Ayer se confirmó que estará al frente del área con un equipo de trabajo elegido por ella. Viene a reemplazar al “suicidado” Daniel Castro. De prolija trayectoria, la exdiputada bonaerense ganó terreno político en los últimos meses.
Por Claudio Kappeler
Pasaron varios días hasta que se confirmó la primera parte de la noticia. El jueves último por la noche la voz del vicejefe de Gabinete Ángel Aisa se escuchó del otro lado del teléfono de Daniel Castro. Era para comunicarle que debía abandonar su oficina porque ya no formaba parte del Gabinete local. El expresidente del Concejo Deliberante recibió la comunicación de la peor manera: por teléfono y de parte de un funcionario que hoy no tiene peso político.
Anoche se supo entonces que el decreto mediante el cual Karina Rocca fue ungida secretaria de Medio Ambiente ya estaba firmado y su asunción se dará en el transcurso de la semana próxima. La hija del exsenador José María fue concejal y diputada provincial hasta que ese sector se alejo del actual oficialismo municipal. Años después las relaciones se compusieron y en los últimos meses ganó terreno político de la mano de la diputada nacional Verónica Magario. El trabajo que desarrolla Karina Rocca en cada área que ocupa suele ser elogiado por el amplio abanico político de La Matanza tanto por su capacidad ejecutiva como por su entrega personal.
La historia reciente
No se entendió la jugada de Daniel Castro. El secretario de Medio Ambiente de La Matanza orquestó un mini operativo de prensa para posicionarse como posible candidato a algo y luego salió a desmentirlo a medias, pero ya era tarde, ya lo habían echado.
La historia empezó cuando se rumoreó que Castro mantuvo una reunión con el gobernador Daniel Scioli; fue hace poco más de un mes, cuando también se hablaba de la posibilidad de que se arme un bloque de concejales que respondan al mandatario provincial en el Concejo Deliberante de La Matanza. Se mencionó en esa movida a los ediles Pedro Ramírez y Rotilio Chamorro, empero todo quedó en la nada.
Sin embargo, pasaron sólo algunas semanas y aparecieron en La Tablada pintadas que rezaban: “Daniel Scioli Pte. – Daniel Castro 2015”. No hace falta ser un erudito en materia política para entender que el mensaje buscó posicionar al funcionario municipal como candidato a intendente local.
La noticia la dieron a conocer dos medios regionales, en simultáneo, y con el mismo poder de sorpresa. El armado de la “novedad” fue más que obvio y sobre todo cuando días después Daniel Castro fue entrevistado para hablar del tema.
El por esas horas secretario de Medio Ambiente de La Matanza aseguró que Daniel Scioli “es el hombre que nos puede dar a todos los peronistas un triunfo en las próximas elecciones” y quiso enfriar la situación: no se trata de una cuestión de especulación política, acá no hay ningún Daniel Castro candidato a nada ni referente de nada”, dijo, según publicó el Diario contraoficialista NCO.
“Otros compañeros como ‘Tilo’ Chamorro y Pedro Ramírez quisieron armar un sub bloque dentro del HCD, pero no se pudo por disciplina partidaria y porque Daniel Scioli no es un Partido”, agregó Castro poniendo más condimento a un guiso que ya estaba podrido.
La primera vez
Este frustrado lanzamiento de Daniel Castro no es el primero. Años atrás apareció en San Justo un pasacalle que lo postuló como candidato a intendente. Por entonces era presidente del Concejo Deliberante y luego de una charla con Néstor Kirchner creyó tener la banca suficiente para subirse al caballo y disputarle poder al intendente Fernando Espinoza. Chocó contra su primera pared y no fue expulsado del oficialismo por el respaldo que le dio el balestrinismo.
Una vez finalizada su gestión al frente del HCD, se creía que ya no tendría lugar en el Gobierno local, pero sin embargo su destino fue la Secretaría de Medio Ambiente, donde estuvo casi de adorno durante los últimos años.
Daniel Castro intentó siempre desmentir aquella candidatura ante la incredulidad de todo el paño político. Esta vez, en su nuevo capítulo de postulación, se sabía que el golpe terminaría mal. El futuro inmediato de Daniel Castro es incierto. Ahora, según sólo él afirmó, quedó bajo el ala tibia del sciolismo.