La Matanza, del ferrocarril al shopping

Recitadores de poesía gauchesca existen aún en nuestras peñas, en nuestros barrios como expresión de una cultura popular básicamente oral que expresa el sufrimiento de la Argentina profunda.

Por Alberto Valenzuela

y Anahí Celeste Cao

 

Hijos del mestizaje criollo, de la llanura desolada, de la realidad de los conventillos, de la explotación del peón rural, de la miseria en los obrajes y la falta de medicamentos y médicos, además de  la presencia del caballo como salvador y compañero.

Este texto comenzó a escribirse recordando la vida de Nicanor González, más conocido como «Caco», quien participó del circo criollo y apoyó las actividades culturales de nuestro distrito con gran entusiasmo y cariño.

Muchas de las ciudades que componen el partido deLa Matanzanacen del vientre del ferrocarril, años antes de la conmemoración del centenario de la revolución de mayo. Esta clase dirigente autoritaria y sangrienta somete a los pobladores a un proyecto de país con una clara identidad nacional y un proyecto económico y político: el modelo agro-exportador.

A principios del siglo XX, comienza el loteo de las tierras. A partir de este momento, el territorio se diferencia en los nombres de los hombres de la hegemonía imperante. González Catán, por ejemplo, lleva el nombre de Mauricio González Catán, político porteño, médico profesor y decano de la UBA (1890); generación fundadora del Estado Nacional, encargada de crear las instituciones, brazos del Estado y sus funciones.

El tendido de vías férreas cumple un rol estratégico dentro del modelo de país, obedeciendo a intereses de los terratenientes, es por eso que su trazado siempre responde a la misma lógica: su beneficio. En el caso de una de las localidades del Distrito, González Catán, ocurre que Enrique Simón Pérez, casado con la hija adoptiva de González Catán, propone como diputado nacional leyes y debates que impulsan el desarrollo agro-ganadero, creando un ramal ferroviario que atravesó la estancia de «San Mauricio». El proyecto ferroviario se materializó en 1907, alrededor del cual surgió un poblado rural con la construcción de la estación de tren y en 1909 comienza la construcción del primer centro urbano y la venta de tierras. Nace la avenida Simón Pérez y el 3 de abril de 1910, se realiza la primera venta de tierras al público tomándose, posteriormente, esta fecha como fundacional. El segundo remate se realizó el 3 de diciembre de 1910. Por esta época se edificó la estancia «La Morita» de Martiniano Leguizamón y  la estancia «Santa Clara» de Andrés Iturralde.

En momentos en que el modelo agro-exportador se desarrollaba «fructuosamente», la mayoría de las localidades del partido deLa Matanza, eran centros de producción agro-ganadera, especialmente la industria lechera, la agricultura y la horticultura que abastecía a gran parte del consumo dela Capital Federal.Estas localidades eran importantes también por las caballerías que exportaban gran cantidad de equinos.

El número de habitantes que poseía cada localidad no pasaba de los pocos miles, hacia 1920, González Catán contaba apenas con 3.500 habitantes.

En las siguientes décadas, las localidades de nuestro partido se nutren de una gran ola de migrantes provenientes principalmente de provincias del noreste, producto del descalabro que se produce en el modelo agroexportador debido a la crisis mundial de 1930.

A partir de la década del 40, el proceso de sustitución de importaciones se acelera, y ello provoca un cambio muy importante en el paisaje natural y humano de nuestras localidades, el crecimiento de la población fue explosivo y la falta de planificación estatal que provoca una gran demanda de servicios de todo tipo, cubiertas por la iniciativa popular, donde se incrementa la participación de los pobladores en sociedades de fomento y juntas vecinales.

El industrialismo y el pleno empleo que vivió nuestro país, provocó una dignificación de los sectores populares, accediendo a derechos constitucionales como vivienda, salud y educación.  Esto para la oligarquía argentina no pasa inadvertido, y con el golpe de Estado fusilador de 1955, se trunca esa experiencia desde lo institucional, pero las bases defienden con el cuerpo esa dignidad generando una  resistencia que nos legará grandes obras culturales e ideológicas. Nuestras localidades tienen mucho por develar en esta historia, pero esto sólo será posible si abandonamos el abordaje fáctico de ella.

El nuevo reacomodamiento del dominio mundial, representado por la dictadura militar de 1976 y el rol trazado por el imperialismo a nuestro país con la complacencia de los sectores pudientes internos, siendo su finalidad: destruir las posibilidades de una argentina industrial, y con ello el movimiento obrero organizado.

Nuestras localidades sufren fuertemente esta nueva estructuración social, la empresa Mercedes Benz instalada en Virrey del Pino deja un tendal de desaparecidos al igual que metalúrgicas y otras en el cordón industrial San justo – Lomas del Mirador.

A largo plazo este proyecto de país, deja un tendal de villas miserias, producto de la «topadoras» de Cachatore, que tiene como objetivo trasladar las villas de Capital Federal  al Conurbano Bonaerense, y como si como esto fuera poco, se genera un deterioro ambiental en estas zonas con la instalación del Ceamse en Gonzalez Catán. Posteriormente, con la ley de obediencia y vida y punto final. Se profundiza y se instala de lleno la política de las privatizaciones: la renta financiera.

En nuestras localidades esto significó desocupación, deterioro familiar, crecimiento de los índices de adicciones y como es de esperar, mayor delincuencia y represión, contrastado con el hecho de que podíamos ver a los Stones o a Madonna, en vivo; la llegada de los shoppings y «grandes marcas» de los países del «primer mundo»,  y los famosos «todos por 2 pesos», donde conseguíamos productos mediocres a bajísimos costos. Estamos -decididamente- en presencia de la globalización en nuestras localidades. Más adelante, este modelo de país, provocaría dos fenómenos culturales representativos: los pibes chorros y el movimiento piquetero.

Globalización es una palabra que circula en nuestro medio, instalada de forma permanente  y que señala la política de las empresas, la colocación de sus productos en el mercado mundial, es decir, el avance de las multinacionales sobre los pueblos del planeta desarrollando sus negocios y para ello conseguir que los ciudadanos y ciudadanas consuman sus productos, cuya venta es la fuente de sus ganancias. Esta expansión territorial, e instalación de las empresas con su batería de publicidad y con ellas la invasión de sus valores dominantes que hacen del placer y de la sexualidad su principal elemento de manipulación, centrándose en la búsqueda de una satisfacción instantánea.

Desarrollando sus negocios y para ello conseguir que los ciudadanos y ciudadanas consuman sus productos, cuya venta es la fuente de sus ganancias. Esta expansión territorial, e instalación de las empresas con su batería de publicidad y con ellas la invasión de sus valores dominantes que hacen del placer y de la sexualidad su principal elemento de manipulación, centrándose en la búsqueda de una satisfacción instantánea.

Las localidades de nuestro distrito padecen estos cambios. En la estación de Laferrere, el pintor y escultor Alfredo Zapata creó un espacio de exposición permanente de esculturas realizadas por el denominado «Paseo de las artes». Sus esculturas se encuentran descuidadas y el espacio abandonado, lo que debería ser un lugar valorado y protegido por el Municipio, hoy es todo lo contrario.La Morita, vivienda que habitó Martiniano Leguizamón, escritor  y hombre de las clases dominantes de 1880 y gran estudioso del folklore argentino, se encuentra casi destruida, como edificio abandonado y tapiado, como elemento de la cultura: anulado. Hoy «La Morita» es un edificio, derruido, vendido como terreno para poner negocios. Otro posible casco de estancia, en el km. 29, convertido en shopping.

No estamos proponiendo una defensa a las propiedades de las clases dirigentes, sino una apropiación por parte del Estado del patrimonio cultural que nos pertenece por ser parte de nuestra historia.

Somos el Partido con mayor cantidad de habitantes en Buenos Aires, y no existe de parte del Estado una política editorial que publique autores locales. Es notorio que la política cultural no pase más allá de contratar artistas reconocidos para que la gente pueda escucharlos. ¿Es que no hay artistas en estos pagos, es que los funcionarios no conocen los valores que existen en el Distrito o es que no les interesa? ¿Es que en el Partido más poblado, considerada como la sexta provincia, en comparación con el número de habitantes que tiene; no hay pintores, es que no hay poetas, ni narradores, ni intelectuales, ni periodistas?

¿Es realmente ésta una política en lo cultural que se diferencia del modelo neoliberal, donde la identidad impuesta es el consumismo y el arte reducido a una mercancía legitimada por los medios masivos o las discográficas? ¿Qué es identidad, señores y señoras, qué es identidad nacional, o acaso piensan que la función del Estado es legitimar el mercado? Si esto es así estamos -desgraciadamente- frente a una de las características del Estado neo-liberal.

Los ´90 expresaron con claridad el rostro monstruoso del neoliberalismo. La imposición supina del consumismo de una parte de la población e índices de desocupación que llegaron a más del 40 por ciento, casi la mitad de la población desocupada o sub-ocupada: ollas populares, comedores, trueque, eso significa una sola cosa: hambre, nada más. Las instituciones públicas abandonadas utilizadas como depósitos o refugios de nuestros hijos e hijas; por las pantallas cine norteamericano, mucho cinzano, mucho cohete a la estratosfera, satisfacción garantizada para ¿el 10 por ciento de la población? Eso es la globalización. La imposición de la cultura de la explotación y la concentración de todas las riquezas en manos de unos pocos, digo todas y es todas: desde la material hasta la simbólica, con la destrucción de todos los rasgos de identidad nacional. Es Paparazzi, y Coca-Cola. Este es el proceso al que estamos sometidos, esta es la fuerza que lucha por imponer sus tentáculos de fiebre sobre nosotros y esta es la cultura que no queremos que no podemos permitir. Nunca más un estado liberal.

 

(1) Ver «La Matanza. Historia de sus pueblos».Apuntes de CEHLaM. Compilador: Alejandro Enrique, 2001.

(2)Ver Revista Cercano Oeste. Editor responsable: Escobar Gustavo Alexis. «Recuerdos en un día de 100 años» por Valenzuela Alberto, 2010. N° 1.

Deja una respuesta