del Departamento Judicial La Matanza y el hijo de la víctima fue crítico con el trabajo de investigación llevado adelante.
“El fiscal no fue a la escena del crimen y, con cámaras de seguridad que no funcionaban, la causa no avanzó”, contó. Además, Sosa (h), explicó que su familia se presentó en la causa como particular damnificado, y desde ese lugar presentaron sus propios elementos para la investigación. “De hecho los pocos datos que hay en la causa, los aportamos nosotros. Quienes debían investigar, no hicieron nada. No tenemos esperanza de que se haga Justicia”, aseguró.Al ser un reconocido empresario de la zona, el crimen de Sosa movilizó a la comunidad de González Catán. Fueron otros comerciantes los que colaboraron para buscar pruebas, buscando en sus propias cámaras de seguridad. “Así pudimos reconstruir el recorrido de la camioneta y detectamos que no fue un intento de robo al voleo, que hubo inteligencia, porque a mi papá lo quisieron secuestrar”, dijo el hijo de la victima, que tenía 76 años.
“La inseguridad está siempre latente”
“Siempre hay algún familiar de victima acercándose a reclamar a la comisaría, pidiendo Justicia, seguridad. El tema está siempre latente y la situación no ha mejorado, sino que por el contrario empeoró”, dijo Sebastián Sosa con respecto a cómo se vive en González Catán. De hecho, al cierre de esta edición se daba a conocer que un hombre de 40 años fue asesinado cuando delincuentes lo abordaron para robarle la moto. El hecho ocurrió alrededor de la 1 de la madrugada del miércoles 3 de abril, en la intersección de las calles Simón Pérez y Matorras. La víctima fue identificada como Fidel Rojas de 40 y recibió dos disparos por la espalda.
Fue trasladado de urgencia hacia el hospital Simplemente Evita del KM 32 pero falleció antes de llegar al nosocomio.Este último hecho, movilizó nuevamente a los vecinos y comerciantes que se acercaron a la Comisaría de González Catán para exigir más seguridad. Desde la dependencia policial, se comprometieron a ampliar los operativos y rastrillajes. En tanto, los miembros de la comunidad no descartan llevar adelante marchas para reforzar el reclamo. “Uno puede aceptar que hay sectores que se caen del sistema y recurren en la delincuencia, lo que no se puede aceptar, es que desde el Estado no haya prevención. Nosotros nos sentimos totalmente abandonados por el Estado en todos los niveles, municipal, provincia y nacional”, lamentó el comerciante que luego de la muerte de su padre fue victima de hechos delictivos.
Fue la Comisión de Acompañamiento de Familiares de Víctimas (CAFAVI), con sede en la localidad de Virrey del Pino, la entidad que desde el crimen de Jorge Sosa contuvo a su familia. La ONG brinda asistencia a las familias y víctimas de diversos tipos de violencia. “Nos orientaron en el camino a seguir. Nosotros pudimos hacerlo, pero hay que quedan en el dolor y no se mueven o que no tienen las herramientas para hacerlo”, lamentó Sosa (h).