Luciano Arruga: hoy se cumplen 14 años de su desaparición

El adolescente de 16 años vivía en Lomas del Mirador cuando la policía de esa localidad empezó a acosarlo por negarse a robar para la comisaría del barrio. Luciano fue secuestrado por la por efectivos de seguridad el 31 de enero de 2009.

La Justicia determinó que cuatro meses antes, el joven había sido torturado en el destacamento. Su familia comenzó una búsqueda incansable hasta que, en octubre de 2014m encontraron sus restos enterrados como NN en el Cementerio de Chacarita.

Las constantes movilizaciones de la familia hicieron posible que en 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de La Matanza condenara a 10 años de prisión al policía bonaerense Diego Torales por torturar a Luciano.

Durante el juicio, Vanesa relató los ruegos de su hermano cada vez que ella iba a buscarlo porque la Policía lo detenía sin causa. En una de las instancias del proceso judicial, Vanesa declaró que fue a buscar a Luciano a la comisaría y este le gritó: «Sacame de acá que me están moliendo a palos».

La lucha constante de Orieta logró que Luciano se convierta en un reclamo permanente, una bandera de justicia por los derechos humanos.

La desaparición de Arruga también abrió una causa por «desaparición forzada de persona» contra ocho policías bonaerenses.

Los acusados fueron los subtenientes Oscar Fecter y Daniel Vázquez de Lomas de Zamora; los subcomisarios Ariel Herrera de Morón y Néstor Díaz de Esteban Echeverría; los oficiales Martín Monte de Pompeya y Damián Sotelo, José Márquez y Hernán Zeliz de Morón.

La Justicia los pasó a disponibilidad en abril de 2010, pero en julio de ese año fueron reincorporados a otras jurisdicciones policiales.​

Los restos de Luciano fueron encontrados el 17 de octubre de 2014. La pericia oficial indicó que había sido enterrado como NN en el cementerio de Chacarita, después de un supuesto accidente automovilístico.

Sin embargo, la familia mantiene la hipótesis de que a Luciano lo mató la Policía en un acto de violencia institucional y continúan buscando que los acusados sean condenados.