El próximo 25 de noviembre se recuerda el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En los últimos años, se lograron grandes avances legislativos en cuanto a la protección integral de los derechos de las mujeres, pero se debe reconocer que muchas de las políticas sociales se truncan en el camino por causa de la poca información y capacitación de los actores sociales encargados de atender a las denunciantes.
Por: Ángela Tobar.-
Muchos son los desafíos que hacen falta atravesar para lograr la implementación efectiva de las leyes. La Matanza es un municipio que tiene sólo dos comisarías de la Mujer, una en San Justo y otra en Virrey del Pino. Desde algunos centros que luchan por la igualdad de género aseguran que “hay mucho por mejorar en el Distrito, en torno a la prevención. Lamentablemente existen cientos de mujeres que se ven desalentadas a realizar denuncias porque no son contenidas por el personal policial y eso se debe, netamente, a la falta de preparación”.
La inexistencia de campañas de prevención, la casi nula capacitación del personal policial y judicial provoca un retroceso en los avances legislativos que han logrado las organizaciones de mujeres.
La Matanza tiene más de una docena de centros que contienen a las víctimas de violencia y desde esos lugares detallaron que es necesaria la creación de un registro de las mujeres que han sido víctimas de hechos sexistas; además de la implementación de políticas públicas con programas para contener e informar a las víctimas de violencia; que se cumpla con la ley y que todas las comisarías tomen las denuncias sobre esta problemática, sin discriminación.
Cuáles son los tipos de violencia
Psíquica: Son todas aquellas conductas que producen desvalorización y sufrimiento en la mujer. Son las amenazas, las humillaciones, exigencias de obediencia, intentar convencer a la víctima de que ella es culpable de cualquier problema. Son también los insultos, el control de las salidas de casa, humillaciones en público, descalificar siempre a la mujer, aislamiento, etc.
Física: Es la más evidente y abarca cualquier acto no accidental, que provoque o pueda producir daño en el cuerpo de la mujer, desde las bofetadas hasta el asesinato.
Sexual: Siempre que se imponga a la mujer una relación sexual contra su voluntad, ya sea completa o incompleta.
Social: El maltratador va alejando, cada vez más, a la mujer de su familia y de su red de contactos, no permitiéndole que mantenga relación con ellos/as.
Económica: La víctima no tiene acceso al dinero, porque el agresor se lo controla, aunque ella sea independiente económicamente.
Lugares de ayuda en La Matanza
En La Matanza existe una amplia red de centros que trabajan de manera articulada para revertir las estadísticas sobre violencia de género.
Para denunciar
Comisaría de la mujer: Ombú 3720, San Justo (4484-5826)
Centro de Atención a la Víctima, Fiscalía de Cámara: Florencio Varela 2601, San Justo (4484-3930)
Programa de violencia y abuso sexual: Av. Rivadavia 13.518, Ramos Mejía (4469-1972)
Dirección de políticas de género y proyectos de promoción infantil: Ramos Mejía (4658-8613)
Servicio local de promoción y protección de derechos de niños, niñas y adolescentes: San Justo (4484-8428)
Espacios de contención y prevención
Centro Había Una Vez I: Llorente 6.229, González Catán (02202-450145)
Centro Había Una Vez II: González Catán (02202-424047)
Rueda de Mujeres: Peribebuy 5481, San Alberto, Isidro Casanova (4694-1037)
Casa de la Mujer Rosa Chazarreta: Bedoya 6.315, Isidro Casanova (5233-1179)
Centro Casa de la Mujer: Suipacha 427, Ramos Mejía (15-3237-1317)
Centro Camino de Esperanza: Rafael Castillo (4690-0703)
Centro popular de la Mujer: Virrey del Pino (15-6676-7105)
Centro Nazareno: Virrey del Pino (02202-495882)
Centro Mujeres en Acción: Ciudad Evita (4695-3816)
Centro Aparecida 1: Ciudad Evita (4695-3816)
Centro Aparecida 2: Ciudad Evita (4695-3816)
Un 25 de noviembre…
Se eligió el 25 de noviembre para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos de la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en Re-pública Dominicana. Sus cadáveres destrozados aparecieron en el fondo de un precipicio. Para el movimiento popular y feminista de República Dominicana, históricamente estas mujeres han simbolizado la lucha y la resistencia.