La actual defensora lleva todas las de ganar para lo que sería su tercer triunfo consecutivo. No hay muchos candidatos a ocupar el cargo y la modificación de la Ordenanza madre hace que su re-reelección sea casi un hecho.
Por Claudio Kappeler
ckappeler@periodicosic.com.ar
La creación de la Defensoría del Pueblo de La Matanza, una idea de Alberto Balestrini ejecutada años después por Fernando Espinoza, generó lógicas polémicas ni bien se inició el proceso formal para su puesta en marcha. Aquella primera elección reunió a un variado grupo de candidatos generando fuertes expectativas, no solo la designación de quien se haría cargo del flamante órgano durante cuatro años, sino también cómo sería su funcionamiento.
A diferencia de los tiempos que vinieron luego, en 2004 no se sabía con certeza quién ocuparía el cargo, no había una balanza deliberadamente inclinada y, aunque no todos los candidatos tenían las mismas posibilidades, el abanico de opciones era más amplio.
La lista de candidatos era extensa: Carmelo Affatato, Pedro Cabrera, Juan José Calici, Viviana Caminos, Silvia Caprino, José Chmielnicki, Carlos Chocobar, Cristina De Noda, Graciela Hage, Juan Montaño, Julio Perrota, Pablo Pimentel, Roberto Rossi, Reynaldo Saccone, Miguel Ángel Yasky y Carlos Zigriño.
La primera elección
En 2004, la radical Silvia Caprino fue elegida defensora del Pueblo de La Matanza durante una sesión especial del Concejo Deliberante. La exconcejal fue votada -en segunda ronda- por más de dos tercios del recinto y se transformó en la primera defensora del Pueblo que cumpliría mandato durante cuatro años.
Caprino obtuvo, en primera instancia, trece votos al superar claramente a sus perseguidores con los cuales compitió en una segunda ronda. La primera elección fue a través de tarjetas y no se reveló el voto de los concejales.
Tras el resultado de la primera elección se constituyó una segunda nómina integrada por los postulantes más votados. Además de Silvia Caprino, a esta segunda lista accedieron Carmelo Affatato (exconcejal del Frepaso) con tres votos, junto a Roberto Rossi (hoy fallecido exconcejal radical) y Pedro Cabrera (esposo de la exconcejal Amelia Zapata) que registraron un empate con dos votos cada uno. Cabe destacar que si bien no clasificaron, Pablo Pimentel (APDH) y José Chmielniky (dirigente proveniente del radicalismo) obtuvieron un voto cada uno mientras que el resto no consiguió ningún apoyo.
Para definir la contienda, los concejales volvieron a elegir, pero ahora mediante el voto nominal. Esta vez la exconcejal de la UCR arrasó con diecisiete votos a favor y automáticamente fue designada para encabezar la Defensoría.
Los ediles que se inclinaron por la candidata radical fueron Ricardo Fresco, Gustavo Marticorena, Daniel Castro, Daniel Barrera, Gladis Torres, Ester Balcedo, Patricia Marmorale, Félix Medina, Abraham “Toto” Delgado, Carlos Estévez, Hugo Suárez, Carlos Maldonado, Ana Boioli, Domingo Pappini y Fernando Espinoza del bloque PJ y Nedda Abella, por entonces del bloque unipersonal La Matanza.
Apenas elegida, Caprino habló de la “construcción de un espacio junto a todas las organizaciones sociales y políticas del Distrito para llevar adelante la defensoría”. En esos momentos, la designación del personal del área era un tema de debate, y la exconcejal radical manifestó: “Mi idea es que las personas que trabajan en la Defensoría tengan un perfil técnico”. A la vez que agregó: “El defensor del Pueblo debe fiscalizar la gestión administrativa y recibir denuncias de los vecinos para mediar en la solución de los problemas”.
La segunda elección
Cuatro años después, en 2008, una nueva elección para definir quién estaría a cargo de la Defensoría del Pueblo de La Matanza se avecinaba. Pero en esa ocasión ya no había dudas: Silvia Caprino sería reelecta en el cargo.
Los plazos formales corrían y nadie se presentaba como postulante al cargo, ni la propia Silvia Caprino, quien lo hizo recién faltando horas para el cierre de presentaciones. En total fueron seis los candidatos: Pedro Cabrera, Pablo Pimentel, Carlos Chocobar, Sergio Trípodi, Daniel Leaños y Silvia Caprino.
Entonces, la comisión especial del Concejo Deliberante decidió que serían solo tres los aspirantes que llegarían al recinto el día de la sesión final.
En esa elección, Silvia Caprino se alzó con 17 votos, en tanto los candidatos Pedro Sandro Cabrera y Pablo Pimentel recibieron dos votos cada uno. También se revelaron un voto en blanco y dos nulos.
Lo que se viene
Este año sería el último de la exconcejal radical al frente de la Defensoría del Pueblo ya que la Ordenanza 13.368 impedía una re-reelección en el cargo. Sin embargo, el concejal Manuel Atencio (UCR) presentó en septiembre último un proyecto para modificarla, que fue aprobado por el Concejo Deliberante (CD) y permitió que la actual defensora pueda ser candidata por tercera vez.
Al igual que en 2004, no son muchos los candidatos que pretenden quedarse con ese lugar. De hecho, el dos veces postulado Pablo Pimentel decidió abandonar la idea cuando el CD modificó la Ordenanza madre.
Hasta la semana última, eran siete los candidatos a defensores del pueblo que aparecían en las discusión previa a cualquier formalismo. La exconcejal Silvia Balkowsky anunció su presentación aunque no quiso dar detalles de cuál sería el edil que acompañaría esa idea. Damián Pérez Tassone es el postulante del PRO-Peronismo, bloque que encabeza el concejal Fernando Asencio. En tanto que el GEN y Libres del Sur (Gustavo Ferragut y Sandra Oviedo) optaron por la figura del arquitecto Arturo Ter Akopian como candidato. Diana Sacayán, líder del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), finalmente también será postulante, aunque no se conocía todavía qué edil la apoyaría. Desde la Unión Cívica Radical la postulante está cantada, será otra vez Silvia Caprino y no se barajaba la posibilidad de presentar a ningún otro candidato. Desde el bloque Peronismo Federal que compone Adrián Verdini, se presentó como candidato al exconcejal Edgardo Lobos. Mientras que también se conoció la candidatura del abogado de Ramos Mejía Mariano Lizardo.
Casi con un pie en el mes de noviembre, el Concejo Deliberante se apresta a dos sesiones relevantes: el tratamiento del presupuesto municipal para el año próximo y la elección del defensor del Pueblo. En el primer caso se sabe que será aprobado sin mayores inconvenientes y hasta con algún acompañamiento opositor. En tanto que el otro trámite, no parece ser más que eso, un trámite. Ya está definido quién ocupará el lugar y solo resta ver las manos levantadas de la mayoría legislativa.
Qué dijo en su primera asunción
“Desde la institución vamos a acercarnos al pueblo con la impronta personal de la humildad, el respeto y el compromiso con la gente. En este camino se va a tener que construir mucha ciudadanía, y mucho espacio para que la gente comprenda cual es el lugar de diálogo, de la mediación para evitar el conflicto social.
Tenemos un gran respeto por los ciudadanos de La Matanza que tanto sufren todos los días por problemas graves que se tienen en función de un distrito que está creciendo y con dificultades para sobrellevar la carga que históricamente ha tenido.
Seguramente existirá un diálogo profundo con las instituciones no gubernamentales del Distrito y también un permanente contacto con el Ejecutivo municipal y el Concejo Deliberante para transmitirle los malestares que la sociedad haga conocer a la Defensoría. De esta manera vamos a tratar que esta institución sea lo prestigiosa que es en otras partes del país y del mundo.
Las veces que ocupe cargos me tocó el lugar de hablar pero esta vez me toca el lugar de escuchar, y esto quiero hacerlo con toda la responsabilidad y los oídos bien atentos para poder mejorar la vida de los ciudadanos matanceros”.
Formalidades previas
Antes de la sesión en que se designa al defensor del Pueblo, el Concejo Deliberante conforma una comisión especial que se encarga de evaluar comparativamente los curriculums de cada candidato, además de los avales que presentó para su postulación.
En una segunda instancia, los candidatos se presentan ante tal comisión, y uno a uno plantean sus propuestas. Esa entrevista, se constituye como la instancia final para que se lleve a cabo la preselección.
En 2004, intentaron impugnar a Caprino
Apenas asomaba como firme candidata a ocupar la titularidad de la Defensoría del Pueblo, se intentó impugnar la presentación de Silvia Caprino. Por aquellos tiempos causó polémica la aparición de una carta que refutaba la postulación a ese cargo de la dirigente radical, pero que fue desestimada por “no cumplir con requisitos básicos”.
Si bien, la llegada del escrito no fue informada oficialmente, el tema tomó cierto estado público debido a la circulación de la carta por diferentes ámbitos. Según se supo, la impugnación apuntaba a cuestiones vinculadas con fallos del Tribunal de Cuentas dependiente de la Provincia de Buenos Aires en épocas que Caprino ocupaba una banca en el Concejo Deliberante de La Matanza.
La misiva, a nombre de una persona de apellido Pereyra, apareció repentinamente en los despachos de los concejales que conformaban la comisión especial incluido Ricardo Rolleri, quien se encargó de corroborar los datos del remitente. De acuerdo a diferentes versiones, se supo que tras una serie de averiguaciones el nombre de dicha persona no coincidía ni con su DNI, ni con el domicilio que figuraba en la nota, y por ese motivo la impugnación no fue tomada como tal.
El candidato radical que no fue
Mientras que el radicalismo barajaba la posibilidad de presentar como candidato a defensor del pueblo para este año a José “Pepe” Mira, esa chance fue descartada cuando se avanzó en la idea de reposicionar a Silvia Caprino para el cargo.
El único espacio interno que marcó diferencias con este plan fue el que integra Gustavo Barresi, que hasta reconoció que, de ceder terreno en su postura, sería para proponer como candidato a José Mira en lugar de Caprino.
Sin embargo, se conoció que la UCR no debatió en ningún plenario oficial el tema. No se habló de Silvia Caprino como candidato a la re-reelección, y por ende tampoco ingresó a una discusión partidaria la posibilidad de proponer a José Mira.