Por fisiognomista Elizabeth Gamarra
En el rostro de Enzo podemos observar una doble expansión intelectual- instintiva (amplia frente al igual que la zona mandibular), donde las aspiraciones o deseos serán cumplidos de una forma u otra. Predomina la actividad tanto física como la intelectual. De mente ágil y vivaz, inquieta e impulsiva. Se observa impotencia e inquietud mental por no aceptar el mundo tal cual es. Posee gran poder de concentración, es capaz de perseguir objetivos, idealista, tiene autoridad y don de mando como carisma, aunque todo está sujeto a su zona más primitiva. Su cabeza suele estar al servicio de sus instintos primordiales: comida, dinero y sexo. En su zona emocional podemos ver los sentimientos negativos en relación a sus padres y la sensación de soledad por abandono. Los sufrimientos emocionales intensos quedaron gravados en su rostro. Las energías están en desorden, lo que incrementa su nerviosismo y movimiento. De mal genio muchas veces, aunque trate de simular la simpatía. Es reacio a aceptar puntos de vista diferentes al propio.
Un chanta, un arribista y ñoqui desde 1983 a la fecha en el Congreso Nacional, nunca hizo ni hace nada por La Matanza.