A pesar de no tener paredes, un merendero alimenta a 70 chicos

El merendero en Catán tiene paredes hechas con lonas.

 

En González Catán funciona el merendero “La hora feliz”, al que asisten alrededor de 70 chicos de la zona, para buscar, en muchos casos, “la única comida del día”. El merendero funciona delante de la casa de una vecina, en el que las paredes son lonas y el techo es de chapa.

Por Maricel Pisa

mpisa@periodicosic.com.ar

 

El merendero “La hora feliz” funciona desde hace dos años y medio en la localidad matancera de González Catán, primero tuvo lugar en el comedor de la casa de Alejandra, una vecina de la zona que promovió el proyecto, y más tarde lo tuvieron que trasladar al patio delantero de la vivienda, para más adelante, y gracias a las donaciones de la gente, cubrir el lugar en el que las paredes son toldos y lonas, y el techo es de chapa. Sin embargo, Alejandra puntualizó a S!C que aún “hay tres mesas que están afuera, sin techo”.

Los chicos necesitan tener un espacio cerrado, y sobre todo en esta época, en la que el frío y las lluvias serán más intensos y frecuentes, respectivamente. Por eso, el merendero espera que sus paredes conformadas por toldos se conviertan en ladrillos para poder amparar a los niños. En este sentido, Viviana Navas (la madrina del merendero) remarcó que “el tiempo de los chicos, no es el tiempo nuestro”.

El merendero funciona de 17 a 18, de lunes a sábados, en La Bastilla 6530 (González Catán), al que asisten 70 chicos aproximadamente de entre uno y catorce años, y la mayoría de ellos “se acercan solitos”, como indicó a S!C Viviana Navas.

“Puede ser que una nena de nueve años lleve a su hermanito de un año”, agregó la madrina.

Desde que Alejandra ideó este espacio, les puede brindar a muchos de los chicos que se acercan, quizás, “el único alimento del día”.

Además de darles un vaso de leche y pan, Alejandra también los lleva al médico y les brinda contención. Durante los días hábiles tres mujeres más ayudan a la vecina para prepararle la merienda a los chicos, y los días sábados se suma una mamá más.

Tanto Alejandra como Viviana, sostienen que “no hay ayuda de nadie de la Municipalidad, solo de la gente”. “Ni que ningún asistente o trabajador social los visitó” para ver cómo trabajan.

 

Amadrinados

Viviana junto a los chicos de La Hora Feliz en Catán.

 

Viviana Navas es la madrina de “La hora feliz” desde hace un año y medio, cuando el sentimiento de colaborar con otras personas invadió su ser y comenzó a ver quiénes podían ser los receptores de esa ayuda solidaria, y el merendero de Catán fue el que “me pareció que era el que más necesitaba”. De los merenderos o comedores que vio fue el “único que estaba hecho con toldos”.

Lo cierto es que Viviana, vive en Banfield y se acerca a Catán para ver a los chicos, “desde que los conocí, y vi esa terrible realidad, no me pude despegar de ellos”, recordó.

La madrina comenzó a dar difusión de las buenas acciones que se realizan en el merendero a través del sitio social Facebook, por el que pudo conocer a gente que se movilizó para colaborar con alimentos, ropa o juguetes. Y a partir de esas y otras donaciones de la gente, “pudimos hacer la cocina y el baño”, pero Viviana augura la realización de un festival a beneficio para comprar los materiales de construcción para que los chicos puedan estar protegidos del frío, y en vez de tener paredes de lona, tenerlas de ladrillo y cemento.

 

 

En busca de la Personería

 

Viviana explicó que intentaron “tramitar la Personería Jurídica para poder obtener donaciones de empresas que tienen por requisito que esté ordenada legalmente para efectuarlas, pero para lograr realizar los trámites, nos piden tener un espacio físico, y que esté dividido de la casa de Alejandra, pero no tenemos los medios”.

 

Para colaborar

 

Quienes puedan ayudar a los chicos de “La hora feliz”, pueden comunicarse a través de Facebook con el usuario AYUDA A AYUDAR, o acercarse al merendero, para acercar materiales para la construcción, alimentos no perecederos, ropa, juguetes, mesas y sillas.

 

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