Suspensión de clases en La Matanza por escapes de gas


La muerte de dos personas en una escuela de Moreno por la explosión de una garrafa, encendió la alarma en toda la provincia. En el Distrito, cerca de 100 establecimientos cerraron sus puertas. Padres, docentes y alumnos, realizaron asambleas y movilizaciones. Exigen controles que garanticen la seguridad de la comunidad educativa.

El 2 de agosto último, la Escuela Nº 49 Nicolás Avellaneda, del barrio San Carlos, en el partido de Moreno, fue escenario de la peor tragedia. Eran las 7.45 cuando explotó una estufa, provocándoles la muerte a la vicedirectora y al portero del establecimiento. Las victimas, identificadas como Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, se disponían a preparar mate cocido y té para los alumnos. Faltaban 20 minutos para que los chicos ingresen al establecimiento. Según los primeros datos de la investigación, fue una pérdida de gas en una garrafa que alimentaba una estufa, lo que provocó el estallido. La causa quedó a cargo de la UFI N° 8 de Moreno. La tragedia, encendió la alarma e intensificó los reclamos por las pésimas condiciones edilicias de las escuelas públicas de la provincia de Buenos AiresEn este marco, establecimientos de La Matanza, decidieron suspender las clases por problemas en las instalaciones de gas. “Desde lo que sucedió en Moreno, la provincia entró en un estado de convulsión.

En el caso particular de La Matanza, corrieron como reguero de pólvora las asambleas con padres, docentes y estudiantes en caso de secundarias y técnicas”, contó Norberto Mendiolar, docente de la Escuela Técnica Nº1 de Virrey del Pino y delegado de SUTEBA. Al cierre de esta edición, alrededor de 100 escuelas continuaban con las clases suspendidas por problemas en el suministro de gas. Los problemas de infraestructura priman en la mayoría de los establecimientos, a los que se le suman irregularidades en el sistema de electricidad. “A nivel provincial el número de escuelas en las que se suspendieron las clases ascendió a 850, es decir que La Matanza tiene cerca del 10 por ciento de los establecimientos de la provincia de Buenos Aires con suspensión de clases”, indicó el docente.

En el caso de la escuela de Moreno en la que ocurrió la explosión, había numerosos reclamos presentados a las autoridades del Consejo Escolar de ese Distrito. De hecho, la tarde anterior, Sandra Calamano había permanecido en el establecimiento hasta las 19.00, esperando a un gasista que visitó la escuela y no advirtió el problema. “Esta tragedia puso en evidencia el peligro real que existe en los establecimientos. No debería ser así, hay entes, organismo y funcionarios responsables de velar por la seguridad de la comunidad educativa”, remarcó el docente. Según la investigación en curso, el gasista enviado por el Consejo Escolar de Moreno, único detenido por el hecho, no contaba con la licencia correspondiente para desempeñar su tarea en establecimientos educativos. El reclamo por problemas edilicios de la Escuela Técnica de Nº 1 de Virrey del Pino, es uno de los más antiguos de La Matanza. “Se detectó fuga de gas en varios pisos, con peligro inminente”, detalló el docente. Ante esta situación y tras la realización de asambleas, en el establecimiento se suspendieron las clases y se realizaron protestas y movilizaciones, para exigir, una vez más, soluciones definitivas a los problemas de infraestructura. “Hasta el momento la ‘solución’ que encontramos fue cerrar la llave de paso de gas, la que viene de la calle. Retrocedimos 20 años y estamos sin calefacción, sin la posibilidad de calentar comida o un mate cocido para los pibes”, señaló Mendiolar. Luego de la tragedia, SUTEBA emitió un informe en el que pone en evidencia “los gravísimos problemas que hay en los servicios de gas, agua y electricidad, además de la estructura edilicia de las escuelas”.

En el documento, el sindicato docente advierte que “estos problemas ponen en serio riesgo la salud de los alumnos y trabajadores de la educación, por eso es necesario que el Gobierno Provincial escuche nuestros reclamos de una vez por todas y trabaje para garantizar condiciones dignas de enseñanza y aprendizaje”. Los sondeos realizados por el gremio, indican que el 61,3 por ciento de las instalaciones de gas no se encuentran en perfecto estado de conservación y funcionamiento, que el 67,1 por cienot de los artefactos no están en buen estado, y que en el 75 por cienot de los casos no se realizan controles sistemáticos sobre este servicio. Tras la explosión en la primaria Nº 49 de Moreno, el Gobierno de l provincia ordenó inspecciones en más de 200 establecimientos de ese Distrito. En tanto, en La Matanza, también se espera que se realicen controles que garanticen la seguridad de docentes y alumnos. “En la mayoría de los casos, las inspecciones no han llegado. Esto se da en un marco de precariedad en el que prima el recorte presupuestario. En La Matanza, lo que trascendió, es que sólo hay tres gasistas matriculados para prestar servicio en los más de 800 establecimientos educativos que tiene el Distrito”, remarcó Norberto Mendiolar.

Comunidad unida

“Luego de la tragedia todos hicimos la evaluación de qué podría haberse evitado. Esto no fue una tragedia, fue negligencia, un crimen”, destacó Patricia Riquelme, docente de la Escuela Secundaria Básica 15 de Virrey del Pino. La muerte de dos personas en un establecimiento educativo, conmovió a toda la comunidad y puso a todos en alerta. “Empezó a darse dentro de las escuelas, la desnaturalización de las situaciones que venimos afrontando día a día”, señaló Riquelme. La docente aseguró que, en este proceso, “se dio algo muy rico, que fue el acercamiento con la comunidad, algo muy necesario, porque no sólo somos nosotros lo que sufrimos el abandono del Estado, son los alumnos”. En la ESB Nº15, también se realizaron asambleas y en ese marco, fueron los padres los que impulsaron la suspensión de las clases, poniendo en primer plano salvaguardar a sus hijos. Durante las asambleas, los docentes invitaron a los padres a recorrer las instalaciones del establecimiento. “Vieron el estado de los baños, de las estufas y en plena reunión explotó un porta lámparas”, contó la docente. En el caso de la ESB Nº15, se detectó una fuga de gas en el regreso a clases tras el receso invernal. En tanto, Riquelme informó que “no se están brindando las soluciones concretas que necesitamos, entendemos que sin una partida presupuestaria adecuada, eso es imposible”. Las clases en la escuela continuaban suspendidas al cierre de esta edición, mientras esperaban una cuadrilla que verifique las condiciones edilicias de establecimiento. e tenemos que mantener”.

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