La familia de una adolescente asesinada quiere abrir un merendero para homenajearla

Claudia Molina fue apuñalada en noviembre de 2011, por los padres de una amiga con la cual había tenido una discusión a través de la red social Facebook. A nueve meses del hecho, su hermana quiere llevar a cabo un proyecto solidario. Pide ayuda y asesoramiento para realizarlo.

Por Soledad Martínez
smartinez@periodicosic.com.ar

El 22 de noviembre de 2011 Claudia Molina moría tras ser apuñalada por los padres de una amiga, con quien había tenido una discusión a través de la red social Facebook. El hecho se produjo en el complejo habitacional Villegas, ubicado en Crovara y Homero, en Ciudad Evita.

Transcurridos nueve meses de aquel hecho que marcó para siempre a la familia de la adolescente, su hermana mayor, Marcela Molina, quiere emprender un proyecto solidario para homenajearla.

La incitativa consiste en la apertura de un merendero que funcionaría en la casa de la familia. “Queremos, de alguna manera, ayudar a este barrio, donde hay muchas necesidades”, contó Molina.

La adolescente tenía 15 años cuando fue asesinada, y su hermana relató: “Era muy solidaria, junto a mi mamá trabajaron en un comedor y a ella le gustaba mucho. Siempre decía que teníamos que poner uno, sin pensar lo difícil que era”.

Además, Claudia sugería que el proyecto podía llevarse a cabo si juntaban dinero entre todos los miembros de la familia. Con los asesinos de la adolescente detenidos, quienes estuvieron prófugos durante siete meses, para Marcela llegó la hora de transformar el profundo dolor por la muerte de su hermana en un acto solidario.

“Esto sería una manera de homenajearla, ya que ella era muy solidaria al igual que toda mi familia”, manifestó Marcela, quien además explicó que “en este barrio hay muchos chicos que la única comida que tienen es la que podrían llevar del colegio, por eso queremos abrir un merendero”.

Ante la falta de un lugar en el cual concretar el proyecto, el merendero funcionaría en la casa de la familia. Un espacio que solía ser un garaje. “No es muy amplio, pero se podría agrandar. Tenemos muchas necesidades, porque esto empezaría de cero”, señaló Molina.
Sin embargo, Marcela señaló que cuenta con el apoyo de familiares y amigos. Más allá de la asistencia alimentaria, el objetivo es también brindar otro tipo de servicios, como apoyo escolar para los chicos.

Para dar el primer paso hacia la concreción del proyecto, Marcela se comunicó con la concejal del bloque Frente para la Victoria, María Laura Ramírez, quien se mostró dispuesta a presentar la iniciativa en el Concejo Deliberante de La Matanza.

Desde la oficina de la edil, explicaron que para iniciar los trámites de autorización, debe presentarse una nota, adjuntando el proyecto, en la mesa de entradas del Concejo Deliberante, para que el mismo sea enviado a la Secretaría de Desarrollo Social de La Matanza y aprobado en las comisiones correspondientes.

Un posible inconveniente sería el lugar en el que funcionaría el merendero, la casa de Marcela. Desde el entorno de Ramírez, explicaron que es difícil que se apruebe el funcionamiento de un merendero en una casa particular, “pero tampoco es imposible”, aclaró una asesora de la concejal.

Una asistente social deberá visitar el lugar y establecer si el espacio físico con el que cuenta la familia reúne las condiciones de seguridad e higiene para el funcionamiento del merendero.
De ser aprobado, desde la Secretaría de Desarrollo Social, podrían proveer de mercadería para facilitar la tarea solidaria.

El crimen de Claudia

Claudia Molina fue atacada en la puerta de su casa el 22 de noviembre de 2011 por los padres de una amiga con quien había discutido a través de la red social Facebook y mensajes de textos. La adolescente recibió más de diez puñaladas que le causaron la muerte.

Los acusados por el crimen son Cintia Aguirre y Gustavo González, quienes llegaron al hogar de Claudia con sus cuatro hijos, entre ellos, la amiga de Claudia, con el objetivo de hacer que las menores diriman sus problemas a los golpes.

Esto sucedió mientras González amenazaba con un arma de fuego al tío y a la pequeña sobrina de Claudia de tres años. Una vez iniciada la pelea, Aguirre intervino y comenzó a apuñalar a la menor hasta dejarla inconsciente.

Aguirre y González huyeron junto a sus hijos y estuvieron prófugos durante siete meses. Durante los primeros días de junio, la pareja fue capturada en la provincia de Corrientes y fueron traslados a Buenos Aires, donde se encuentran detenidos a la espera del juicio.
Apenas ocurrido el crimen, el matrimonio culpó a su hija de 14 años, amiga de Claudia, pero la menor fue absuelta ya que las declaraciones de los testigos y las pericias determinaron que la menor no fue la autora del hecho.

Deja una respuesta