El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció un recorte de 10.000 millones de euros en las áreas de sanidad y educación, así como privatizaciones en el sector financiero y reformas estructurales en pleno recrudecimiento de la crisis de deuda que afronta España.
Las nuevas medidas, que serán presentadas a la Unión Europea (UE) este mismo mes, llegan después de que la oposición denunció a Rajoy de querer privatizar la sanidad pública tras el anuncio de una propuesta para que las rentas más altas paguen por este servicio.
“Hay que abrir el debate de si debemos proveer todos los servicios sanitarios gratuitamente a un señor que gane 100.000 euros», aseguró hoy el Ministro de Economía español, Luis de Guindos, en declaraciones a la emisora Cadena Ser.
El responsable de Economía explicó que el Ejecutivo no contempla establecer el “copago sanitario”, es decir, la introducción de una tasa por acceder a consultas y otros servicios –ya vigente en Cataluña-, pero si “establecer un pago progresivo en función de la renta”.
Aunque la medida fue presentada bajo una fórmula progresiva, el opositor Partido Socialista (PSOE) y otros grupos de la izquierda parlamentaria coincidieron en que el PP está dinamitando el sistema universal y gratuito abriendo la puerta a la privatización o al copago.
En medio de una ola de críticas, el derechista Partido Popular (PP) de Rajoy salió a corregir las palabras del ministro de Economía y por medio de su vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, aseguró que la “gratuidad del sistema sanitario está garantizada”.
“De Guindos ha hecho una reflexión personal tras rechazar el copago”, dijo Floriano en conferencia de prensa.
Sin embargo, horas más tarde, el Ejecutivo emitió un comunicado en que arrojó más dudas al anunciar nuevos recortes en materia de sanidad y educación, que cifró en un ahorro en de 10.000 millones de euros, en el marco de nuevas “reformas estructurales”.
Las medidas, contempladas en el programa de Estabilidad 2012-2015 y un programa Nacional de Reformas para este año que Rajoy presentará a Bruselas, “incluirán privatizaciones y reformas orientadas a racionalizar los costos y la mejora de la competitividad y la flexibilidad de la economía española”, dice la nota.
En el ámbito financiero, “se decidió proceder a la aceleración de la venta de las entidades financieras con participación mayoritaria del sector público”, precisó el Ejecutivo al término de las reuniones que Rajoy mantuvo con su equipo económico y ministros de las carteras afectadas por los ajustes.
Ante el crucial anuncio, el PSOE exigió que Rajoy comparezca en el Congreso para explicar los nuevos ajustes.
El líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, había acusado previamente a Rajoy de “confundir” a los ciudadanos con la posibilidad de establecer el “copago sanitario” así como otras fórmulas “preocupantes” que “caminan hacia la privatización” del sistema público sanitario.
En ese sentido, Rubalcaba exigió al presidente del gobierno que aclare sus propuestas, al tiempo que defendió la sanidad pública española que calificó como “la joya de la corona” de los servicios públicos españoles.
Asimismo, el líder socialista acusó a De Guidos de utilizar el tema de la reforma del sistema sanitario para “tranquilizar a los mercados”, que presionan a España exigiendo nuevas reformas de corte neoliberal.
Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, dijo que el Ejecutivo pretende “cambiar de un modelo universal para todos, independientemente de la renta, a un modelo que pretende eliminar una parte del sistema”.
“De Guindos, al parecer, ignora que la sanidad se financia con impuestos según la renta, y propone el repago para ricos», escribió el diputado de IU en su cuenta de Twitter.
El anuncio de las reformas en sanidad y educación, dos áreas sensibles para los ciudadanos, llegan en un momento en que España vuelve a estar en el foco de los inversores, que dudan de su capacidad para hacer frente a sus deudas.
España se comprometió a reducir este año su déficit público del 8,5% del PIB hasta el 5,3% -meta fijada por la UE- y con ese objetivo aprobó el mayor ajuste de la historia desde el final del franquismo y una reforma financiera y laboral, que abarata y facilita el despido, y que fue rechazada con una huelga general el pasado 29 de marzo.
A pesar de que las medidas aprobadas siguen las recetas exigidas por la UE y el FMI, los mercados mantienen la prima de riesgo o riesgo país de España al límite del rescate, por encima de los 400 puntos.
En este escenario de incertidumbre, el PP se atreve a plantear la históricamente resistida privatización del sistema sanitario con el argumento de que el sistema es deficitario.
“Se acumularon deudas por más de 15.000 millones de euros en las comunidades autónomas», dijo el ministro sobre la situación del sistema sanitario español, que está descentralizado y, por lo tanto, depende del presupuesto de los gobiernos regionales, en su mayoría en manos del PP.
De Guindos subrayó además que las comunidades autónomas no pueden seguir generando déficit, que es lo que mantiene a España en la mira de los mercados.
Se trata del mismo discurso esgrimido en los años 90 por los defensores del libre mercado para privatizar servicios públicos esenciales en todo el mundo y, especialmente, en Latinoamérica, siguiendo las recetas neoliberales del Concierto de Washington planteadas por el FMI.