Funciona en la casa de una vecina, que frente a las necesidades que atraviesan muchas familias decidió brindar ayuda a los más chicos de la zona. “Hay nenes que con el frío que hace, no tienen zapatillas ni abrigos y sí los padres consiguen algo, comen, y si no, no”, relató la impulsora del proyecto.
La crisis social y económica continua afectando a los sectores más vulnerables y muchas familias se ven en la difícil situación de buscar fuera de sus casas, alimentos para sus hijos. Frente a esta situación, Graciela Díaz, vecina del barrio Esperanza de Virrey del Pino, decidió abrir en su propia casa un merendero.
Con el apoyo de una panadería y de un dirigente, la mujer inauguró el “Merendero Nahuel” el 6 de junio en la calle Amancio Vives 626, entre Emilio Sánchez y Guanavara. Allí asisten 40 chicos de la zona, que llegan en busca de una taza de leche caliente. “La situación que estamos viviendo es muy complicada y difícil, y cada día más”, contó la mujer impulsora del proyecto que recibe a 40 chicos.
En ese sentido, Graciela añadió: “Hay nenes que con el frío que hace, no tienen zapatillas, ni abrigos. Ellos cuentan la situación que viven es sus casas y es muy duro. Sí los padres consiguen algo, comen, y si no, no”.
Según relató Díaz, los chicos almuerzan en el colegio y por las tardes se acercan a merendar a su casa. “Y los días que no hay merendero, tiene que esperar hasta el otro día”, lamentó la mujer, que además manifestó que “las necesidades que pasan los chicos son muchas”.
Hasta el momento, Graciela inauguró el merendero gracias a la donación de leche que realizó un dirigente y de pan y galletitas que realizaron comercios y vecinos. Pero para continuar necesitan mucho más. Por ello, piden asistencia oficial y donaciones de más comerciantes y particulares.
“Toda donación será bienvenida, porque todo es para los chicos del barrio. Me gustaría que el municipio nos pueda hacer llegar calzado, abrigo y mercadería para los chicos, porque la necesidad es mucha”, expresó Díaz.
Además de la asistencia alimentaria, la mujer consiguió que un peluquero se comprometa a visitar el lugar una vez al mes el merendero, para cortarles el cabello a los nenes y nenas que asisten. Además, una maestra se acercará al lugar los sábados para brindar apoyo escolar.
Al merendero se acercan chicos que viven “al fondo” del barrio, pero que asisten a una escuela cercana. Para poder cumplir con las necesidades de los chicos, Graciela pide la donación de alimentos no perecederos, leche, pan, galletitas y frutas. También ropa de abrigo, calzado y útiles escolares.
El merendero funciona en la planta baja de la casa de Graciela, y ella afronta el costo del gas que utiliza para calentar la leche para los chicos. “Me gustaría que alguna empresa cercana se sensibilice y pueda comprometerse a brindarnos el gas, porque está muy caro y no sé cuánto tiempo podré afrontar el gasto”. Quienes quieran colaborar con el “Merendero Nahuel” pueden acercarse a Amancio Vives 626 o comunicarse con Graciela Díaz al 1567305911.