El juicio oral y público en el que se juzga al ex dictador Reynaldo Bignone y a dos represores más por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en el Hospital Posadas culminará el jueves con la lectura del veredicto.
La audiencia fue citada para las 10, cuando se realizarán las réplicas y dúplicas, tras lo cual el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) dará lectura al veredicto final del proceso judicial.
El TOF2, integrado por los jueces Pablo Daniel Bertuzzi, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Luciano Gorini, escuchará, además, las últimas palabras de los acusados, si éstos desean pronunciarlas.
Bignone y los represores Luis Muiña e Hipólito Rafael Mariani fueron juzgados por los hechos ocurridos en 1976 en el entonces «Policlínico Profesor Alejandro Posadas», donde funcionó el centro clandestino de detención y tortura conocido como «El Chalet».
En tanto, Argentino Ríos, que integraba junto a Muiña el autodenominado «comando de seguridad interna» o Grupo SWAT, fue separado por «razones de salud» a poco de iniciarse el proceso.
Bignone, de 83 años, ya acumula dos condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad y fue juzgado ahora por 16 casos de privaciones ilegales de la libertad agravada, en su mayoría de médicos del centro asistencial retenidos durante varias horas en los días siguientes al golpe militar del 24 de marzo de 1976.
El entonces delegado de la Junta Militar en Bienestar Social arribó al hospital ubicado en Martínez de Hoz y Marconi, de Haedo Norte, el domingo 28 de marzo de ese año en un operativo militar que derivó en la intervención del centro asistencial.
Según la acusación fiscal, comenzó entonces una etapa de «detenciones anómalas» de profesionales basados en informes de Inteligencia del Batallón 601 del Ejército para supuestamente «descubrir actividades subversivas».
El 14 de abril de 1976, el entonces interventor ya fallecido, coronel médico Julio Estévez, pidió la creación de un cuerpo de seguridad de 20 miembros, que inició una segunda etapa de represión ilegal en el hospital con secuestros y torturas en una casa ubicada en el predio, conocida como «El Chalet».
El grupo parapolicial fue bautizado como «SWAT» por los empleados del hospital y secuestraba en base a «listas previamente confeccionadas» para torturar en la que fue la casa del director del centro asistencial destituido tras el golpe de Estado.
A Mariani se le imputa la privación ilegal de la libertad agravada de Gladis Cuervo, una enfermera secuestrada desde el 16 de diciembre de 1976 al 22 de enero de 1977, que ahora es querellante y estuvo presente en la apertura del proceso.
La profesional fue llevada al «Chalet» y torturada reiteradamente.
Por su parte, Muiña está acusado de los secuestros y tormentos de víctimas llevadas al «Chalet» entre noviembre de 1976 y enero del 77, cuando el lugar fue desmantelado.
Otro de los casos es el de Jacobo Chester, un médico secuestrado en su casa de Haedo el 26 de noviembre de 1976, trasladado al «Chalet» dentro del Posadas, torturado y luego fallecido.
En el debate oral y público también se ventiló lo ocurrido con Jorge Roitman, otro médico del hospital secuestrado en su casa de Ramos Mejía, el 2 de diciembre de 1976, llevado al «Chalet» para ser torturado y que permanece desaparecido.
Durante los alegatos, los abogados de la querella pidieron 25 años de cárcel para cada uno de los imputados, mientras que la Fiscalía solicitó 25 años de prisión para Bignone, 12 años para Mariani y 20 para Muiña.
Por su parte, las defensas de los tres imputados pidieron la absolución de sus clientes.
El juicio oral comenzó el 20 de octubre después de una larga espera que incluyó dos postergaciones y casi tres años desde que el juez Daniel Rafecas concluyera la instrucción de la causa.
Según se reconstruyó en la causa, el hospital fue intervenido por Bignone en un operativo militar con tanques y helicópteros apenas se concretó el golpe de Estado y se acusaba a sus profesionales de atender a miembros de «grupos subversivos» y ser «base ideológica» de la guerrilla, entre otras cosas.
Allí comenzaron las requisas a pacientes, profesionales y las detenciones ilegales con aplicación de tormentos de empleados que luego fueron sometidos a causas penales.
En una segunda etapa, se formó el grupo «Swat» con ex empleados de seguridad del mismo centro y policías exonerados, y allí comenzaron las desapariciones.
«El Chalet» habría comenzado a funcionar como centro clandestino de detención en noviembre de 1976 y con anterioridad el hospital había quedado bajo control del Ejército, tras ser intervenido por Bignone el 28 de marzo de ese año en su rol de delegado de la «Junta del Ministerio de Bienestar Social».
Posteriormente, el control lo asumió la Marina y allí se armó un supuesto grupo para defender al centro asistencial de «actos subversivos» y comenzó el secuestro de médicos, enfermeras y empleados.