Las Casas de la Cultura que funcionan en el Distrito apuntan a la realización de distintos talleres culturales y artísticos, a través de los cuales también se desarrollan los vínculos sociales entre los miembros de la comunidad, se genera el sentido de pertenencia y la responsabilidad, tanto individual como grupal.
Por Maricel Pisa
mpisa@periodicosic.com.ar
Con el objetivo de que niños, adolescentes y adultos, puedan acceder a distintas actividades culturales y artísticas, se dictan diversos talleres en las Casas de la Cultura del Distrito, éstas dependen de la Secretaría de Cultura y Educación local.
En el caso de la Casa de la Cultura que funciona en la localidad de Rafael Castillo bajo el nombre José Hernández, se llevan a cabo talleres culturales, y cursos que tienen por objetivo formar a los inscriptos en pos de buscar una salida laboral.
Si bien, la Casa de la Cultura apunta a la formación de los alumnos en el área cultural, esta institución tuvo que ampliar su oferta para ofrecer cursos que tuvieran una pronta inserción en el mundo laboral, como resultado de la demanda de jóvenes mujeres que presentaron esta inquietud.
En este espacio se dictan talleres de guitarra, canto, dibujo y pintura, danzas folklóricas, pintura decorativa, danzas contemporáneas, murga, globología, manualidades, crochet, manicuría, estas últimas tres ligadas a los cursos con salida laboral.
Lorena Paulillo, coordinadora de esta Casa de la Cultura, señaló que “en total asisten alrededor de 250 personas entre niños, adolescentes, y adultos, esto abarca los talleres que se dan dentro de la institución”. En este sentido, explicó que “también tenemos talleres descentralizados que se dan en tres escuelas, la 55, 174 y 14”. En este caso, los profesores van una vez por semana a dar el taller dentro de la institución educativa, estos talleres forman parte de la currícula educativa, “nosotros complementamos lo que son estas actividades artísticas”, manifestó Paulillo.
Los talleres que se dictan en las escuelas son guitarra, hip hop, ajedrez, teatro y folklore, y música. Además, en la 14 y en la 55 está funcionando el coro del bicentenario.
En tanto que los talleres se dividen para niños, adolescentes y adultos, ya que cada profesor debe enseñar de acuerdo a las franjas etarias. En los talleres que tienen que ver con danza y baile “tenemos chicos desde los tres años en algunos casos, pero por lo general arranca desde los 6, hasta adultos, pero todo depende del tipo de taller”.
Cada actividad suele tener un profesor a cargo del mismo, excepto los vinculados con lo de danza, en folklore, es un requerimiento del taller para el que se necesitan dos, y los días sábados hay un profesor que refuerza con una clase de zapateo.
Cultura, integración
y responsabilidad
En este espacio la cultura, la integración, el desarrollo de los vínculos, la responsabilidad, y el sentido de pertenencia se forjan día a día en este lugar, que funciona también como un escenario de contención.
“Siempre tratamos de apuntar al tema de la inclusión, nos damos cuenta que más allá de la actividad cultural, que es una de las cosas que nos interesa desarrollar desde la Casa, el tema es que este lugar forma parte de un espacio de contención, sabemos que en muchos casos traen a los chicos para no dejarlos solos en la casa, cuando por ejemplo, los padres tienen que trabajar”, sostuvo la coordinadora.
En tanto, que dentro de la institución hay muchos miembros de la familia que participan de las distintas actividades según sus preferencias. “Muchas veces pasa que el chico está realizando algunas de las actividades, y los papás se quedaban mirando y veían qué otras actividades se desarrollaban y se sumaban, hay muchas familias dentro del alumnado”, aseveró Paulillo.
Asimismo, en lo que concierne al grupo de padres, alumnos, y quienes trabajan en la Casa de la Cultura, se armó un equipo de gente que trabaja en pos de reunir los recursos necesarios, por ejemplo, para el vestuario de alumnos y alumnas para las presentaciones fuera de esas instalaciones, aunándolos en un sentido de arraigo comunitario.
“Se armó un lindo grupo de padres, de alumnos, así como con el tema de la cooperadora, como fue en el caso de la Feria Municipal del Libro, hay mucha participación de las familias, como con las nenas que bailan contemporáneo queríamos que tengan otra ropa para la presentación en la Feria (Municipal del Libro), nos pusimos en campaña, y todos participaron unos cocinando, otros vendieron esos productos en la fiesta de la Pachamama, y lo que juntamos con eso, pudimos hacerle los trajes a las nenas, se valora la participación, la toma de decisión”, profundizó la coordinadora.
Otro claro ejemplo del desarrollo de la responsabilidad desde los más chicos, como lo señala Paulillo, es el siguiente: “Tenemos una de las clases de recreación y apoyo escolar, y el profe de recreación les hace hacer una huerta, y vemos que vienen chicos que no les corresponde en esos días, y vienen a cuidar y regar las plantas, es increíble como se va forjando la responsabilidad de los chicos desde pequeños actos”.
De esta manera, “se refuerzan mucho los vínculos, y los lazos de amistad, también se llevan fuera del ámbito estricto de la Casa de la Cultura”, detalló.
Salida laboral
El caso del taller de manicuría, es uno de los que poseen una rápida salida laboral, consta de 12 clases, con una duración de alrededor de tres meses (ya que las fechas estipuladas pueden modificarse), “si bien nosotros siempre pensamos primero en lo que es la parte cultural, había esta necesidad y entonces surgió la posibilidad de hacer esta actividad”, mencionó la coordinadora.
“La verdad que funcionó muy bien, se anotaron muchas chicas, tenemos alumnas de otras zonas, de G. Catán, G. de Laferrere, de Ramos Mejía, de San Justo, porque es algo muy accesible, a veces sucede que la Casa de la Cultura más cercana, tiene los cupos llenos entonces también se acercan para probar, a veces nos pasa a nosotros porque contamos con una estructura, y a veces tienen que quedar en lista de espera”, puntualizó Paulillo.
Participación en la Feria
Municipal del Libro
Los talleres de la Casa de la Cultura de Rafael Castillo también realizan distintas presentaciones en espacios al aire libre para que más vecinos puedan ver lo que hacen. Uno de esos casos fueron las distintas presentaciones que realizaron los alumnos de esta Casa de la Cultura en la Feria Municipal del Libro durante la última semana de septiembre.
Dentro de la carpa de la Feria se organizaron para llevar muestras de los trabajos realizados. “Llevamos muestras de todo lo que eran talleres estáticos, de porcelana, de crochet, de dibujo y pintura, de manualidades, de manicuría, los profesores de recreación hicieron una obra de títeres, presentamos una charla sobre pueblos originarios, y la identidad salteña de Castillo, y en mi caso tuve un seminario de adornos de papel”, dijo la coordinadora.
También realizaron una muestra de los talleres de hip hop, danza contemporánea, de folklore, sobre escenario. Además de llevar a chicos de escuelas de la localidad para la charla de identidad salteña, y la exposición del artista plástico Peti López, quien es el profesor de dibujo y pintura de la Casa de la Cultura.
Contacto
Por cualquier consulta se pueden comunicar con la Casa de la Cultura José Hernández a través de Facebook: La Casa de la Cultura José Hernández, por teléfono al 4690-8949, o presentarse en Lanin 2206, esquina Lacar. La Casa permanece abierta de lunes a viernes 13.30 a 18 y los sábados 10 a 15.