Los padres y alumnos del Colegio Wilfrid Barón, Don Bosco de la localidad de Ramos Mejía, volverán a reunirse el próximo viernes en la intersección de Coronel Brandsen y Pereyra para ratificar su negativa a que se vuelva a colocar la antena de telefonía celular que estaba ubicada en el predio del colegio y que cayó el último 4 de abril, durante el temporal, hecho que causó lesiones a padres que se encontraban en ese momento reunidos en las instalaciones.
El encuentro fue convocado para el viernes 13 de julio a las 19. Es de recordar que la empresa de telefonía celular Movistar instaló, por medio de un contrato con la Inspectoría Salesiana de Capital Federal, en el año 1996 una antena de telefonía móvil con un contrato por diez años, la misma se levantó dentro del predio del colegio Don Bosco, en la calle Coronel Brandsen y Pizarro, de la localidad de Ramos Mejía.
En el 2006, al encontrarse vencido el arreglo la empresa volvió a presentar la documentación para pedir la autorización del Municipio de La Matanza, y en dicho contrato quedó claro que “toda responsabilidad para la habilitación y funcionamiento de la antena montada en el predio es del arrendatario y las autoridades municipales”, había explicado Gladys Riedel a este medio, quien se puso a la cabeza de la lucha para impedir que la antena siga operando en el predio del establecimiento educativo, al que asisten sus hijos.
Según consta en la ordenanza 11.872, que rige desde el año 2003 y su modificatoria la 14.902 del 2007, es deber del Municipio “exigir anualmente un certificado de mantenimiento de la estructura e instalación”, certificado que no habría sido presentado por la empresa en tiempo y forma ni habría sido controlado por el Estado Municipal.
Qué dice la OMS
Las ondas electromagnéticas pasan por el cuerpo humano y esto provoca disturbios en la salud y según un estudio de la Organización Mundial de la Salud se recomienda como “prudente no colocarlas (antenas de telefonía móvil) hasta 500 metros de lugares donde vivan chicos”.
La exposición a los Campos Electromagnéticos (CEM), está siendo estudiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien creó en 1996 el Proyecto Internacional CEM para evaluar las pruebas científicas de los posibles efectos sobre la salud y se destacó que “se están empleando actualmente esfuerzos de investigación destinados al estudio de la relación entre los campos electromagnéticos y el cáncer”.
El punto clave de la investigación es estudiar el principal efecto de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia que es el calentamiento de los tejidos del organismo.
“No cabe duda de que la exposición a corto plazo a campos electromagnéticos muy intensos puede ser perjudicial para la salud. La preocupación actual de la sociedad se centra en los posibles efectos sobre la salud, a largo plazo, de la exposición a campos electromagnéticos de intensidades inferiores a las necesarias para desencadenar respuestas biológicas inmediatas”, explica la OMS.
El Proyecto Internacional CEM de la OMS “se inició para responder con rigor científico y de forma objetiva a las preocupaciones de la sociedad por los posibles peligros de los campos electromagnéticos de baja intensidad”.
Las investigaciones internacionales se centran en el “estudio de posibles relaciones entre el cáncer y los campos electromagnéticos, a frecuencias de radio y de red eléctrica”.