El ya histórico Carlos Gdansky renunció al cargo y echó culpas hacia afuera. Textiles y Municipales serán los gremios que desde el 1º de abril se harán cargo de la CGT. En tanto que moyanistas y massistas suman gremios fantasmas para su propia central matancera.
Antes de cualquier anuncio se sabía que las cosas venían mal en la CGT La Matanza porque a pesar de los intentos por mantener unida la central gremial, la ruptura se hacía previsible. Cómo mantener la homogeneidad y no jugarse por un modelo político era el objetivo. Pero el fracaso era obvio cuando lo que se pretendía seguir mezclando era kirchnerismo, massismo y moyanismo.
“Lo jodido es que se quiera utilizar al movimiento obrero”, dijo algún comunicador al referirse al tinte político de la ruptura cegetista. Casi coincidiendo con algún líder gremial que parece espantado con la idea de abandonar la hibridez.
¿Cuál es la novedad de que Julio Rubén Ledesma haya mandado romper pretendiendo que su lacayo Ernesto Ludueña sea el máximo líder de la CGT La Matanza? Si se sabe que el diputado provincial todavía mantiene intactas sus ganas de ser intendente y a pesar de su pésima imagen política ruega que Sergio Massa lo elija como precandidato.
Fue en este marco que Carlos Gdansky renunció como líder de la central gremial local y causó sorpresa en todo el paño político. Pero ya anunció que el 21 de abril serán Mario Ortiz (textiles) y Rubén Paulillo (municipales) quienes se harán cargo de la CGT como secretario General y Adjunto respectivamente.
“Ya no tengo más ganas de soportar esta clase de cosas, no tengo edad ni el tiempo para ocuparme de que en lugar de que esto sea una cosa seria, sean manejos tontos, en búsqueda quizá de un espacio para una diputación o una intendencia”, fustigó Gdansky en conferencia de prensa pidiendo que sean, sin nombrar a nadie, “más sinceros” y “no utilizar el movimiento obrero para esto”.
El impresentable Ludueña, en tanto, desde SEOCA busca aglutinar a todos los gremios menores y opositores al kirchnerismo para armar la CGT disidente. En eso están también camioneros y gastronómicos, por ejemplo.
“Esto no le hace bien el peronismo porque si hay algo que necesitaba precisamente el peronismo en el país es la unidad del movimiento obrero. Hay algunos sectores que piensan como las corporaciones multinacionales que toda la vida fueron enemigos del movimiento obrero”, castigó.
Según Carlos Gdansky, “acá hay sectores que no bancan este proceso político nacional que los trabajadores sí estamos bancando porque es el que nos sacó del desastre del 2001, no se puede estar charlando acá con un compañero y después ir a un bar a hablar mal de ese compañero, hasta hubo compañeros de gremios independientes a los que apretaron para que no vengan a esta reunión de hoy”, cuestionó.
“Nosotros no tenemos ruptura, porque la CGT de La Matanza es ésta”, aclaró Gdansky. Desde algunos sectores se quiso responsabilizar del quiebre al intendente y líder del PJ provincial Fernando Espinoza, claro que el terrorismo teórico viene sembrando desde hace varios meses en el Distrito la idea de una implosión puertas adentro del Gobierno municipal y este fue un nuevo capítulo que intentó sumar adeptos.