Siria le respondió a Ban Ki-Moon y afirmó que no se necesitan más observadores en el país

Siria salió este miércoles al cruce de lo opinado por el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, afirmando que no es necesario aumentar los 250 observadores y contar con apoyo aéreo independiente para supervisar el alto el fuego.

Ban, citado por Europa Press, afirmó el martes que se necesitan más observadores para supervisar de manera creíble el alto el fuego en un país del tamaño de Siria, y que la extensión geográfica del país árabe hace necesaria la incorporación de helicópteros y aviones para dar movilidad a la misión.

El canciller sirio, Walid al Mualem, expresó este miércoles en una rueda de prensa en Beijing que -en principio- 250 era un número aceptable de observadores y agregó que deberían provenir de lo que él llamó países «neutrales» como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

En cuanto al transporte, Mualem afirmó que Damasco ofrecería transporte aéreo si fuera necesario e insistió en que Siria se comprometió con los 6 puntos del Plan del enviado especial de la ONU y la Liga Arabe, Kofi Annan.

Reveló que las violaciones a dicho plan fueron cometidas por parte de «los grupos terroristas armados», aclarando que Siria envió a Annan unas 70 violaciones de la tregua registradas en un solo día por parte de los grupos armados, consignó la agencia siria de noticias SANA.

Seis miembros de las fuerzas de seguridad, cuatro conscriptos, un suboficial, un capitán, y dos civiles murieron este miércoles en las ciudades de Damasco, Homs, Dera´a y Aleppo, informó la citada agencia.

Además, otros cuatro uniformados y un civil perdieron la vida y nueve miembros de las fuerzas de seguridad y siete civiles resultaron heridos por la explosión de una bomba colocada en un micro que se dirigía a Al Shaar, en Aleppo.

Además, se suma la muerte de Ahmad Masoud al Masoud, cuñado del miembro del Ejército Rami Sirani, ocurrida en el marco de un ataque llevado a cabo contra la vivienda del militar, ubicada en Dera´a.

Por su parte, el autoproclamado Ejército de Siria Libre, que intenta derrocar a Al Assad, prometió que dejará de luchar si el Gobierno retira los tanques, armas pesadas y tropas de las áreas urbanas, tal como le prometió a Annan.

Pero los morteros del Ejército siguieron atacando blancos en Homs, emblema de la revuelta, y se produjeron redadas en ciudades y pueblos para detener a presuntos opositores.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo opositor con sede en el Reino Unido, informó sobre explosiones y uso de artillería pesada en la ciudad sureña de Dera´a y confirmó los cinco muertos por una bomba en Alepo.

En tanto, Francia anunció que recibirá el jueves en París a ministros de Exteriores del grupo de «Amigos de Siria», incluyendo a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, para discutir la fragilidad del alto el fuego.

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