Jardines de Casanova discriminaron a un nene por padecer una discapacidad motriz

 

El pequeño Ulises tiene dos años y medio y en 2012 debe incorporarse a la educación inicial. Sufre de una enfermedad llamada encefalopatía crónica no evolutiva que afecta su movilidad, pero no su desarrollo intelectual. Los profesionales que lo atienden determinaron que no necesita asistir a una escuela de educación especial.

Por Soledad Martínez
smartinez@periodicosic.com.ar

Con tan sólo dos años y medio, Ulises ya sabe lo que es luchar en la vida. Nació prematuro a raíz de la preclampsia (presión alta) que sufrió su mamá durante el embarazo, lo que le provocó un infarto cerebral y derivó en una afección motriz llamada encefalopatía crónica no evolutiva.

Tras la realización de numerosos estudios y evaluaciones llevadas a cabo por un amplio equipo de médicos, los profesionales determinaron que el nene está en condiciones de asistir a un jardín convencional, ya que la enfermedad afecta su motricidad, pero no su desarrollo intelectual y cognitivo.

Sin embargo, a la hora de salir a buscar un establecimiento de educación inicial, sus padres se encontraron con una dificultad que no esperaban: Su hijo fue rechazado en tres establecimientos de Isidro Casanova, localidad en la que residen.

En primer lugar, se acercaron al jardín de infantes del Colegio Privado Pablo Pizzurno, en el cual manifestaron la imposibilidad de inscribir al pequeño debido a que las instalaciones del lugar no están preparadas para recibirlo porque las salas se encuentran en un primer piso. El ofrecimiento de las autoridades del establecimiento fue incluir a Ulises en una lista de espera, en el lugar número 32.

En el jardín de infantes del Colegio Religioso San Carlos de Borromeo, la repuesta fue similar y en el Jardín Bichito de Luz les propusieron que, en primer lugar, busquen un jardín especial en el cual el nene sea evaluado y luego trasladado a ese establecimiento.

Pero la familia del nene ya cuenta con el aval de una junta médica que establece que Ulises no requiere asistir a una escuela de educación especial. “Yo no quiero que mi hijo ingrese a una jardín convencional por capricho. Son los médicos que lo atienden los que establecieron que mi hijo cuenta con todas las condiciones para hacerlo”, dice Paola Alvarado, la mamá del niño.

Otra de las excusas para no aceptar al nene es que en la mayoría de los jardines la inscripción está cerrada. “Nosotros tuvimos que esperar hasta noviembre para buscar un jardín, porque necesitábamos los resultados de los estudios y evaluaciones de los médicos”, explicó la madre, que además agrega: “Por Ley, los establecimientos educativos deben reservar tres vacantes para chicos con discapacidad”.

Ulises utiliza una silla de ruedas transportadora, que no necesita utilizar de manera permanente, ya que parte de las terapias que realiza apuntan a fortalecer sus piernas y columna vertebral para que pueda caminar.

“Tal vez lo que les da miedo es tener un chico con silla de ruedas, y sienten que es demasiada responsabilidad. Pero me provoca indignación que rechacen a mi nene y la realidad es que son jardines que discriminan. No tendríamos que estar luchando para que lo anoten, porque estamos hablando del derecho a la educación”, exclamó indignada la madre.

Desilusión

Como toda mamá, Paola esperaba con ansias el momento en que su hijo comenzara el jardín. Con el aval de los médicos, comenzó la búsqueda del establecimiento. “Yo tenía la ilusión de ver qué guardapolvo y qué mochilita le iba a comprar, pero hoy se nos cerraron las puertas y nos preguntamos ¿y ahora qué hacemos?, es otro motivo para luchar”, expresó.

Además, Alvarado agregó: “Yo quiero un lugar donde mi hijo se sienta cómodo y tenga los mismos derechos que cualquier otro chico. Me duele no poder conseguir un jardín en mi barrio”.

El pequeño debe ser trasladado a la Ciudad de Buenos Aires varias veces por semana para realizar los diversos tratamientos que requiere, por lo que sus padres acudieron en busca de una vacante a los establecimientos más cercanos a su domicilio, para que Ulises no tenga que recorrer grandes distancias diariamente para asistir al jardín.

Como resultado de las distintas terapias realizadas, el niño logró grandes avances. En la actualidad camina en paralelas y tiene todas las posibilidades de continuar avanzando, además de estar superando una hipoacusia sensorial por la que necesita audífonos que le permiten una audición perfecta.

Por el momento, los padres del nene no planean realizar acciones legales en contra de los establecimientos para no generar una relación conflictiva con las autoridades del jardín al que esperan pueda ingresar el pequeño, al cual sería acompañado por una docente integradora exclusiva para asistirlo en lo que necesite.

Lo que anhelan los padres es que los directivos reflexionen y depongan la actitud discriminatoria, con la cual incurren en la violación de derechos y Leyes que amparan a los chicos con capacidades diferentes.

¿Qué dicen las Leyes?

La Ley de Educación Nº 26.206/06, en su capítulo V dedicado a la Educación Especial, dice que el Ministerio Nacional, en acuerdo con el Consejo Federal, «garantizará la integración de los alumnos/as con discapacidades en todos los niveles y modalidades según las posibilidades de cada persona».

La misma establece que los edificios escolares deben “garantizar la accesibilidad física de todos”.

En tanto que la Ley 24.195, indica que las personas con discapacidad tienen derecho a “integrarse a la Educación Común, mediante el pleno desarrollo de sus capacidades y la situación de los alumnos/as atendidos en Centros o Escuelas Especiales será revisada periódicamente por equipos de profesionales, de manera de facilitar, cuando sea posible y de conformidad con ambos padres, la integración a las Unidades Escolares Comunes”.

Un comentario sobre «Jardines de Casanova discriminaron a un nene por padecer una discapacidad motriz»

  1. que desgreaciados..los niños con capacidades diferentes no deben ser marginados..hay tanta gente con mala educacion que es incluida..que con problemas los siguen sosteniendo en las escuelas porque no se puede dejar a nadie sin educacion..y en los establecimientos educativos es donde menos tendria que suceder esto ya que estan para prestar un servicio y existen gracias a que los padres mandan a sus niños deberian sancionar a estos establecimientos..ir al inadi a denunciarlos asi aprenden..

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