Las dos CGT seccional La Matanza apuntan sus esfuerzos en llegar a buen diálogo y efectivizar la unificación. La escisión ocurrió en el 2014 cuando, luego de 30 años de unidad, no lograron llegar a un acuerdo en las urnas. Actualmente, con el fin de emular la alianza a nivel nacional, además de estar acorde a la coyuntura política-económica actual que se muestra adversa a los intereses de los trabajadores, buscan regularizar el espacio. Desde la CGT oficial liderada por el textil Mario Ortiz, se aseguró que “prontamente se llegará a la unidad” mientras que desde la CGT por la Unidad, liderada por Ernesto Ludueña se declaró que por el momento, “no desvive la unidad”.
Por Ángela Tobar
tobarb.a@gmail.com
El cambio de paradigma económico, social y político que atraviesa el país convocó a las diversas centrales obreras con representación nacional par concretar la unidad y funcionar de manera acorde. Desde La Matanza, las dos CGT buscan replicar esa conducta y refuerzan las reuniones en pos de un acuerdo. Varios nombres de secretarios generales de distintos gremios resuenan para liderar la conducción, el tiempo se encargará de decantar quiénes serán los dirigentes que darán un paso al costado para ungir a un único líder que normalice el espacio.
Entre los nombres que resuenan para la conducción general están: Mario Ortiz (textil), Ernesto Ludueña (comercio), Hugo Melo (metalúrgico), Heraldo Cayuqueo (construcción), Luis Velazquez (camioneros).
Mientras que el sistema de conducción
aún no está del todo acordado, algunos sectores no muestran disgusto en replicar el sistema tripartito o crear un bipartito en el liderazgo. Otros en cambio rechazan de raíz esa posibilidad ya que aseguran que “no sería una verdadera unidad” porque se habría “fracasado” en la búsqueda de consenso.
Por su parte, el secretario general del sindicato de camioneros seccional La Matanza, Luis Velazquez se mostró conciliador y aseguró “ya estamos funcionando como unidad, falta el hecho puntual de ponerlo en los papeles”, en referencia a la búsqueda de una conducción que represente a todos los gremios, explicó: “Nos juntamos para delinear una unidad de los gremios, más allá de que ya funcionamos como unidad, se puede ver que caminamos juntos cada vez que nos convocan”.
Luego admitió que “hay varios candidatos. El hecho de la unidad lo decidiremos bien y confiamos en que será definido antes de fin de año” y no descartó la posibilidad de concluir con un sistema tripartito de conducción, “funciona a nivel nacional puede funcionar en La Matanza” y bajó un poco el tono al mencionar: “Más allá de los cargos vamos en conjunto por la defensa de los trabajadores”.
Por su parte, Heraldo Cayuqueo líder de UOCRA local, opinó que la unificación del espacio “se tendría que dar lo más pronto posible, es una obligación que tiene el movimiento obrero y más la regional de La Matanza. Tenemos que lograr que haya una sola CGT y unificada, bien consolidada en beneficio de todos los trabajadores”.
Respecto a los nombres que pueden acceder a la conducción sostuvo “la cabeza se tiene que dar por consenso y tiene que haber un secretario general”. En este contexto, rechazó inmediatamente la idea de un liderazgo tripartito, “ni un bipartito, porque si hacemos eso no estamos unificados en la realidad, tiene que ser por consenso y un solo conductor”.
“Con todos los gremios adentro, acá no hay gremios chicos ni grandes. Todos los secretarios generales tienen las mismas posibilidades, todos tenemos las mismas condiciones de ser el que ocupe ese lugar. Pero bueno me parece que se tiene que dar por consenso”, sintetizó.
A su turno, el secretario general de la UOM distrital, Hugo Melo fue positivo en el análisis y lanzó que la regularización del espacio gremial “se lograría lo más rápido posible” y agregó “tenemos que seguir discutiendo, y encontrar las herramientas para la unificación. Ambas CGT están conducidas por pares, hay que entender que no hay compromisos políticos en está decisión, el compromiso es sólo con los trabajadores”.
Al tiempo que ejemplificó que “si los dirigentes nos ponemos de acuerdo se logrará, la CGT es como una orquesta, todos tenemos distintos instrumentos, pero lo más importante es que todos toquemos la misma melodía sino nos vamos a equivocar y vamos a seguir como estamos”.
En esta línea marcó: “Así no hay mecanismo que pueda sostener el trabajo y decir que se está pensando en los trabajadores. Hay que dejar de lado los intereses personales, no hay que discutir de manera individual. Creo que se va a llegar a un consenso”.
Con respecto a la conducción de tres consideró que “es una herramienta más que se maneja, personalmente me gustaría que sea una conducción con un solo secretario general y que ese secretario tenga la capacidad de convocarlos a todos y pueda construir en conjunto con todos los gremios”.
Con respecto a su nombre como posible unificador, admitió “nosotros no vamos a imponer nada. Lo que queremos es ser parte de una construcción del conjunto y nos tocará el lugar que nos toque y vamos a estar presentes. No va haber problema con los metalúrgicos, no vamos a interponer intereses personales en absoluto. Vamos a trabajar para tener una CGT unificada, si nos toca conducir lo haremos, pero nosotros no impondremos nada, porque primero están los trabajadores”.
“Lo que si entendemos es que la unidad pasa por acompañarnos entre todos para tener una organización firme y que en tiempos difíciles como este podamos estar a la altura de las circunstancias y trabajar para los que representamos, para mejorar la calidad de vida, defender puestos de trabajo, para defender la industria nacional. La CGT unida tiene que ser un proyecto que defendemos todos”.
También afirmó: “Seguiremos hablando hasta que consigamos esa posibilidad, corresponde que sea un acuerdo entre todos, con consenso. Tiene que haber ganas de ponerse de acuerdo”, concluyó.
Mientras que el líder de la CGT por la Unidad, Ernesto Ludueña intentó bajar un poco la ansiedad al asegurar: “Estamos trabajando y dialogando pero no nos desvive la unidad”.
Luego fue contundente al marcar que “la unidad sería con quien habla a la cabeza” y lo argumentó al expresar “yo represento a un grupo de compañeros y en el plenario me pidieron que siga representándolos y yo debo acatar lo que ellos resuelven, tengo que ser respetuoso de ellos, son 60 gremios”.
En un tono duro esgrimió que él lidera el ala de la CGT “con más representación y la única que se mantiene unida. Es la auténtica CGT”.
Aunque luego, no descartó la posibilidad de acordar una conducción tripartita: “Es una posibilidad, pero hay que charlarlo con los compañeros. Nada nos corre tenemos que madurar qué tipo de CGT queremos y para qué queremos la unidad”.
Finalmente aseguró que “en la acción estuvimos y vamos a estar juntos, no necesariamente tiene que haber una conformación y un orden”.
A su turno, Mario Ortiz admitió que “todos los líderes de distintos gremios están en condiciones de ser el nuevo conductor de la CGT unificada” pero inmediatamente aclaró que “para que eso suceda, los que estamos hoy al frente de cada CGT debemos dar un paso al costado y permitir una renovación y un nuevo conductor que nos represente a todos”.
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