La Matanza cuenta con una única institución educativa que se ocupa de las personas ciegas o con disminución visual, a pesar de la gran labor que realiza el grupo docente, los estudiantes no son capacitados con las herramientas adecuadas para afrontar su problema visual. Los materiales tan básicos como necesarios no están al alcance de la institución educativa y trabajan a pulmón para poder obtenerlos.
Por Ángela Tobar.-
Se entiende por Escuela Especial a un ámbito que contiene una población y les permite acceder a una pedagogía adecuada con un enfoque educativo que compense y potencialice sus capacidades, sin dejar ausente el lugar del proceso terapéutico.
La escuela especial 511, está ubicada en San Justo y trabaja junto a los niños, adolescentes y adultos que viven con una disfunción visual.
Esta institución contiene a más de 200 personas que asisten al establecimiento de manera simultánea con la escuela común. En este espacio las personas con ceguera reciben estimulación para desarrollar sus capacidades especiales y lograr integrarse a otros ámbitos.
“Hace tres meses recibimos importantes donaciones de distintas empresas privadas que nos entregaron, hojas Braille, bastones, mapas de goma eva, carteles para la vía pública que indiquen dónde queda la escuela, juegos para los chicos más pequeños y demás insumos que son básicos para poder trabajar y avanzar en el desarrollo de las personas con discapacidad visual”, expresó a S!C la vicedirectora de la escuela, Silvia Soto.
Estas donaciones resultaron muy positivas para la escuela 511, que desde su creación debe luchar contra la indiferencia del Estado, que en pocas oportunidades logró satisfacer las necesidades de los docentes y alumnos.
En cuanto a la mediación por parte del Consejo Escolar ubicado en San Justo, lamentó decir que “nunca recibimos nada del Consejo Escolar, ellos saben que esta es una escuela de ciegos que debe tener necesidades, pero pese a eso jamás se acercaron a interiorizarse” sobre lo que la escuela puede llegar a necesitar.
Llegaron las netbooks
La buena noticia llegó hace un mes, cuando el Estado entregó mediante el programa Conectar con Igualdad, a todos los estudiantes sus netbooks, “es un avance abismal”, celebró la docente.
Una promesa que debe ser cumplida
Desde el Estado Provincial prometieron la entrega de una impresora Braille, lo que les facilitaría de manera concreta la manera de trabajar.
“Esta impresora haría que podamos producir los materiales de manera computarizada ayudando a los chicos en todas sus tareas, pero hasta ahora sólo sabemos que se abrió una licitación para la compra de la máquina, esperamos que antes de fin de año pueda hacerse realidad, porque entendemos que es algo costosísimo.
Nunca pensamos en poder comprarla, y esto nos abre un camino de oportunidades”, remarcó Soto.
“Porque pensamos que todo niño tiene derecho a estar incluido e integrado en una escuela común, y para eso necesitan de las herramientas que les permitan lograrlo.
Aquí un chico ciego se alfabetiza en Braille, recibe orientación y movilidad, educación física, informática, todo con un abordaje diferente y estamos muy orgullosos”, explicó y luego detalló que “todos nuestros estudiantes tuvieron gran éxito en los juegos bonaerenses, la mayoría vienen con medallas muy contentos”.
Finalmente subrayó que el anhelo de los directivos, docentes y padres es que la institución educativa, pueda ofrecer a los estudiantes las herramientas necesarias y adecuadas para que logren integrarse en escuelas comunes, pero para que eso ocurra deben recibir la atención precisa del Estado.
Rol de la Universidad de La Matanza
La vicedirectora se mostró más que satisfecha con el trabajo realizado por el grupo docente, y aseguró que la mayor satisfacción que tienen es cuando los egresados logran llegar a cursar sus estudios universitarios y destacó el rol de la Casa de Altos Estudios local, “La UNLaM tienen un centro de lectores, cuenta con impresoras Braille.
El discapacitado visual tiene acceso al nivel universitario, y la verdad es que pocas universidades tienen las herramientas necesarias para contener a las personas ciegas” y agregó que la oferta académica no fue por pedido de la escuela “todas estas herramientas fueron iniciativas de la Universidad, ellos vieron la necesidad y la cubrieron. Respondieron de manera acorde y hay que resaltarlo”.
Historia
La escuela comenzó como un servicio agregado de la escuela domiciliaria hasta que en 1985 adquirió autonomía y se estableció en dos aulas cedidas por la escuela 176 en el barrio 20 de Junio. Años después se trasladó a su actual edificio ubicado en la calle Guatemala 4151, (entre Terrada y Parral) San Justo.
Teléfonos:
4691-1691 / 4691-0980.
me gustaría poder ayudar en la escuela tengo conocimiento del sistema Braille y colabore en la biblioteca parlante de la calle Lezica en capital. Vivo en Moron y la escuela me queda cerca. Me gustaría poder contactarme para poder dar mas detalles. Espero tener una respuesta y poder colaborar en esta bella tarea que realizan. atte. Cristina