María Elena Medina, deportista de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) que fue trasplantada de un riñón en 2014, clasificó para los XX Juegos Mundiales que se disputarán en Mar del Plata, en agosto.
Medina compitió en el torneo nacional para trasplantados en Mendoza y ganó seis medallas en cinco disciplinas distintas: atletismo, caminata de 3 kilómetros, lanzamiento de jabalina, lanzamiento de pelota y salto en alto. Dado su brillante desempeño, logró la clasificación para el certamen mundial.
María Elena tenía una enfermedad renal crónica y fue trasplantada de un riñón. Por consejo médico, comenzó a hacer deportes en la UNLaM, con su imponente campus para contenerla.
“La Universidad, para mí, es como una bendición. Es una gran suerte estar en este lugar para entrenar, tener las profes que tengo (Analía Resche y Evangelina Salazar). La mayoría de mis compañeros no tiene esa posibilidad”, relata.
La atleta reveló lo difícil que fue enterarse de su enfermedad y estar a la espera para recibir un riñón: “Fue un impacto muy grande tener que modificar mi estilo de vida, porque me vi obligada a empezar a cuidarme en las comidas y a pasar tres veces a la semana por una máquina de diálisis. Pero con el tiempo, lo fui aceptando, porque asumí que tenía que estar bien para cuando llegara el momento del trasplante”.
Luego de seis años y ocho meses le informaron que había llegado el riñón que necesitaba. Fue el 15 de febrero de 2014, fecha que María Elena ya tiene grabada para siempre en su corazón. “Yo celebro dos cumpleaños: el 12 de agosto, que fue cuando nací, y el 15 de febrero, que fue como si hubiera vuelto a nacer”, afirma.
La atleta de la UNLaM tuvo una excelente recuperación, se sumo a la Asociación de Deportistas Trasplantados (ADETRA), comenzó a entrenar en el campus universitario, a ganar medallas en Juegos Nacionales para trasplantados y se clasificó para los próximos Juegos Mundiales donde representará al país.