Es en el barrio Provincias Unidas, de González Catán. Hace décadas, la zona perdió conectividad y desde entonces no hubo avances. El asfalto es uno de los pedidos de los vecinos que data de largos años.
Terminaba la década de los ’80 y con la llegada de Carlos Menem al Gobierno los vecinos del barrio Provincias Unidas, de González Catán, tendrían una sorpresa. La calle Comodoro Py, en intersección con Ernesto Bavio fue cortada por un paredón aduciendo que parte de esa arteria pertenecía a una vieja estancia en la que hoy se encuentra un paseo comercial. Desde entonces, ningún avance hubo en esa zona de La Matanza.
En 2015 los vecinos comenzaron los trámites para intentar ingresar en el plan de asfaltos que había sido ejecutado desde el gobierno kirchnerista. Sin embargo, la llegada de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal detuvo las obras.
A comienzos de 2017, los vecinos volvieron a la carga para pedirle al Municipio que se realizaran los cien metros de asfalto comunitario, una obra que fue realizada en casi la totalidad del barrio.
En enero de aquel año, les informaron que se iban a ejecutar a futuro los asfaltos que ya estaban “con contrato”, es decir, que la obra fue licitada. Pero en el caso de los frentistas de Comodoro Py, entre las calles Bavio y Bacón, si bien el pedido ya había sido ingresado, no hubo licitación de la obra. “Nosotros queremos pagar la obra. El problema es que no se ejecutó de ninguna manera, no gratis, ni cubriendo los gastos”, remarcó Alejandro Martínez, uno de los frentistas.
El “Plan Municipal de Obras de Pavimentación”, creado a través de la ordenanza Nº 15.541 y coordinado por la secretaría de Obras Públicas local, establece que el 50 por ciento del valor total del proyecto es subsidiado por el Municipio y el otro 50 por ciento lo abonan los vecinos con facilidades de hasta 60 cuotas fijas.
La gestión del vecino es directa con el Municipio a través de la Unidad Ejecutora de Pavimentos, quienes se encargan de asesorar y coordinar con los vecinos los avales. La dependencia se encuentra en Entre Ríos 3058 en la localidad de San Justo.
Para acceder a los asfaltos comunitarios se debe contar con el aval expreso del 70 por ciento de los vecinos de la cuadra, como así también con la factibilidad hidráulica que garantiza que luego de realizado el pavimento no se rompa por excedentes de agua. Esta última condición es indispensable, por tal motivo muchos de los pavimentos que se realizan se pueden hacer luego de terminada una obra hidráulica.
Durante las gestiones llevadas a cabo por el vecino en la Delegación Zona Sur González Catán, se les informó que la obra no se podía llevar a cabo porque previamente debían realizarse obras de desagües, que también faltan en la esa zona, y que de realizarse el asfalto se inundarían. “Luego nos dijeron que del Hidráulica habían venido al barrio y que la obra podía hacerse”, explicó el frentista.
Sin embargo, las contradicciones no solo fueron por la cuestión hidráulica, sino que además, también en la Delegación Sur, les habían informado que la obra se realizaría de manera gratuita y que no era necesario acceder al programa de asfaltos comunitario.
Las dirigencias continuaron y la información fue retrucada. El asfalto sólo llegó hasta la calle Apipé.
Este año el asfalto llegó a otras cuadras del barrio, entonces los vecinos de Comodoro Py fueron nuevamente hasta San Justo para saber en qué había quedado todo. No sólo no había avance en su reclamo si no que nadie sabía de su existencia. Las respuestas fueron variadas: “Primero nos dijeron que el asfalto no podía realizarse porque en la esquina de Comodoro Py y Bavio hay tres familias que tomaron la zona y la calzada se redujo a la mitad; después nos explicaron que podían asfaltar de todas maneras pero lo harían sin cordones y el asfalto llegaría hasta donde se encuentran las casas de esas familias, y finalmente otra vez nos dijeron que la empresa no podía hacer la obra”, comentó Martínez.
El vecino se quejó por considerar “no sólo una falta de respeto el hecho de que nadie sabe sobre un tema que venimos reclamando desde hace años, sino también porque somos los vecinos los que tenemos que movilizarnos hasta San Justo, con todos los gastos que ello implica, para que todo termine de una oficina a la otra”.
Según contó Martínez, el último trámite que hicieron los vecinos fue “una carta para la intendenta (Verónica Magario) en la que le pedimos que intervenga para que las tres familias que se encuentran en esa esquina puedan ser reubicadas y así podamos tener la obra”. En ese sentido, tampoco hubo ninguna respuesta.
“Esta parte del barrio quedó abandonada”, se quejaron vecinos, ya que no solo se quedaron fuera de la pavimentación de calles en el barrio, sino que además continuamente tiene problemas con la luminaria pública, mala recolección de residuos y la falta de zanjeo en la zona.