En La Matanza, sólo cinco fuerzas llegan a octubre y todas arman su propia novela


En el FpV se habló de posibles saltos que al final no fueron. Y en el espacio de Sergio Massa pusieron un interventor pero se siguen peleando. El Frente Progresista, en tanto, habla de unidad desde bloques separados. En el sector del colorado casi descartan el ingreso de Javier Castrilli.

Por Claudio Kappeler
ckappeler@periodicosic.com.ar


Un total de nueve Partidos y 17 listas participaron de las elecciones de agosto último en el Distrito, sin embargo, sólo cinco espacios son los que estarán presentes en el cuarto oscuro cuando se realicen las elecciones legislativas de octubre próximo. Bajo un paraguas de tibia campaña, en casi todos los sectores se tejen hoy mediocres novelas de intrigas, traiciones e hipocresías.

En las últimas dos semanas, algún interés individual tiró una cadena de rumores que involucró a los concejales Rotilio Chamorro Álvarez y Héctor Villalba, además del senador provincial Daniel Barrera, todos del oficialismo. La idea máxima era que se pasaban al massismo, pero la especie se desvaneció con el correr de las horas y la voz de sus propios protagonistas involuntarios.

La idea de mostrar debilidad política en la primera línea de Gobierno no es caprichosa. El viejo peronismo sabe que esa es la manera de generar temor y desconcierto interno, lo que les permite a varios viejos caciques seguir diciéndose necesarios para cualquier armado partidario.

El intendente Fernando Espinoza ganó las PASO y fue él quien habló de una diferencia de 15 puntos con la fuerza que lo secundó. Esos números no servían para mostrar debilidad, y por eso hubo otra versión: decir que se ganó por menos de seis puntos fue lo que se intentó instalar. Hecho público el escrutinio final, el FpV se quedó con el 44,65 por ciento de los votos contra el 30,37 del massismo, según la Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires.

El oficialismo no es hoy una panacea. Hay empujones internos, reuniones a espaldas de, y deseos de duplicar la apuesta. Empero, por ahora, nadie puede arrebatarle al jefe del PJ local los votos obtenidos y para eso, en todo caso, deberán jugar la interna propia.
En las veredas de enfrente el programa también es de chimentos a las 3 de la tarde. Se conoció que hubo una reunión del sector que lidera Francisco De Narváez y otra vez faltaron ideas, pero sobraron trompadas.

El exconcejal Silvio Klein y el exárbitro Javier Castrilli cayeron en el lugar de supuestas víctimas. Según se supo, ambos intentaron criticar la nula fiscalización que el gremio de camioneros realizó en las elecciones de agosto, y terminaron hospitalizados uno con un ojo morado y otro con faltantes de piezas dentales.

El concejal y candidato a diputado Adrián Verdini salió a desmentir la versión y lo propio hizo el líder camionero Luis Velásquez. Mentira o verdad, el hecho sólo tira más tierra sobre un muerto llamado Unidos por la Libertad y el Trabajo.

Los resultados obtenidos en las PASO estuvieron por debajo de las expectativas de cualquier denarvaista y las últimas encuestas son aún más desalentadoras. Javier Castrilli no podría ingresar como concejal de La Matanza y hasta Adrián Verdini vería en riesgo su banca en diputados, aunque este último corre con más posibilidades de ser.

El Frente Renovador, en tanto, debería continuar con el brindis por la elección hecha en territorio matancero, pero sus integrantes siguen ocupados en medirse el ego. Sin un dejo de vergüenza, los dirigentes locales aceptaron que Sergio Massa nombrara a Baldomero “Cacho” Álvarez como “interventor” del sector en el Distrito. Esto en el marco de las acusaciones y críticas cruzadas que hicieron algunos.

Claro que el hombre llamado a sembrar la paz poco pudo hacer y los resultados están a la vista. El ala que responde a Graciela Camaño muestra que el pierrismo todavía mueve algún músculo en La Matanza y para ello pone como mayor exponente de la vieja política a Abraham “Toto” Delgado queriendo derribar al costado que comparten el concejal
exduhaldista Ariel Martínez y el ahora exkirchnerista Miguel Saredi. Otro claro ejemplo del intento de resurrección es la incorporación del diputado provincial Juan Carlos Piriz (PRO) como propio.

El Frente Progresista, ese conglomerado que conforman nombres que se dicen antagónicos quiso culpar a los medios de comunicación por los chisporroteos internos. En este caso no son sólo rumores los que muestran que casi ningún objetivo es común en ese espacio, algunos de sus dirigentes no votarán a la lista local y lo hacen saber en las redes sociales. Para saber lo que piensa el resto sólo hay que ir al archivo y entender que no cambió el pensamiento, sólo pasó el tiempo y llegó la campaña.

La segunda etapa de la campaña recién se insinúa en el Distrito y habrá, de acá al 27 de octubre, otra seguidilla de falsas noticias, travestismo político, mediocridad dirigencial y mutación ideológica.

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