El exlegislador nacional y dirigente del Movimiento Nacional Alfonsinista, Leopoldo Moreau ofreció una charla en San Justo sobre el “país que tenemos, el país que queremos”, previo al encuentro ofreció una conferencia de prensa en la que analizó el panorama, político, económico y social a seis meses de iniciado el gobierno de Cambiemos. El dirigente radical sostuvo sus criticas hacía el sector de la Unión Cívica Radical que pactó con el PRO y que “apoyo la restauración conservadora”. Además aclaró que es necesario librar una “batalla cultural” dentro de la sociedad.
Por Ángela Tobar
tobarb.a@gmail.com
El referente del MNA, visitó el Distrito y ofreció un análisis sobre el rol de la oposición, la pérdida de identidad de la Unión Cívica Radical y la depreciación del poder adquisitivo de la población. Además analizó el rol de la oposición y alertó que los meses que vienen acentuará el número de personas excluidas del sistema, con políticas de ajuste que profundizarán aún más la desigualdad social. Y ejemplificó que en el primer año de gobierno de Cambiemos, “se estima que se va a producir una transferencia de ingreso que sale de la economía popular para transferirse a los grupos concentrados en un orden del 900 millones de pesos” y calificó esta transferencia como “un tsunami social que aplica un ajuste que no tiene precedentes”.
“Este es un gobierno corporativo, no es un gobierno sostenido por una coalición política, la conducción del Estado la tomaron los CEO y el radicalismo está jugando un papel secundario, limitado a levantar las manos en el congreso a favor de estos grandes grupos económicos que gobiernan”, marcó.
En referencia al rol de la oposición remarcó que debe “darle organicidad a la resistencia de los sectores populares que se niegan a perder derechos conquistados y no solamente derechos civiles sociales, si no mejores niveles de vida” y argumentó que “el problema es que tenemos que librar una batalla cultural, hemos sido derrotados desde lo cultural. La derrota electoral estuvo precedida por una derrota cultural”, y graficó que “hubo sectores que querían un cambio estético y no se dieron cuenta que iban a un cambio estructural, recién ahora perciben esto porque empiezan a ser víctimas de ese monstruo que engendraron”.
En este punto, graficó que la batalla cultural es la que debe luchar contra el discurso que “quieren imponer, haciéndoles creer a los argentinos que en estos últimos años estaban viviendo una fiesta que no merecían y que en realidad la argentina es un país pobre y la gente tiene que acostumbrarse a vivir en la pobreza, ellos dicen el pueblo tiene que tomar conciencia de que vivimos en un país pobre y adaptarse a esas circunstancias”.
Y fustigó “ellos tienen una mirada que invita a bajar la calidad de vida, pero a la vez ellos se excluyen porque creen que los que tienen que vivir en la pobreza son los demás” e insistió que “es una batalla cultural que hay que ganar”.
En referencia a la posición política del movimiento que encabeza y que trabaja para diferenciarse de la UCR, argumentó; “el radicalismo se mostraba como movimiento popular y estuvo parado en la vereda de los intereses populares, pero hoy esa identidad se perdió pero no solamente por el acuerdo con Mauricio Macri, esto venía ocurriendo antes. No fue sorpresivo para nosotros que la dirigencia del radicalismo terminara desembarcando en un apoyo a la restauración conservadora, porque desde hacía un tiempo habían confundido su rol, en vez de ser radicales eran antikirchnerista o antiperonistas y eso los confundió en su identidad política”.
“No podemos volver al pasado, el radicalismo como lo conocimos ya no existe más, y el peronismo como lo conocimos tampoco existe más” y agregó “me da la impresión de que ya no vivimos el bi-partidismo si no el bi-frentismo y desde ese lugar nos reunimos los que tenemos una mirada de una sociedad solidaria, de un país independiente, de una distribución equitativa del ingreso. Pero del otro lado también ellos han entendido que se vive en un escenario de bi-frentismo y por eso los conservadores ganaron las elecciones, ellos siempre han tomado el gobierno por medio de golpes de Estado o del fraude y esta es la primera vez que acceden al poder con la legitimidad ciudadana y eso nos hace a nosotros un desafío que debemos asumir”.
Y agregó; “Esta a la vista cómo se está deteriorando el nivel adquisitivo de los argentinos, no sólo desde el punto de vista de las estadísticas, basta caminar la calle para advertir cómo la situación social se deteriora. En este año de gobierno de Macri se estima que se va a producir una transferencia de ingreso que sale de la economía popular para transferirse a los grupos concentrados en un orden del 900 millones de pesos. Eso naturalmente es un tsunami social porque aplica un ajuste que no tiene precedentes”.
En este contexto acompañó las “alertas” que se están realizando desde el Distrito, en voz de la intendenta Verónica Magario y que advierten que de no mejorar las políticas económicas podría existir una profundización de las protestas. En este punto Moreau expresó que “cuando se cierre la segunda parte de año va a haber más de dos millones de pobres nuevos” y opinó que las advertencias de la jefa comunal y del presidente del Partido Justicialista bonaerense, Fernando Espinoza l son “un dato objetivo de la realidad”.
Finalmente advirtió que “el segundo semestre llegó con aumento de tarifa en el subte, aumento en la prepaga, en el servicio de celulares, no hubo lluvia de dólares ni siquiera garuas, no llegaron las inversiones que prometieron. En los próximos meses se tiende a empeorar todo un poco más el pronóstico es muy pesimista” y reflexionó; “La UIA que celebró el triunfo de Macri alertó que hay más de 7 mil pequeñas y medianas empresas que están al borde del colapso, los tarifazos en los servicios, el aumento en el costo de vida, cuando se cierre la segunda parte de año va a haber más de dos millones de pobres nuevos”.
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