El gobierno de Brasil acusa a los policías de la violencia y teme más protestas

El gobierno de Brasil acusó a los policías en huelga de generar violencia y atemorizar a la población para obtener sus reivindicaciones y teme que la protesta se extienda a Río de Janeiro y otros estados en vísperas del Carnaval, tras el fracaso de ayer en las negociaciones en Bahía.

«Asistimos a un aumento de situaciones de vandalismo en estas huelgas», dijo el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, citado por el diario Estado de Sao Paulo.

Agregó que hay «un aumento de situaciones que buscan sembrar el pánico entre la población, actitudes inaceptables de parte de policías».

En nueve días de huelga policial en Bahía, se han registrado 120 asesinatos, la mayoría en su Capital, Salvador, además de robos, saqueos, tiroteos e incendios de vehículos y comercios, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública de este Estado, con un promedio de 15 asesinatos diarios, más del doble del promedio del 2011 (6,2).

Ocho personas que vivían en las calles fueron asesinadas el mismo día, el viernes pasado, entre ellos una mujer que amamantaba a su bebé de siete meses en una plaza del centro de Salvador.

El gobernador Jaques Wagner, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), sugirió que los huelguistas de la Policía Militar (PM) pueden estar ligados a esta masacre, que es investigada por la Policía Civil, y los acusó de intentar intimidar a la población.

«Fueron asesinadas personas que viven en la calle. No tengo cómo acusar a éste o aquel, pero esto forma parte de una táctica», dijo Wagner a la televisión O` Globo.

Los huelguistas de la PM «tienen incluso un documento en el cual queda claro que la idea es amedrentar a todos, inclusive al gobernador», denunció.

Wagner sostuvo que algunos policías en huelga recorren las calles encapuchados, disparando tiros al aire mientras circulan en moto y detienen autobuses para amenazar a los pasajeros.

Por su parte, empresarios y feriantes de Salvador presionan al gobierno bahiano para que acepte todas las exigencias de los policías huelguistas, incluida la amnistía a sus líderes, porque temen que fracase el Carnaval y arruine sus perspectivas económicas.

El gobierno federal teme que la huelga policial se extienda a Río de Janeiro, en vísperas de su afamado Carnaval que atrae a millones de turistas, donde jefes de la PM lanzaron un llamado a huelga para este viernes, y también a estados como Pará, Paraná, Alagoas, Espirito Santo y Río Grande do Sul, entre otros.

En Río, un proyecto de ley sobre un alza de salarios policiales propuesto por el gobernador Sérgio Cabral, del oficialista Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), para tratar de eliminar la amenaza de huelga, debe ser votado mañana jueves por la Asamblea Legislativa local.

En tanto, las negociaciones entre el gobierno de Bahía y los policías huelguistas -unos 300 de los cuales ocupan desde hace nueve días el parlamento local- fracasaron ayer martes, especialmente por la oposición del gobernador a amnistiar a 12 líderes que resisten la detención que dispuso la Justicia en su contra.

El gobierno de Bahía acepta el alza salarial que demandan los policías, pero progresivamente, en tres años hasta el 2014, mientras dos de los 12 líderes de la protesta ya fueron apresados.

Al conocer el fracaso del diálogo, los manifestantes que apoyan a los huelguistas y se encuentran acampados frente al parlamento de Bahía comenzaron a cantar: «¡Oh, oh, oh, se terminó el Carnaval!».

Wagner aseguró no obstante que el Carnaval de Salvador se realizará como está previsto la semana próxima, y que su seguridad será garantizada por 20.000 policías del interior del Estado.

Según las autoridades, menos de un tercio de los 31.000 policías de Bahía están en huelga. Para restablecer el orden, 3.500 efectivos del ejército y policías de élite fueron desplegados en la ciudad.

Unos mil hombres del ejército cercan la Asamblea Legislativa de Bahía, donde unos 300 miembros de la Policía Militar se mantienen en huelga, junto a 10 de sus líderes y algunos familiares, aunque ayer dejaron salir a decenas de niños y adolescentes, así como a algunas mujeres.

El líder de los huelguistas de Bahía, Marco Prisco, que integra el opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y se encuentra en la sede del parlamento estadual, es un rival político del gobernador Wagner.

Frente a la amenaza de una «epidemia» de huelgas en el país, como las definió la agencia O`Estado, el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff desempolvó un proyecto de ley del 2007 que ella frenó cuando era jefa de la Casa Civil (jefa de Gabinete) con Luiz Inácio Lula da Silva.

Ese proyecto restringe el derecho de huelga de los funcionarios que cumplen servicios esenciales y exige en todos los casos un mínimo de 40 por ciento de su personal cumpliendo sus funciones, así como una información a las autoridades competentes con 72 horas de anticipación.

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