El procurador general acusará hoy contra 38 políticos, empresarios y funcionarios por la presunta compra de votos en el Congreso Nacional entre 2003 y 2004. El procurador general de Brasil, Roberto Gurgel, presentará hoy las acusaciones contra los 38 presuntos implicados en un supuesto esquema de corrupción relacionado con compra de votos de legisladores, develado en 2005 y conocido como el escándalo del «mensalao».
Gurgel leerá los cargos en el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, que ayer inició un proceso jurídico contra 38 políticos, empresarios y funcionarios por presunta corrupción a comienzos del mandato del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Hace cinco años, el STF aceptó una denuncia de Gurgel contra esas personas, por el supuesto delito de haber comprado votos de legisladores en el Congreso Nacional entre 2003 y 2004, hecho nunca probado, pero muy utilizado por la prensa para cuestionar la gestión de Lula.
El actual proceso del STF es señalado por algunos sectores como un show mediático que intenta debilitar al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de cara a los comicios regionales de octubre, más si se tiene en cuenta que el final del proceso casi coincidirá con las elecciones.
Se estima que hoy, además de explicitar los cargos, Gurgel pedirá condenar a 36 de los 38 presuntos involucrados, señalados de cometer los delitos de formación de cuadrilla, peculado, corrupción activa, corrupción pasiva, lavado de dinero, gestión fraudulenta y evasión de divisas.
Según los autos del proceso, el procurador general ya indicó que no existen pruebas contra dos de los supuestos implicados, Luiz Gushiken y Antonio Lamas, reseñaron la agencia Prensa Latina y la estatal ABR.
Ayer, por 9 votos contra 2, los magistrados del STF rechazaron un pedido de la defensa para dividir el juicio en dos, lo que hubiera llevado a la mayoría de los señalados a ser procesados por un juez de primera instancia y solo a tres a ser juzgados por el máximo tribunal brasileño.