Casi todos los vecinos que se atendieron en los consultorios inclusivos de los hospitales de La Matanza, Lanús y Morón reingresaron al sistema de salud pública después de 20 o 30 años, lo que refleja la exclusión que sufrió el colectivo LGBT a lo largo de la historia, dijeron responsables de poner en marcha estos nuevos espacios públicos.
El Hospital de La Matanza desde 2010, el Interzonal «Evita» de Lanús desde 2012 y el Municipal de Morón desde hace pocos días tienen un consultorio amigable que busca reparar la mirada discriminatoria sobre el colectivo y ofrecer un servicio con mirada de género y respeto por los derechos humanos.
«La gran mayoría de los integrantes del colectivo que se acercó a recibir atención en Lanús y tenía más de 40 años tenía 20 o 30 sin pisar un hospital. Muchos recordaban que habían sido atendidos en aquella oportunidad cuando estaban en la escuela como consecuencia de alguna campaña», dijo Darío Arias, coordinador de Jóvenes por la Diversidad.
El integrante de esa agrupación estimó que ese dato refleja hasta qué punto el colectivo LGBT fue exluído del derecho a la salud, y cómo esa realidad se tradujo en una precaria condición sanitaria de muchos de sus integrantes «desconocida por la población».
«En una de las primeras charlas que se dieron en el marco de la capacitación y sensibilización de los profesionales y no profesionales del Hospital de Lanús se debatía si no era contradictorio abrir un consultorio destinado al colectivo LGBT», explicó Arias.
El coordinador de Jóvenes por la Diversidad sostuvo que «la integración como sociedad no se logra de un día para el otro y que mientras ese cambio cultural se da, estos espacios generan conciencia y ayudan a visibilizar la problemática».
Ahora, después del camino recorrido en el que el estado nacional hizo de las cuestiones de género una política de Estado, nos parece increíble que esta discriminación haya ocurrido y pensamos que «se puede cambiar» con sólo quererlo.
«Igualmente, no siempre hubo rechazo por prejuicio. Lo desconocido provoca miedo y eso es los que trabajamos en los talleres, donde nos encontramos con profesionales comprometidos con los derechos humanos de las personas», informó Arias.
El integrante del colectivo señaló: «es complejo y difícil comprender por qué tantos dejaron de concurrir al hospital, qué se siente al ser tratado en una consulta ginecológica como si fueras heterosexual siendo gay. O ser llamado a viva voz con nombre masculino cuando la apariencia es de una mujer».
«Vamos a replicar la experiencia en otros distritos del conurbano boanerense. En Lanús, con dos años de trayectoria podemos afirmar que es positivo abrir nuevos consultorios en todos los hospitales», sostuvo el activista de género.
Marisa Ramos, directora de Políticas de Género de Morón dijo que «el consultorio es totalemente gratuito y abrirá todos los viernes de 15.30 a 17.30, sin turno previo».
Se trata de un consultorio de salud inclusivo con perspectiva de diversidad sexual especialmente pensado para el colectivo LGBT, que funciona en la planta baja del Hospital Municipal Ostaciana B. de Lavignolle, ubicado en Pellegrini 622, de Morón.
«Es el primero en su tipo en Morón. Nuestro objetivo en este primer momento es lograr que se acerque la población que por su orientación sexual u identidad de género no ha tenido acceso a la salud», sostuvo la funcionaria municipal.
En ese sentido, Ramos señaló que «fue necesario iniciar una capacitación con profesionales y no profesionales de la salud del hospital y de agentes de áreas como acción social, y derechos humanos».
Los consultorios profundizan la inclusión, accesibilidad y permanencia de personas trans, lesbianas, gays y bisexuales en el Hospital Municipal y en los distintos efectores de salud que dependen de la comuna. (Télam)