
Uno de los objetivos que anhelan alcanzar quienes son parte del Club es crear una escuela de arte y oficios, además de crear un coro con los chicos que asisten a la Institución.
Por Maricel Pisa
En el Club de Chicos Especiales de Laferrere se realizan distintas actividades, entre ellas, brindan asesoramiento a las personas sobre la realización de trámites, reacondicionan materiales ortopédicos para reasignarlos a quienes lo necesiten. Próximamente dedicarán un espacio a la atención primaria de bebés para asesorar a los padres, y campañas de prevención en la salud, como la diabetes y la presión.
Sin embargo, uno de los grandes sueños que tienen los miembros del Club es crear una escuela de arte y oficios para que los chicos que acuden a la institución puedan desempeñarse en distintas disciplinas artísticas y culturales.
En tanto, Ernesto Amarillo, miembro activo en el Club señaló: “Queremos que los chicos tengan la posibilidad de tocar un instrumento musical, se les puede enseñar, pero hay que darles la oportunidad”. En este sentido, Amarillo también informó que a raíz de esta iniciativa ya se presentaron distintos profesionales y alumnos de instituciones educativas importantes del distrito de La Matanza, que se sumarán para trabajar en este proyecto.
Lucha
El Club parte de la premisa “La peor discapacidad es no darse cuenta que todos somos iguales”, y es por eso que desde su lugar, pelean por el cumplimiento de los derechos de todas las personas, porque como también señalan desde la Asociación, “Donde hay una necesidad, hay un derecho”.
Recursos
Muchas veces los sueños pueden quedarse justamente es ese estado y no llegan a convertirse en realidad por la falta de recursos humanos, materiales y económicos. Si bien, en este caso ya hay muchas personas que se suman para aportar su granito de arena, y existen varias instituciones que se ofrecieron a prestar cierto espacio de sus sedes para la ejecución de la escuela, aún se necesitan instrumentos musicales, y distintas herramientas para la escuela de arte y oficios.
Es por eso que quien tenga un instrumento que ya no use, pueda donarlo para que los chicos aprendan a tocarlos. Amarillo recalcó que “arrancamos de abajo hacia arriba, no al revés, nosotros tenemos una oficina donde hacemos aptitud física con ingresantes a las escuelas de distintos niveles, y con eso subvencionamos la oficina (donde funciona el Club)”.
Además de las actividades estrictamente culturales y artísticas, desde el Club se busca generar torneos bonaerenses entrado el año próximo, ya que al momento no hay muchas medios que los hagan competir. En este caso, también cuentan con el apoyo de profesores de educación física. También organizarán excursiones a zoológicos y lagunas, porque “muchos chicos aún no tuvieron la oportunidad de conocerlos”, sostuvo Amarillo.