
La asociación comunitaria “Club de Chicos Especiales” puso en marcha el proyecto de construcción de una institución educativa para niños con capacidades diferentes.
Por Cinthia Bistolfi
cbistolfi@periodicosic.com.ar
“Poder se puede, es querer o no hacerlo”, enunció el presidente del Club de Chicos Especiales Ernesto Amarillo, situado en la localidad de Gregorio de Laferrere, donde no hace mucho tiempo comenzó un sueño, un proyecto de la comisión directiva del Club que consiste en la realización de un jardín de infantes para niños con capacidades diferentes.
Los precursores de este propósito señalaron que las escuelas de la zona que brindan una atención especial se encuentran colapsadas de alumnos, motivo por el cual no permiten la inscripción de nuevos jóvenes. Por lo tanto, este anhelo comenzó a tomar forma desde hace cuatro meses y fue dado a conocer a través de una caminata, desde la Ruta Provincial Nº 21 hasta la plaza Ejército de los Ándes de Laferrere, donde participaron los miembros del Club.
“Estamos a la espera de una audiencia con el señor Intendente (Fernando Espinoza) para informarle bien acerca del tema”, agregó Amarillo, quien comunicó que previamente había enviado una carta al Municipio para notificar lo acontecido y solicitar una reunión con el Jefe Comunal.
Un corazón en ascenso
El club Deportivo Laferrere no está ajeno a la causa sino que aporta su grano de arena.
Para el primer encuentro del torneo, el presidente de “El Verde”, Carlos Espósito, junto con Amarillo lograron llenar veinte planillas con avales a favor de la construcción de la institución de educación especial.
Según Amarillo, existe la posibilidad que Deportivo Laferrere conceda un espacio de su predio para la realización del establecimiento, pero por el momento esta cuestión se encuentra en tratativas.
Mientras tanto, el encargado del Club de Chicos Especiales se anticipó a los hechos y comenzó a establecer contacto con colegas del área de la educación para ir organizando de a poco el posible equipo de profesionales que se encontrará al frente de la institución.
Van por más
La intención de esta asociación va más allá de la creación de un jardín de infantes, dado que también plantea la incorporación de talleres de arte y de oficios para preparar e insertar al mercado laboral a los jóvenes con capacidades diferentes. “No está desarrollada la igualdad de oportunidades, por lo tanto, ¿qué les queda a estos chicos para el día en que nosotros o los padres no estemos?”, explicó indignado el titular del Club.
Además, la agrupación, desde su oficina ubicada sobre la calle Piedrabuena al 6100, se concentra en brindar asesoramiento y orientación a los padres o tutores que desconocen los derechos que por-tan sus hijos. Los informan acerca de diversos trámites y hacia quién y a dónde deben dirigirse.
A pura música
A principios de febrero, la organización realizó un recital cuyo valor equivalía a una firma y colmó de música y baile la plaza Ejército de Los Ándes de Laferrere.
“Contamos con músicos, con dos murgas, con la participación de chicos muy chiquitos y sus familias. En total, fueron más de tres mil personas!”, detalló Amarillo.
Nacimiento del Club
Hace tres años, Ernesto Amarillo realizaba tareas de cuidados sanitarios en la región chaqueña del Im-penetrable.
A modo de agradecimiento de su labor, el director del hospital para el que trabajaba le concedió armar la asociación y ponerlo a cargo de la misma.
La historia de Alex
A Alex, un nene de cinco años con síndrome de down que acude al Club de Chicos Especiales, su médico le recomendó que realizara actividad física. Por lo tanto, su madre lo llevó a las inferiores de baby fútbol de Deportivo Laferrere.
“Hoy en día, Alex es un gran jugador que pudo insertarse sin mayores inconvenientes gracias a que su entrenador le abrió las puertas”, compartió con emoción Ernesto Amarillo.