El Frente Progresista se mostró junto, todos para la “foto de unidad” como ellos mismos llamaron al evento, pero ninguno de sus actores aclaró que no es más que eso, una mera foto, que se rompe puertas adentro y destiñe puertas afuera.
Por Claudio Kappeler
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¿Por qué mentirle a la gente diciendo que coinciden en los mismos objetivos? ¿Por qué pretender que se confíe en un matrimonio por conveniencia? El Frente es una herramienta electoral y eso está validado por la democracia y está bien que así sea, pero a kilómetros de distancia se diferencia el gato de la liebre.
“Representamos la unidad con propuestas”, dijo Sandra Oviedo. ¿La unidad? ¿Acaso ahora la concejal más opositora se hizo aliada del defensor del Pueblo adjunto José “Pepe” Mira, o coincide con la postura legislativa del radical K, como ella llamó a Manuel Atencio?
La edil dice que no hay grietas, mientras en las redes sociales una radical acusa a Marcelo “El Oso” Díaz -del GEN- de haberle hecho “mucho daño” a la UCR.
Gustavo Ferragut, uno de los más moderados, por su parte, estima que puede producirse la unidad de bloques en caso de ganar lugares en el Concejo Deliberante. ¿Y para qué esperar el milagro de una banca? ¿Por qué no se juntan ahora que son tres los representantes del Frente en el legislativo local?
Mientras Orgullo Radical aclara que no votará una lista integrada por peronistas, en referencia a Libres del Sur, la gente de la Defensoría del Pueblo continúa actuando como le mandan y nada tiene que ver con la idea de Oviedo. Además, Manuel Atencio sigue castigado por ganarle la interna al presidente del Partido que se unió a Silvia Caprino, y sólo basta recordar las palabras del presidente del socialismo Silvio Vallejos para saber que ese espacio no quería integrar una lista de unidad con ninguno de los antes mencionados. Esto es lo que hay señores, a no negarlo.