Battleship: Batalla Naval

Por Gastón Romero

Peter Berg (“Hancock”) produce y dirige Battleship: Batalla Naval, una aventura de acción que se desarrolla en todos los escenarios: mar, aire y tierra, mientras la supervivencia de nuestro planeta está bajo la amenaza de una fuerza superior. Basada en el clásico juego de estrategia de Hasbro, Battleship: Batalla Naval es protagonizada por Taylor Kitsch como Hopper, un oficial de la marina asignado al USS John Paul Jones; Brooklyn Decker como Sam, terapeuta física y novia de Hopper; Alexander Skarsgård como el hermano mayor de Hopper, Comandante Oficial del USS Samson; Rihanna como la teniente Raikes, compañera de equipo de Hopper y especialista en armas en el USS John Paul Jones; y el consagrado Liam Neeson como el Admirante Shane, superior de Hopper y Stone, y a su vez padre de Sam.

En realidad toda esta sinopsis no importa, es una película que da la sensación de haber cambiado de idea durante el proceso y pareciera dividirse en tres partes: una parte inicial bastante mala con diálogos de absoluto descarte, una segunda parte donde toda la solemnidad que viene argumentándose empieza a tomar un poco más de onda e interés y una parte final recargadísima, donde de repente nos enfrentamos a una sensación de festival visual de rock desquiciado, incoherente y divertido. En algún punto uno empieza a dejar de lado todo lo que nos quieren hacer creer e incluso ellos, tanto dentro como fuera, comienzan a dejar de tomarse en serio y es ahí donde esta producción funciona perfectamente. Los efectos especiales son impecables desde el comienzo. El elenco en general hace bastante agua, su protagonista, el actor de John Carter, Taylor Kistch cumple con las tres partes al igual que el film (está muy mal, luego va mejorando y termina bien arriba); Brooklyn Decker, la rubia de turno, solo figura para mostrarse; la cantante negra Rihanna quiere salir del glamour y es como un chico más que combate, aunque no es creíble; Alexander Skarsgård pone la misma cara de nada que en la serie True Blood y el gran Liam Neeson se nota que lo llamaron para aparecer en un par de escenas y poder mencionarlo como parte del film, no aparece ni 5 minutos .  Dirige: Peter Berg.

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