La Asociación de Víctimas de Tránsito (AVT) se lanza como un espacio de trabajo tripartito, que funcionará como una red de trabajo con el objetivo de orientar a víctimas de accidentes de tránsito, violencia de género, y desaparecidos, a partir de las experiencias de sus coordinadoras y miembros.
Por Maricel Pisa
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Esther Gavilán es la titular de la Asociación de Víctimas de Tránsito Mario Blasco (Red Nacional de Víctimas de Tránsito), desde este espacio formalizan la nueva metodología de trabajo, a partir de haber conocido a otras personas que debieron atravesar distintas circunstancias que los llevaron a efectuar reclamos por la desaparición física de sus hijos.
En tanto que, Gavilán señala a S!C que “ahora es la reapertura y estamos trabajando con Ana María con desaparecidos, y Barciliza con violencia de género”, y sostiene que el objetivo de este trabajo mancomunado es “tratar de enfocar a los familiares que tienen la misma necesidad de nosotros, encontrar y resolver el tema de la impunidad que hay, y consideramos que es mejor acompañar a los familiares, que esperar en las fiscalías”.
Si bien, desde este grupo, sus miembros trabajan para asesorar a personas que se encuentren en circunstancias similares, para poder enfrentar la situación de otra manera y con un bagaje de herramientas para avanzar en los casos, y exigen “ser escuchados por las autoridades municipales” para encontrar soluciones a los distintos problemas vinculados con accidentes de tránsito, violencia de género y desaparecidos.
Así lo explica, a este periódico, Ana María Fleitas, quien está a cargo del espacio de desaparecidos, “hemos pedido ser escuchados en la Municipalidad, y no nos dieron solución, (Fernando) Espinoza nunca nos recibió, nunca tuvimos respuesta, queríamos una respuesta de él”.
Las coordinadoras explican que “durante seis años, realizaron una marcha por mes, y nunca nos llamó nadie”.
En tanto que, Esther recordó que “desde los once días que había asumido Fernando Espinoza, hicimos un pedido de audiencia, que hasta el día de hoy no tenemos noticia”.
En el caso de Esther, su hijo Mario Blasco perdió la vida en un accidente vial, cuando “un camión lo atropelló sobre la calle Simón Pérez” en González Catán, recordó la madre. Este hecho sucedió en el año 1995.
Por su parte, Barciliza Larramendia argumenta a S!C que “en el Km. 32 funciona un espacio de violencia de género en una sociedad de fomento, pero lo que hacen son charlas, lo que yo necesito es atención, no decir uh mirá, ella que coraje tuvo que dejó la casa, yo quiero solución para las mujeres que sufren de la violencia, porque mi hija sufrió eso, mi hija murió asesinada así, de un golpe en la mandíbula”, recordó tristemente.
En tanto que, Esther recuerda: “Nosotros hicimos poner un cartel muy grande, porque el que había era muy chico, y los camioneros dijeron que no lo veían, entonces los pusimos nosotros que advertían que a 150 metros estaba prohibido el tránsito pesado, uno del lado de San Justo, y otro del lado de Cañuelas”.
“Nosotros hicimos todo lo que teníamos que hacer, irónicamente, una de las personas que colocó ese cartel fue Espinoza (cuando no era intendente aun), acompañado de otras personas del Municipio, estuvo ahí y lo colocó, y después lo sacaron, cuando fue Intendente”.
En el nombre de sus hijos
Cada una de las encargadas de las tres áreas, decidió formar parte de este espacio cuando tuvieron que pasar, justamente, por la muerte de sus hijos, por accidente de tránsito (Mario Blasco), desaparecidos (Oscar Romero), y violencia de género (Patricia Gasparotti).
Por Mario Blasco
“Mi hijo hace 15 años salió con un amigo en Simón Pérez, esa calle está prohibida al tránsito pesado, por un hecho de tránsito perdió la vida, los vecinos se juntaron y le dijeron al Intendente de ese tiempo, que Simón Pérez era demasiado angosta, y quedó prohibida al tránsito pesado, y al día de hoy pasan cientos de camiones”, detalla Esther, la madre de Mario. Y agrega que “el caso de mi hijo no fue el único en accidente de tránsito en ese lugar, lamentablemente no fue el único”.
Por Oscar Romero
Ana María, la madre de Romero, argumenta que “hoy por hoy no sé donde esta mi hijo, nunca pude hacer el duelo, es muy confuso, de todo lo que yo investigué, matan a una persona en esa fecha, en ruta 21 en Catán, que no es mi hijo, hoy es un desaparecido en democracia, yo no sé donde lo mataron, fue en el 99”. Y añade: “Te matan a tu hijo, y uno está y no está”.
Por Patricia Gasparotti
En 2006, Patricia, hija de Barciliza, muere como consecuencia de la violencia de género, a partir “de un fuerte golpe que recibió en la mandíbula, por parte de su pareja”, como relata la madre. “Cuando hacemos la marcha siempre decimos que nosotros somos padres que nos mataron a nuestros hijos, no somos delincuentes”, aclara Barciliza. Y en todo momento, y cuando tiene una foto de su hija frente a sus ojos, “le pido perdón, porque la dejé, porque yo no podía vivir adentro de la casa de mi hija, pero perdón por no haberla salvada, ella siempre me da mucha fuerza, ma no llores”, cuenta Barciliza.
Un mensaje para el Intendente
Cada una de las madres que se ocupa de un área distinta, pero al mismo tiempo trabajan juntas para aunar fuerzas ante sus reclamos, le dan al Intendente del Municipio de La Matanza un mensaje. A continuación lo que las vecinas quieren decirle frente a frente a Fernando Espinoza.
“Fue feo el abandono del Estado, me dejaron sola, pero encontré otras personas que nos acompañaron, pero sería bueno que se encargue, porque siendo nada menos que el Intendente de La Matanza, tiene mucho poder, que lo utilice a favor de cada habitante, la justicia tiene que estar al alcance de la mano de todos”, pide Esther.
“Que se ocupe, que la gente lo votó, que se ocupe, que se acuerde que en La Matanza hay millones de personas que confiaron en él, que se ocupe de hacer lo que corresponde, nosotros siempre nos sentimos abandonados por el Estado, no dio la cara, y lo necesitamos”, reclama Ana María.
“Que se ocupen de la comisaría de la mujer, que actúen, que les den móviles, porque allá por el 40 no hay, que cuando se los llame, que vayan, que tengan la forma de atender a todas las mujeres golpeadas, que no ensucien a las mujeres que van a hacer la denuncia, que no les digan que les pasó por algo, que se encarguen, quiero un espacio para poder orientar a las mujeres que pasan por eso, que tengan solución”, exige Barciliza.