El monumento a las víctimas, fue levantado exclusivamente con donaciones de la sociedad. No existió inversión alguna del Estado en este emprendimiento que en un inicio avanzó de manera entusiasmada para luego tener que detenerse un tiempo hasta poder formular nuevas estrategias para generar otros ingresos.
El monumento consta de 30 pancartas rellenas de hormigón que representan a los 30 mil desaparecidos.
Luego de 14 años de trabajo y lucha, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) logró inaugurar el Monumento “30 Mil Mundos” en homenaje a las víctimas y sobrevivientes que pasaron por el exCentro Clandestino de Detención El Vesubio, que funcionó en Puente 12, Camino de Cintura y Autopista Riccheri.
“Estamos felices de haber concretado esta jornada histórica e inolvidable para la comunidad matancera y más allá”, manifestaron desde la APDH.
El titular del organismo de Derechos Humanos local, Pablo Pimentel expresó a los medios que «el monumento es un símbolo de lo que pasó y de lo que no debe pasar nunca más» y detalló que el monumento fue levantado por el escultor Jorge Pourlobek con la ayuda de los habitantes de la zona que donaron distintos materiales metálicos para poder dar vida a la obra.
“El monumento consiste en 30 columnas de hierro que tienen una altura máxima de seis metros y forman un círculo que representa la ronda de las madres alrededor de la Pirámide de Plaza de Mayo”.
Este monumento termina de visibilizar la historia más sangrienta y triste de La Matanza, que se resume en un nombre: “El Vesubio”, en ese centro de tortura y muerte se calcula que (desde 1975 hasta 1978) pasaron por lo menos 1.500 detenidosdesaparecidos, entre ellos el guionista Héctor Oesterheld, el cineasta Raymundo Gleyzer y el escritor Haroldo Conti. Fue un centro clandestino de detención utilizado por el Ejército, que estaba ubicado en la localidad de La Tablada, cerca del cruce del Camino de Cintura con la Autopista Riccheri y junto con la ESMA, tiene el mayor número de operaciones durante la represión ilegal de la dictadura.
Participaron de la inauguración, sobrevivientes del centro de detención, familiares de las víctimas, organismos de Derechos Humanos, la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, la hermana de Luciano Arruga, Vanesa Orieta, y familiares de Gabriel Blanco, asesinado en 2007.