La Universidad Nacional de La Matanza se colmó para recibir a Cristina Fernández de Kirchner. La Presidenta vino a cerrar el Congreso Nacional de Democratización de la Justicia. Hubo una humorada sobre Harvard y bautizó al Distrito como “el corazón de la Patria”. Fuerte gesto político para Fernando Espinoza.
Por Claudio Kappeler
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Es el órgano principal del aparato circulatorio, es musculoso y funciona como una bomba, impulsando la sangre a todo el cuerpo. Su tamaño es un poco mayor que el puño de su portador. Eso es el corazón y eso es La Matanza. En palabras de Cristina Fernández de Kirchner, La Matanza es “el corazón de la Patria”.
Si por algún caso hay días que no lo son, el de hoy sí lo fue, hoy fue un día político para el distrito más grande de la provincia de Buenos Aires. El folcklore peronista de los micros, las banderas y los bombos, el casco céntrico de La Matanza con mucho ruido a campaña, y una Universidad contagiada de esa liturgia fueron el escenario con que se esperó a la Presidenta. El ámbito académico de la UNLaM se mezcló con los colores de un peronismo que volvió a alentar a CFK durante el acto de cierre del Congreso Nacional de Democratización de la Justicia.
Durante todo el día, en la Universidad Nacional de La Matanza expusieron especialistas, legisladores y referentes sobre el tema.
“La sociedad está interpelando a la Justicia, más que hablar”, dijo la Presidenta y abogó por una Justicia que “acometa contra las corporaciones que han saqueado al país”.
“Algunos sectores pretenden instalar que la seguridad es un problema que apareció como un repollo hace tres o cuatro años”, afirmó en otro tramo de un discurso, como siempre claro y contundente.
Cristina Kirchner mencionó los casos no resueltos por la Justicia, y en eso recordó a la madre de Miguel Bru y a Susana Trimarco, madre de Marita Verón. También remarcó que la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, “hace 35 años que pide justicia y todavía no encontró a su nieto”.
“La Justicia no puede tener una agenda mediática sino una agenda de la sociedad, la de juzgar y condenar a los culpables”, fue una de las frases que más sobresalieron. “Necesitamos jueces para que los poderes del Estado no funcionen en beneficio propio, sino en beneficio de la sociedad”, remarcó Cristina en ese sentido.
Las tribunas del campus deportivo de la UNLaM acompañaron con cánticos a la Presidenta en un acto que, pese a enmarcarse en el debate por la democratización de la Justicia, tuvo mucho de acorde partidario.
Cristina recordó el 14 de mayo como el día en que el menemismo le escapó al ballotage y permitió la asunción de Néstor Kirchner como presidente. La sola mención levantó a la militancia matancera que volvió a hacerle el aguante a la Presidenta.
El discurso ya se terminó y llegó el saludo final, empero Cristina volvió al micrófono para agradecerle al rector Daniel Martínez el haber prestado las instalaciones de la Universidad Nacional de La Matanza. “No será Harvard”, dijo la Presidenta para inmediatamente elevar el prestigio y la importancia de la institución por las decena de miles de estudiantes que allí de capacitan. El hecho fue tomado con humor tras aquella frase de la Presidenta que levantó polémica desde Estados Unidos.
“Estamos en La Matanza, estamos en el corazón de la Patria”, tiró Cristina Fernández de Kirchner en un final que sirvió de moño para un acto en el que se volvió a ver en primera plana al intendente Fernando Espinoza.