Crece el trabajo en red: “Nos damos cuenta que solos no podemos”

La red Entretejiendo Vidas empezó a funcionar como tal desde el 2007, con el objetivo de trabajar mancomunadamente entre distintas organizaciones para satisfacer las demandas de los jóvenes de distintos barrios.

Por Maricel Pisa
mpisa@periodicosic.com.ar

Ante las necesidades de los más jóvenes, las organizaciones que venían trabajando en distintas disciplinas se daban cuenta que a veces existían determinadas temáticas que no las podían abordar, o no de manera íntegra. Es por eso que las distintas instituciones, entre ellas, Organizaciones No Gubernamentales (ONG), escuelas públicas, salas de salud y vecinos se autoconvocaron para comenzar a trabajar en equipo, y así cumplir con la satisfacción de distintas necesidades. De esta manera nace la Red Entretejiendo Vidas en el año 2007.

“Surge por la necesidades que hay, de coordinar acciones, porque nos damos cuenta que solo no podemos, entonces a partir de las necesidades del barrio, de los vecinos, de los alumnos de escuelas, nos dimos cuenta que una sola mirada no alcanzaba”, explica en diálogo con S!C, Gustavo Olszevicki, miembro de la Red.

Una vez que se reunieron los distintos miembros de la comunidad, comenzaron a pensar en cómo poder accionar para solucionar las diferentes problemáticas sociales. “A partir de allí empezamos a pensar juntos, con los vecinos, para buscar pequeñas soluciones a casos generales y a casos individuales de manera articulada (con las organizaciones)”, agrega Olszevicki.

“Para mí es la única forma de trabajar, es la única viable, ninguna organización comunitaria sola puede, para nosotros no hay otra manera, la realidad nos marca que solos no podemos”, define Olszevicki.

El origen

Si bien, el primer paso es dar cuenta de los problemas, el segundo comenzar a pensar acciones para encontrarles una debida solución, y llevar eso a la realidad misma. Los distintos miembros de la Red, tuvieron que empezar a conocerse entre sí, conocer su metodología de trabajo, y su abanico de posibilidades respecto de las temáticas a tratar. Para ello, todos debieron invertir su tiempo, trabajo y esfuerzo. Así lo cuenta Olszevicki: “La conformación en red llevó mucho trabajo, esfuerzo, constancia, y tiempo tratando de ver cuáles eran las organizaciones que había en el barrio, cuáles eran los espacios que funcionaban, a qué población apuntaban y de ahí empezamos a patear los barrios y nos dimos cuenta que había muchas instituciones, pero con la propuesta de unirnos fue mucho más fácil”. El trabajo articulado se realiza “tratando de mejorar la calidad de vida de los barrios por las trayectorias de los alumnos en las escuelas o las problemáticas familiares”, dice Olszevicki.

Quiénes participan

Diferentes sectores de la comunidad son parte de este proyecto que data de cinco años de vida en su conjunto, si bien ciertas instituciones ya se encontraban trabajando en los barrios.

La Red Entretejiendo Vidas se compone por “Organizaciones No Gubernamentales, escuelas públicas de nivel primario, secundario y especial, se sumó una privada, también participa el Municipio (de La Matanza) con el programa Podes, y programas provinciales como el Envión y los Centros de Prevención de Adicciones (CPA), además de la participación de salud desde las salas de los barrios”, da a conocer a S!C Olszevicki.
Todo ello dentro del radio de los siguientes barrios: BID, 22 de enero, Un techo para todos, Gauchito Gil, Tierra y libertad. Más precisamente, Gustavo señala que su trabajo se delimita en Cristianía, Av. Crovara, Rama 4 y Ruta 21.

Cómo trabajan

A la hora de recibir una consulta, o de accionarse a partir de un caso en particular, el miembro de la Red argumenta: “En cada organización hay espacios, para poder captar la atención de esos chicos para sacarlos de la calle o del tiempo libre, para tener ese tiempo ocupado y compartirlo con otras personas”.

Cada sector da la posibilidad de acceder a distintos espacios, pero dependiendo de la necesidad del joven se coordina entre todos los actores sociales cuáles son los lugares que mejor se ciñen a dicha demanda. Puede suceder que “los chicos van llegando a las ofertas de las organizaciones, y los chicos también están en las escuelas, o puede ser viceversa”, cuenta el miembro.

Por ejemplo, Gustavo menciona que “el pedido comunitario es esto de que gran cantidad de los pibes han caído en las adicciones”. Al tiempo que señala, que “los chicos (se acercan) con sus familias y referentes, su entorno familiar, porque la realidad de estos barrios, es que (las familias) son monoparentales o desmembradas”.

Entonces, “cada organización brinda espacios culturales, recreativos, informativos, pedagógicos o de formación, lo que pasa es que el trabajo articulado te permite analizar cada situación individual y coordinar con la organización que mejor creamos entre todos que cubra las necesidades para el joven, en pos de la actividad que brinde y las necesidades de los chicos”, asegura Olszevicki.

Gustavo señala cómo actúan cuando llega un joven que necesita de la Red: “Puede haber un joven que cae en una organización y que está fuera del sistema educativo, y como fuera de la educación no se puede estar por ley, la organización se contacta con las escuelas, cada una tiene una carga horaria, una orientación, una forma de trabajo, a partir de ello se ve cuál es la mejor de acuerdo a las necesidades del chico y a partir de ahí tratamos de coordinar eso con las organizaciones del barrio”.

La próxima jornada

La jornada del miércoles 19 de septiembre es “en función de las miradas y representaciones que muchos tienen de que los jóvenes están perdidos, nosotros queremos mostrar que los jóvenes que están perdidos son la minoría pero sabiendo que algo tenemos que ver con las cosas están cómo están, entonces somos en parte responsables”, detalla Gustavo.La misma se llama “Che pibe, vení y participá”, se desarrollará entre las 10 y 15, en la Plaza del Medio, Av. Central y 700. El evento es un festival artístico y recreativo.

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