Comunidad educativa creó actividades que apuntan a integrar a los jóvenes

 

Autoridades de la secundaria Nº 69 de la localidad de Ciudad Evita, idearon un plan para contener a los jóvenes de la zona. Trabajan con el único objetivo de lograr la integración de los barrios e incentivar a que terminen los estudios.

Por Susana Jara

sjara@periodicosic.com.ar

Las problemáticas que predominan en la zona son “la violencia barrial, inseguridad, deserción escolar y embarazo adolescente”, aseguró en diálogo con S!C Bruno Sayavedra, director de la escuela.

Ante este panorama y la ausencia de políticas sociales que lleguen a los barrios decidió tomar la responsabilidad de revertir algunas situaciones, el plan es el de “promover una serie de actividades culturales y deportivas para concentrar a los estudiantes e invitarlos a seguir sus estudios. Como así también, brindar apoyo psicológico”, detalló el directivo.

La escuela secundaria Nº 69, se encuentra ubicada en Avenida Central 1000, barrio BID, Ciudad Evita, y con pocos años de existencia ya se convirtió en un lugar de contención para sus estudiantes.

En esta línea Sayavedra, explicó que la institución trata de ofrecer “alternativas a los chicos”, tarea que realizan “desde inducirles a que apuesten al trabajo, al estudio y a la continuidad de su formación”.

Además recalcó que, “si bien hay situaciones de adicción y violencia en la escuela, estas  son aisladas, el tema es el afuera”, lo que se evidenció en hechos de inseguridad donde “hubo episodios de robos a profesores y alumnos”.

Estas realidades provocaron que desde el establecimiento educativo se organicen para ofrecer actividades deportivas y artísticas y así encontrar una posible solución. El director indicó que se trata “de ofrecer talleres que tienen que ver con cuestiones que a los jóvenes les interesen, murgas, talleres literarios, actividades manuales, arte, son distintos abanicos que intentan captar a los jóvenes y alejarlos del consumo de drogas”.

Estos esfuerzos se vieron concretados el año pasado cuando se logró implementar deportes y un taller que actualmente funciona en la escuela media 24, de esa misma zona.

Según detalló “el problema de inseguridad se genera porque hay mucha desconfianza entre los tres barrios, barrio BID, 22 de Enero y la gente de Puerta de Hierro en Villegas, son barrios en los que están, constantemente, circulando de una zona a otra y están enfrentados. Y a fin de lograr la integración entre ellos, impulsamos a que intercambien historias, experiencias entre ellos y entiendan que son pibes con las mismas necesidades e inquietudes”.

Es por eso que el año pasado, “hicimos tres encuentros deportivos con alumnos de las distintas escuelas de los barrios que nombré, y nos encontramos con que todo el evento sucedió en paz y jugaron mezclados”.

Pero admitió que es un camino largo y que “aún falta un montón, pero vamos en camino de generar estas alternativas sociales, entendemos que estos son los primeros pasos”.

Un caso entre muchos

Una estudiante de 14 años, madre de dos niños se encontró con la terrible perdida de su  bebé de un mes de vida y ante la dificultad social en la que se encontraba la única alternativa que encontró fue la de acercarse a pedir ayuda y asesoramiento a la escuela.

En este tema Sayavedra recordó que en un principio, antes del fallecimiento del bebé la joven “empezó a tener inasistencias reiteradas y a través del equipo de orientación nos contactamos con ella. Decidió no rendir la materia que adeudaba porque no podía con sus dos hijos y dijo que el secundario lo realizaría después”.

Pero en febrero de este año, la adolescente se acercó a la institución “desesperada para avisarnos que hacía cuatro días había falleció su bebe, nos pidió ayuda porque no sabía qué hacer, cómo hacer los trámites de defunción”, relató.

Luego agregó que desde su lugar se encargó de contactarla con Desarrollo Social y “justo dio la casualidad que el día que nos enteramos estaba trabajando acá gente del programa Envión y le pudimos dar intervención en el instante”.

Por estos días la situación social de la menor y su familia “está siendo monitoreada por gente de Desarrollo Social y la chica tiene ayuda psicológica y médica”, aseguró.

La joven mamá no abandonó su escolaridad “viene con asistencia perfecta, aunque está bajoneada por todo lo que vivió. Por suerte, la contención funcionó bien y salió adelante, pero es duro porque ella está sola”.

 

La escuela también tiene sus necesidades

La Secundaria se encuentra conformada de 1° a 6° año con modalidad en artes visuales, y comparte el edificio con la primaria  N° 171, y ante la gran cantidad de matriculados, existe un gran déficit en el espacio. Según describió el directivo “estamos a la espera de la construcción de aulas”.

“Necesitábamos un aula, que nos prestó la primaria. Ha venido gente del Consejo Escolar a relevar las cosas que hacen falta, solo faltan que hagan las obras. Tenemos el presupuesto aprobado para la construcción de cuatro aulas, falta que determine la Provincia qué empresa se va a hacer cargo de la construcción”.

Un logro para los estudiantes

Por otra parte, desde la escuela Nº 65 La Rosita, del barrio SADOP en Ciudad Evita, se encuentra desde hace más de dos años, a la espera de la construcción de cuatro aulas más que le permitan a los estudiantes cursar sus estudios de una manera más ordenada.

Los alumnos que cursan en esa institución coincidieron, en que la situación con la que se encuentran es “incómoda” y que genera tener clases “en lugares inadecuados, tales como el comedor, la biblioteca, el pasillo”.

El estudiante Leandro Barretti, relató a S!C que “hace tiempo que venimos reclamando las aulas, queremos terminar de cursar en las mejores condiciones .

La comunidad educativa en su conjunto lucha desde hace años por mejorar el espacio educativo, en este caso Graciela Suárez, se quejó por la manera en que su hijo debe asistir a clases, ya que durante meses debió cursar sus materias en el comedor de la escuela.

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