Por Gonzalo Sanjurjo
Fue un partido parejo, trabado y con pocas situaciones. Mereció empatar pero se quedó con las manos vacías. El primer tanto fue luego de un insólito despeje de Meza Sánchez que da en el botín izquierdo del enganche De Blasis 30’, con tanta mala suerte que el rebote salió muy fuerte y se le clavó a Monasterio contra un palo. El segundo gol, ya cuando se iba el partido lo convirtió Altobelli 88’, tras una contra cuando el Mirasol ya estaba jugado al ataque por el empate.