Permitirá el ingreso del público a espacios con mayor visibilidad y accesibilidad. Conservará testimonios orales y materiales recuperados en la excavación.
El Municipio de Morón informa que comenzaron los trabajos correspondientes a la segunda etapa para la preservación y recuperación del espacio ocupado durante la última dictadura militar por el centro clandestino de detención conocido como “Mansión Seré” o “Atila”, ubicado en el predio de Santa María de Oro 3530, Castelar.
Esta iniciativa, precursora en el país en la recuperación de espacios destinados a incentivar la memoria colectiva, se propone rescatar junto a la comunidad y los organismos de derechos humanos a la Mansión Seré y su entorno a través de la recuperación del patrimonio tangible e intangible, rescatando y conservando su estructura y su historia a partir de los testimonios de diversos actores sociales.
Además, fomenta la preservación de la memoria histórica sobre los usos de la Mansión, antes, durante y después de su utilización como centro clandestino de detención, y su función en la aplicación sistemática del terrorismo de Estado en la zona oeste.
En este marco y dentro de las actividades que se llevarán adelante para conmemorar el 24 de marzo, se señalizará a la ex Mansión Seré como “sitio de memoria” en conjunto con el Archivo Nacional de la Memoria (ANM).
La intervención contempla la construcción de un gran cerramiento vidriado y pasarelas internas que permitirán el recorrido por el sitio y la edificación de un laboratorio arqueológico con sectores destinados a la conservación y el depósito de los materiales recuperados en la excavación.
El proyecto, denominado “Mansión Seré”, se otorgó por licitación pública a la empresa Arquingham S.R.L. La obra es complementaria de la primera etapa, que consistió en la construcción del techado que cubre las excavaciones, y prevé una inversión de $3.307.192.
Entre 1977 y 1978 la casa se convirtió en uno de los más importantes centros clandestinos de detención de la zona oeste del conurbano. Por él pasaron centenares de personas torturadas bajo la responsabilidad de la Fuerza Aérea Argentina. Pocos días después de la fuga de cuatro detenidos la propiedad fue incendiada y dinamitada para borrar los restos del horror.
En 2000, en el predio donde funcionó la Mansión, el entonces intendente Martín Sabbatella, creó la Casa de la Memoria y la Vida para promover la memoria colectiva sobre la historia reciente y para contribuir en la búsqueda de la verdad y la justicia.